Crítica 'The Handmaid's Tale' 1x04: Nolite te bastardes carborundorum

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Crítica 'The Handmaid's Tale' 1x04: Nolite te bastardes carborundorum

Por Maribel Baena

El 7 de Mayo 2017 | 17:25

Crítica del cuarto episodio de 'The Handmaid's Tale', la nueva serie de moda de HBO España continúa con su relato desgarrador.

Este artículo puede contener spoilers de 'The Handmaid's Tale'.

Volvemos a la realidad distópica de Gilead, donde las mujeres fértiles no son más que vientres de aquellas que no tienen la posibilidad de quedar embarazadas; son sus criadas, sus sirvientas, sus incubadoras. 'The Handmaid's Tale' demuestra en este cuarto capítulo ser una serie bastante crítica con la sociedad, extrapolando todas las situaciones a un futuro hipotético que, en ocasiones, no lo parece tanto.

June se encuentra devastada. Lleva trece días confinada en su habitación, puesto que su Señora ha decidido que así conseguirá aprender a comportarse de forma adecuada, y a quedarse embarazada en el próximo intento. Como si ella realmente pudiera decidir si quedarse embarazada o no, como si hubiera tenido la menstruación solo por fastidiar a su Señora. Tal es su desesperación que acaba examinando su habitación por completo, tratando de buscar ahí un consuelo. Y lo encuentra. Una frase pequeña, sencilla, escrita en el interior del armario: 'Nolite te bastardes carborundorum'. Al estar escrita en latín no comprende su significado, pero puede intuir claramente quién la ha escrito. La anterior Offred (o Defred), la sirvienta que estuvo en esa casa antes que ella. Las dudas comienzan a surgir en su interior, comienza a preguntarse quién sería ella. Dudas que, cuando evolucione el capítulo, su Comandante le solucionará; la frase quiere decir 'No dejes que esos cabrones te jodan' y, en efecto, la escribió la antigua Offred antes de suicidarse.

Ese suceso le lleva a recordar a Moira, su amiga, que también escribió en el baño de la Escuela en la que estuvieron aprendiendo a ser criadas. La serie funciona mediante flashbacks, volviendo al pasado continuamente para ver por todo lo que ha tenido que pasar June, todo a lo que ha tenido que enfrentarse durante esos convulsos meses (¿o años?) que han pasado desde que la separaron de su hija. Porque esa continúa siendo su máxima aspiración: recuperar a su hija.

Moira podría continuar con vida

En uno de los capítulos anteriores, a June le dieron la noticia de que Moira había fallecido. No obstante, ahora algo parece cambiar, e indicar que Moira podría continuar con vida. Es Fred el que da la pista cuando está desayunando con su mujer pero, por desgracia, June no llega a escucharlo. Y es que él comenta que una de las Tías (que es así como se llaman a las "profesoras" de la Escuela Roja) ha logrado huir, y se encuentra a las afueras de ese país, contándole al exterior todo lo que se vive dentro. Esto, en un primer momento, carece de sentido para el espectador; pero cuando se continúa con la historia, y se ve que Moira logró huir disfrazada de Tía, un pequeño rayo de esperanza aún reluce en el horizonte.

¿Esterilidad femenina... o masculina?

El capítulo, de apenas cincuenta minutos, consigue sembrar algunas dudas bastante interesantes en el espectador. Una de ellas surge del encontronazo que tiene June con el ginecólogo al que debe visitar tras haber fingido tener un desmayo, para así tener una excusa y poder salir de casa.

El ginecólogo trata de propasarse con ella, aprovechando su posición de superioridad tanto física como social. Le explica que es una pena que vaya a sufrir tanto, puesto que no va a ser capaz de engendrar hijos porque su Comandante es estéril. La sorpresa de June es palpable, y aunque es fácil comprender que el ginecólogo lo dice para que así ella acceda a tener sexo con él, lo cierto es que la duda ya está sembrada.

¿Y si el problema de esterilidad, de fertilidad, no estuviera en las mujeres? ¿Y si sus úteros continuaran siendo igual de fértiles que siempre? ¿Y si fuera el semen de los hombres lo que ya no funciona como debería? La culpa, a nivel social, se le ha echado a las mujeres de forma inmediata, sin ningún tipo de estudio previo. La cita con el ginecólogo sirve para dos cosas: para mostrar la cara más tóxica del machismo, la más paternal y perjudicial, y para que el espectador comience a preguntarse si de verdad el problema de fertilidad está en las mujeres.

Sororidad

La serie va variando, moviéndose entre el pasado y el presente, mas de una forma muy clara, con lo cual no hay confusión posible. El presente de June es bastante convulso, sobre todo porque su relación con su Señora es complicada, mientras que su relación con su Comandante es cada vez más fuerte, dentro de lo posible. Él se muestra preocupado por su salud física y mental, muestra una preocupación que la otra mujer parece obviar por completo.

Sororidad

Su pasado también fue bastante complicado, sobre todo a raíz de ser capturada por esta extraña secta y ser convertida en una criada. June trató de huir con Moira, pero no lo consiguió, y por eso fue fuertemente castigada. Llega entonces una de las escenas más impactantes de todo el capítulo. Cuando June se encuentra en cama, en la Escuela Roja, sufriendo las terribles heridas que le habían inflingido en los pies, el resto de futuras criadas comienza a traerle comida. Comprenden su dolor, saben lo que es estar en esa situación, y se apiadan de ella; sororidad, unión entre mujeres que se ven atacadas por el mismo problema, y que tratan de aliviar el pesar de las otras.

No es una sororidad que quedó en el pasado, sino que se mantiene incluso entre las criadas. Ellas se unen, a su manera. Tienen miedo, sí, pero saben perfectamente que todas están pasando por lo mismo. Saben que las otras podrán ser un punto de apoyo cuando sea necesario y, poco a poco, van comprendiendo que están todas en el mismo bando, pese al miedo. 'Nolite te bastardes carborundorum'. Y así finaliza el capítulo, dejando la sensación de que esas mujeres que ahora mismo se encuentran en una situación poco afortunada, acabarán alzándose y ganando la batalla.

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