El 27 de Octubre 2017 | 14:30
Este artículo contiene spoilers de la temporada 3 de 'El Ministerio del Tiempo'
¡Cargadito! El capítulo 33 de 'El Ministerio del Tiempo' ha venido cargadito. Parece que, definitivamente, se ha cerrado una etapa muy importante y peliaguda en el Ministerio, pero ¿cómo saldrán nuestros personajes de estos acontecimientos?
La época histórica donde nos movemos en el este episodio 3x12 de 'El Ministerio del Tiempo' es la Transición Española. Una de las etapas más relevantes del siglo XX, la más venerada por muchas personas, y ampliamente cuestionada por otras. Para los primeros, la Transición supuso cerrar heridas y caminar todos juntos hacia la Democracia, con la figura de Adolfo Suárez como el presidente cuya figura se extraña 40 años después. Para los segundos, más que una ruptura real fue una continuación maquillada, con avances pero también cuestiones ocultas y el comienzo del llamado régimen del 78 que en estos últimos años ha sido públicamente criticado, y en estos momentos la Constitución firmada en ese año está siendo objeto de un debate muy, muy complejo.
Pero este capítulo de 'El Ministerio del Tiempo' no se mete en tanta profundidad, y lo importante gira en torno a salvar a Adolfo Suárez de la mano de El Ángel Exterminador, que primero quiso amañar la elección del presidente eliminando su nombre de los candidatos a presidencia, y luego ya, directamente, matarlo. Ya habíamos visto a Suárez unos capítulos atrás, cuando Salvador recordaba sus primeros días trabajando en el Ministerio. Pero el Suárez al que visitan hoy aún no conoce este organismo, ni sabe que va a ser presidente. El actor que lo interpreta, Jaime Pujol, es un clásico de la serie 'El Comisario', y también le vimos recientemente en 'Amar es para siempre'.
Alonso, ¿qué pondrá por delante?
Un personaje clave en el este episodio ha sido Alonso. Lo comentábamos en cada recap, Alonso en esta temporada no es el cómico soldado de siglos atrás que trata de adaptarse al siglo XXI, es un auténtico sufridor. Estos capítulos atrás no le ha ido muy bien emocionalmente, y ahora, casi al terminar la temporada, ha sido el punto álgido: el secuestro de Elena por los miembros del Ángel Exterminador a cambio de ser un topo en el Ministerio. Eso, y de paso matar a Adolfo Suárez, porque cuando los criminales te cogen para algo así, nunca son justos en sus tratos.
Ver a alguien como Alonso develando información del Ministerio al enemigo te causa congoja y pena, mucha pena, porque sabes que para él el honor está por delante... excepto cuando hablamos de sus personas queridas. Te pasas el capítulo gritándole a la televisión: "¡Alonso, cuéntalo en el Ministerio! ¡Ellos sabrán cómo ayudarte!". Sin embargo, ves que sigue adelante y termina muerto a manos de su amigo, Pacino. En verdad, creía que harían un Lola Mendieta con Alonso y fueran a rescatarle por una puerta del tiempo. Pero que en verdad era farsa para engañar a Bosco, no se me pasó por la cabeza. Fue todo un alivio ver que Alonso finalmente actuó en base a sus principios, y así no anticipamos una nueva trama en la que este personaje era un traidor y tenía que mostrar de nuevo su confianza, etc, etc., porque eso ya pasa con Lola y con Marta, y un tercer desertor hubiera sido redundante.
Lo importante de este capítulo 3x12 es que se cierra una etapa con la trampa tendida al Ángel Exterminador y los Hijos de Padilla. Ahora que han engañado y detenido al líder de los primeros, Bosco, será fácil deshacerse de ellos. La duda está en si los Hijos de Padilla habrán quedado también fuera de combate o habrá un resurgimiento posterior, pero por ahora parece que en el Ministerio lo tienen todo controlado.
Las Lolas cara a cara
Por otro lado, Lola se reencuentra con su hijo para concederle el deseo de saber quién es su padre, a cambio de información sobre el paradero de unos cuadros perdidos. Por un lado, ha sido un gusto reencontrarse con la Lola Mendieta anterior, de la mano de la siempre genial Natalia Millán, además con un hecho muy interesante dentro del Ministerio que no se había dado antes: el poder encontrarse la misma persona en dos momentos temporales. Aunque a escondidas algunos ya habían visto a sus yoes pasados, Lola se ha encontrado cara a cara con sí misma. Claro, que lo hizo en 2010, cuando ya trabajaba en el Ministerio, y no fue tanta la sorpresa ni el shock. La Lola-Natalia más adulta trata su yo joven con condescendencia, la misma con la que haríamos todos porque siempre pensamos que en nuestros años previos éramos "más idiotas". Aunque en este caso es porque se da cuenta de que su yo más joven está en el Ministerio reclutada de nuevo, como si intentara ser la persona correcta que en verdad Lola-Natalia nunca fue.
Pero este encuentro fue triste, por un lado, porque ha sabido que en 2017 habrá muerto, y por otro, porque sus recuerdos nos han desvelado que la venganza y el dolor por la pérdida de su padre la llevó a cometer la atrocidad de matar a un matrimonio. La pregunta siempre es la misma: ¿es Lola Mendieta mala? No, es gris, muy gris, pero no la despiadada villana de cuento, y por eso sigue en el Ministerio. La Lola joven no hubiera podido vivir sabiendo lo que iba a hacer si no hubiera sido reclutada, y la decisión de la más adulta de no contarlo ha sido correcta. Aunque, ¿el intento de Lola-Macarena de salvar a la otra Lola de morir habrá servido? Quién sabe...
En el fin de temporada...
En definitiva, con el capítulo 33 se cierra, como decíamos, la etapa de las sociedades secretas rivales y boicoteadores de la historia y el Ministerio. Ahora, solo queda un episodio de esta tercera temporada, que promete ser muy divertido porque emula a la propia serie, y es que en el pasado están realizando una serie de televisión sobre el Ministerio del Tiempo. Además, nos vamos a encontrar con la figura más importante de la historia de la televisión española: Chicho Ibáñez Serrador, con su programa 'Historias para no dormir', de finales de los años 60.
Hablando de hitos de la cultura española, lo avanzamos la semana pasada, y aquí lo hemos visto. En este capítulo 3x12 se hizo un homenaje a Rodolfo Sancho (Julián en la serie) y su difunto padre, Sancho Gracia. Al viajar a los años 70, la patrulla ve en la televisión la mítica serie 'Curro Jiménez', y Alonso e Irene se daban cuenta del parecido que tenía el actor con Julián. Un bonito gesto para un compañero que hace pocos años sufrió esta triste pérdida.