Crítica 'Juego de Tronos' 7x04 - Para esto llevamos años esperando

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Crítica 'Juego de Tronos' 7x04 - Para esto llevamos años esperando

Por Xose Llosa

El 7 de Agosto 2017 | 21:27

Crítica del cuarto episodio de la séptima temporada de 'Juego de Tronos'. La serie marca un ritmo muy bueno en los nuevos episodios.

Este artículo contiene spoiler de 'Juego de Tronos' hasta el capítulo 7x04 inclusive.

El encuentro y el reencuentro. En torno a esos elementos gira el interés de la séptima temporada de 'Juego de Tronos'. Da la sensación, tras cuatro capítulos, que durante seis años hemos estado en una preparación constante para lo que ahora mismo está sucediendo cada madrugada de domingo. Ha merecido la pena. El cuarto episodio de la temporada profundiza en la alianza que va forjando Jon Nieve con Daenerys; mientras que los hermanos Stark siguen reuniéndose en Invernalia, con una mezcla de emoción y momentos incómodos a partes iguales. Tensión indiscutible cuando Jon Nieve encara al ruin Theon, y encuentros también en el campo de batalla con la primera bocanada de fuego sobre Poniente de los dragones de Daenerys. Un capítulo que no ha escatimado en recursos para presentar una secuencia de batalla final, no solo relevante en los acontecimientos, sino también espectacular en la disposición.

Juego de Tronos

Igual que los libros narran cada capítulo en la voz de uno de los personajes principales, haciendo que el salto de punta a punta de poniente sea una constante en una secuenciación temporal paralela, la serie este año hereda esa dinámica de manera todavía más marcada. De esta forma, es difícil hablar de cada capítulo sin establecer una estructura en bloques como esta. Así, me resulta verdaderamente complicado no comenzar cada semana hablando por el final, que es donde reside el principal interés de cada episodio. La alianza que se forja entre Jon Nieve y Daenerys viene acompañada también el primer consejo que el Rey en el norte aporta a la contienda que la Targaryen ha emprendido con los Lannister. Si Jaime fue astuto asaltando la casa Tyrell cuando los inmaculados estaban ocupados en Roca Casterly, ahora es Daenerys la que hace acopio de ingenio para saltar el convoy de los Lannister cargado de oro de camino a Desembarco. Dothrakis y dragones que destrozan a las tropas afines a la reina Cersei. Sin piedad, sin tregua, sin mayor complicación. Sin embargo, además del varapalo estratégico evidente para Cersei Lannister, hay tres elementos cruciales que se desgajan de este encuentro: el primero de ellos es que Daenerys no se deja llevar por la rabia, como hubiese hecho con toda seguridad el "rey loco", y sigue mostrando la nobleza que superpone los medios al fin. El camino rápido para Daenerys sigue siendo atacar Desembarco del Rey, pero se resiste, bien aconsejada, para lograr ganarse al pueblo como hizo con los dothrakis primero y los esclavos después. En segundo lugar, el ataque de Bronn que hace mella en el dragón sirve para recordar que las bestias no son indestructibles. En tercer y último lugar, Jaime toma una relevancia renovada al descubrir la identidad del asesino de su hijo. Además, Tyrion sigue encontrando resquicio para el cariño por su hermano, que es posiblemente el único Lannister que le resulta tolerable. Esa relación de Jaime y Tyrion, junto al dilema moral que salpica la relación entre Jaime y Cersei, tejen hilos de los que la serie todavía no ha comenzado a tirar, y que darán momentos muy interesantes.

Así se desarrolla una batalla espectacular dominada de manera aplastante por los dothrakis. Nunca habíamos visto a los dragones entrar en combate de una manera tan directa como lo han hecho hoy, lo que ha concluido en varias escenas difíciles de olvidar.

Juego de Tronos

El mejor momento

Sin embargo, el mejor momento de oro en el capítulo ha sido el entrenamiento de Arya y Brienne. Brienne ha demostrado ser una de las espadas más diestras de poniente, y Arya Stark apenas mide metro y medio, sin embargo, la agilidad y la decisión con la que la Stark maneja su dardo es un baile que estaría dispuesto a ver en bucle toda la tarde. Arya gana en carisma con cada aparición, mientras que el Cuervo de tres ojos tiene toda la información a su alcance para poner Invernalia patas arriba. Todavía no ha abierto la boca, y ya ha logrado empujar contra las cuerdas a Petyr con una sola frese. Las palabras que pronuncia Bran en el último capítulo, "el caos es una escalera", nos lleva al episodio 3x06, donde sale de la boca de Lord Baelish. El Cuervo de tres ojos lo sabe todo, con lo que conoce los oscuros secretos y las más bajas intenciones de Meñique, y la reacción agitada del frío Petyr muestra que el confabulador ha captado el mensaje. Todo lo que acontece en Invernalia lo hace bajo la mirada desconfiada de Sansa, que se ha convertido en un personaje indescifrable. No sé si vengativo, inseguro, asustado, decidido, todo ello o nada de lo anterior. Sin duda, Sansa Stark resulta el enigma más relevante del momento.

El momento más interesante en toda la historia de 'Juego de Tronos' es hoy. Nada de introducir nuevos personajes de relevancia, nada de abrir nuevos caminos. Estamos acudiendo, como decía, a los encuentros que llevamos tantísimos años esperando.

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