'Death Note' vuelve a estar entre nosotros con una historia original que amplía un poco más el lore del universo que creó en 2003 Tsugumi Ooba. El manga original cuenta con 12 tomos (más uno especial) y se cerró perfectamente tras tres años de publicación japonesa.
Sin embargo, su autor ha querido darle a los fans un pequeño dulce que llevarse a los labios y traernos un "one shot", es decir, una historia autoconclusiva, que tiene lugar 13 años después de los acontecimientos de la historia de Kira.
Lo hace con protagonistas completamente nuevos, con guiños a la actualidad y con un pequeño toque de moralidad que, nuevamente, nos hace plantearnos qué es lo que haríamos su tuviésemos la posibilidad de tocar algo tan poderoso como un cuaderno de un Shinigami.
Pero quizás, precisamente por ser una historia corta (y aunque tiene 86 páginas), y por el tema que trata, hay algunos elementos que son forzados y que le quitan un poco de encanto al asunto.
Una nueva historia
Empecemos desde el principio. Esta historia de 'Death Note' tiene lugar 10 años después de lo que ocurrión con Kira. Es decir, nos sitúa en un hipotético 2013 donde nuestro querido Ryuk se sigue aburriendo como una ostra.
El planteamiento inicial es el mismo: el cuaderno de muerte llega a manos de un chico muy listo y este debe decidir ahora cómo usarlo. Sin embargo, en esta ocasión, la cosa cambia. Kira ha existido y todos lo conocen como un terrorista y un tirano, pese que a muchos les parezca que fue un dios.
Por ello, y con la lección aprendida, el nuevo protagonista, Minoru Tanaka, no quiere usar el poder de Kira para hacerse un justiciero. Su objetivo es otro totalmente distinto, y para ello es capaz de poner en jaque mate a los gobiernos y al nuevo L.
Es curioso ver cómo hay que llegar hasta el final de la historia para entender cuáles son las verdaderas intenciones de Minoru y el autor, por el camino, nos hace pensar en si lo que tenemos delante es un héroe, un activista, un nuevo loco o un tirado.
El resultado vuelve a hacer que nos planteemos la moralidad de las decisiones que tomamos cuando nadie nos mira. De cara a la galería nunca mataríamos tan fríamente por poder, creencias o dinero. Pero... ¿y si nadie sabe quiénes somos y nadie nos juzga? ¿Qué hacemos entonces?
Dilemas y crítica social
'Death Note' juega con nosotros en todo momento para que tengamos que decidir si estamos de acuero o no en lo que hace un asesino en serie como es Light Yagami. Desde luego que no es moral lo que está haciendo pero... ¿es bueno? ¿El fin justifica los medios?
En el caso de Minoru, pasa algo parecido, pero con una escala mucho menos agresiva. Su planteamiento de uso del Cuaderno de muerte nos hace plantearnos si lo que está haciendo es ético, moral o incluso bueno para la humanidad. ¿Haríamos lo mismo? ¿Nos bastaría con la recompensa que busca a pesar de las consecuencias de sus actos?
Es una pregunta que uno se hace continuamente durante este manga nuevo y que vamos respondiendo conforme lo leemos. "Seguramente lo hace para dejar en evidencia a los gobiernos"; "En verdad lo que está buscando es algún tipo de venganza o movimiento social"... son algunos de los pensamientos que tenemos sobre Minoru y sus verdaderas intenciones. Y eso mismo lo vemos también en las reacciones de la gente y del mundo en el manga.
Hay discusiones que tienen personajes anónimos durante el one shot que comentan sobre las implicaciones que tiene el destino del Cuaderno de Muerte. Y posiblemente nos alineemos con alguna de ellas.
Sin embargo, parece que la decisión de nuestro protagonista está tomada y que ni si quiera L es capaz de pararle los pies. Pese a lo moral o inmoral que ello sea.
Elementos forzados en la historia
Toda esta nueva historia se centra en un nuevo uso que se le puede dar al Cuaderno de Muerte. Al menos, de cara a nuestro nuevo usuario, Minoru. Sin embargo, y pese a que la trama más o menos se mantiene sólida, hay elementos que rompen esta magia y que hacen que todo pierda un poco el sentido.
Por ejemplo, la pérdida del L original es algo de lo que 'Death Note' nunca se ha sabido reponer. Ni Mello ni Near fueron capaces de llegar a la altura carismática del primer enemigo de Kira.
Esta vez, con un nuevo L presente en la historia, nos encontramos ante alguien con capacidad de deducción, con inteligencia, pero a la vez, con muy pocas ganas y con muy pocos recursos. aKira, que es como llaman al nuevo "Kira", plantea unas condiciones en la historia simples y eficaces, pero L no hace por intentar despejar las incógnitas e ir a por su nuevo enemigo.
Solamente está para plantear un par de dilemas morales sobre la venta de armas y el contrabando de las mismas, pero poco más. Es un personaje que, realmente, se podría haber eliminado de la historia y no habría ocurrido nada.
Por otro lado, la nueva cláusula que se mete al cuaderno hace que toda la historia se tambalee. Es decir, nos encontramos con un personaje protagonista que usa los elementos que le dan para conseguir su objetivo. Y, a mitad del camino, esas condiciones se cambian sin que el chico tenga conocimiento de ello.
Esto desvirtúa toda la profundidad que se le haya podido dar a esta historia ya que introduce un elemento que rompe con toda la lógica del mundo que ha creado Tsugumi Ooba. No es inteligente, no es retorcido, no es original. Es, simplemente, un elemento externo que se saca de la manga para darle el final que él mismo busca y no tener que dar más explicaciones.
Es, quizás, el elemento más molesto y chocante de todo el nuevo manga. Pero habrá que aceptarlo porque es tan solo un "one shot". Y no tiene la profundidad ni la posibilidad de desarrollo que tendría un manga contando la misma historia.
Por último, hay otros detalles como las actuaciones de personajes que vienen de la historia anterior, o la aparición de personajes reales, como Donald Trump, que tampoco aportan nada a la historia o que son un poco forzados.
Es más, está claro que la aparición del actual presidente de los Estados Unidos es solamente una excusa para criticarlo y tacharlo de, como menos, cobarde y poco patriótico. Pero no olvidemos que el manga está ambientado en 2013, y Trump no llega a ese puesto hasta 2017.
Igualmente, tampoco explica demasiado el porqué de la primera petición que le hace Minoru a Ryuk ni tampoco otros elementos similares.
Conclusiones
Este one shot de 'Death Note' es algo que nos ha dejado mucho mejor sabor de boca que la adaptación americana que hizo Netflix sobre la historia.
Tiene todos los elementos que el manga original, con un nuevo Kira, un Shinigami, un L, un misterio muy gordo y un desenlace con repercusiones morales. Pero precisamente por ser un one shot y tener poco recorrido, ha pecado de simple y de meter elementos que no tienen nada que ver con la historia.
Esos elementos rompen la atmósfera, la originalidad y la trama hasta el punto de resultar incluso molestos.
Pese a ello, un servidor ha disfrutado del mismo y ha recordado todo lo que vivió en su momento con el manga original. Ahora solo podemos esperar a ver si Ryuk tiene pensamiento de liarla de nuevo pronto o no puesto que, como suele ocurrir, el final del manga lo deja muy abierto.