Crítica 'American Horror Story' 07x02: El miedo paraliza y alimenta

LAS FOBIAS

Crítica 'American Horror Story' 07x02: El miedo paraliza y alimenta

Por Maribel Baena

El 18 de Septiembre 2017 | 11:18

El nuevo episodio de 'American Horror Story' nos enseña que el miedo alimenta y, a la vez, atenaza.

La nueva temporada de 'American Horror Story' no ha hecho más que empezar, y aún falta mucho para que sepamos quiénes forman parte de ese culto tan extraño y qué es lo que realmente pretenden. Mas hay cosas que ya podemos tener bastante claras, y es que forman parte de esa parte de la población norteamericana que apoya las ideas de Donald Trump, pero llevadas (aún más) al extremo. Que pretenden que América sea grande de nuevo, como repiten una y otra vez, y cuya intención es expulsar a todos los inmigrantes del país; además, tienen una clara enemistad con las personas homosexuales, puesto que parecen dirigir gran parte de su ira a atacar a Ally.

Ally (Sarah Paulson), por su parte, sigue sumida en sus más profundos miedos. La tensión que siente desde el exterior hace que se encuentre cada vez más y más metida en sus fobias, que apenas la dejan vivir con normalidad. A esto hemos de sumarle que, capítulo tras capítulo, su mundo peligra y se tambalea. En este segundo episodio, por ejemplo, ha visto de cerca cómo uno de sus compañeros de trabajo fallecía ante sus ojos, y ella no pudo hacer absolutamente nada para evitarlo. El miedo, que tan inspirador le parece a Kai (Evan Peters), a ella la está paralizando completamente. Ha llegado hasta el punto de blindar toda su casa para sentirse protegida pero, por supuesto, esto no es suficiente. Porque el miedo que ella siente es mental, y no hay nada que pueda salvarla de su propia mente.

Kai da más miedo que cualquier payaso

Ivy, su esposa, no está segura de hasta qué punto va a poder seguir soportando la situación. Cuando hablamos de trastornos mentales, como las fobias, no deberíamos olvidar que la persona que lo padece no es la única que lo sufre. En este caso, Ally, con sus miedos, es incapaz de vivir su día a día como antes lo hacía, y eso ha hecho que la vida de su pareja y de su hijo también cambie por completo. Se ve incapaz de ir a trabajar, por ejemplo, y eso hace que su mujer deba hacerse cargo del doble de trabajo. La situación parece cada vez más y más incontrolable.

Acosadores que hacen luz de gas

Pese a que esta temporada no está siendo especialmente aterradora, sí que hay detalles que están haciendo que nos llevemos las manos a la cabeza en más de una ocasión. Porque más que sentir miedo, lo que estamos haciendo es empatizar con la angustia vital de Ally, con esa ansiedad que sus miedos le provocan y que nadie parece comprender. Ella lo está viviendo como algo real y es que, para ser sinceros, es algo real. Algo que está sucediendo, o eso es lo que como espectadores captamos.

Los payasos existen, están acosando a la familia Mayfair sin que Ivy se dé cuenta, pero lo están haciendo de tal forma que pareciera que Ally estuviera loca, aprovechando las fobias previas de ella y sirviéndose de estas para hacerla dudar de su cordura. Estos acosadores están haciendo lo que todos conocemos comúnmente como "luz de gas", es decir, hacer dudar a la víctima de su percepción y de su cordura presentándole información falsa. A Ally le están haciendo ver que todo lo relacionado con los payasos es fruto de sus fobias, y que nada tiene que ver con unos payasos reales que la están acosando.

¿De qué lado estará la niñera?

Por el final que ha tenido el capítulo, podemos entrever que la situación de Ally no solo no va a ir a mejor, sino que va a empeorar. Ivy, preocupada por ella tras el apagón, envió a Pedro, uno de sus trabajadores, a ver cómo estaba y a llevarle unas cuantas cosas; mientras, ella, viéndose acosada por sus miedos y por lo agobiante de la situación, se armó con una pistola para defenderse. Y el problema de las armas de fuego es el que ya conocemos todo: que cuando alguien va armado y se siente inseguro, primero dispara y luego pregunta.

Nos falta aún por saber cuál es la postura exacta de la niñera, de la que aún podemos desconfiar abiertamente. No solo por ser hermana de Kai, sino también porque su comportamiento es de todo menos normal. El pequeño Oz lo sabe bien, puesto que estar con ella le hace más mal que cualquier otra cosa. ¿Qué nos depararán los próximos episodios? ¿Conoceremos un poco más sobre el culto, y sobre los vecinos de enfrente?

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