Crítica 7x10 'American Horror Story': todo listo para el final

AMERICAN HORROR STORY

Crítica 7x10 'American Horror Story': todo listo para el final

Por Maribel Baena

El 16 de Noviembre 2017 | 10:55

Crítica 7x10 'American Horror Story': todo está listo para el gran final.

Llevamos anunciándolo un tiempo; los guionistas de 'American Horror Story' tienen esta curiosa forma de ir acercándose poco a poco el final, ir uniendo todas las piezas para que estas acaben encajando de la mejor forma posible. Lo han hecho en todas las temporadas anteriores, con lo cual en esta no iban a ser menos.

En este décimo episodio, el penúltimo, podríamos considerar que todas las piezas están, finalmente, puestas sobre la mesa. Y tanto la locura como la traición han sido la clave fundamental de todo lo sucedido en el mismo. No es que la cordura hubiera sido algo importante hasta el momento, ni mucho menos, pero ahora la poca que quedaba se ha perdido por completo.

Kai Anderson ha sido el más afectado por esta ola de locura, puesto que poco le hacía falta para peder completamente la cabeza. Su lado más misógino está saliendo a la luz, y el hecho de que se apoye en las teorías de Charles Manson sobre las mujeres no ayuda en absoluto; Evan Peters se caracteriza de Manson (siendo ya el actor con más papeles en todas las temporadas de 'American Horror Story'), y muestra la masacre que tuvo lugar en Los Ángeles en 1969. Todo esto mientras Kai le cuenta la historia a sus soldados, como si fueran niños que necesitan un cuento antes de ir a dormir. Pero tiene su finalidad: lo que le interesa es hacer hincapié en que el punto débil de Manson fueron las mujeres. Y comienza a preguntarse si no le sucederá a él lo mismo, si no serán las mujeres las que acaben con él.

Misoginia, locura, asesinatos

Kai ha perdido la cabeza, y las mujeres son su obsesión. Cree que le traicionarán, que acabarán por denunciarle, por terminar con él. Tras un cúmulo de situaciones inesperadas, y tras un flashback que nos permite ver cómo Kai perdió completamente la cabeza tras ser enviado a una terapia de manejo de su ira, Ally acaba mostrándose como su máxima aliada. Lo que él no sospecha es que esa alianza acabará jugando en su contra, puesto que lo único que ella quiere es liberar a su hijo de sus garras y huir.

Evan Peters en la piel de Manson

Ally, aprovechando que Kai confía plenamente en ella, le incita a hacer una auténtica locura. Para mi gusto, la más descabellada que ha hecho hasta el momento, puesto que es algo que jamás pensé que vería. Y es que Kai acaba con la vida de su hermana, considerándola una traidora. Kai siempre había dado mucha importancia a todo lo relacionado con la familia, y me sorprende (para mal) que anteponga su Culto a su hermana, a la que ya había demostrado que adoraba en multitud de ocasiones. Pero, igual que pasó en los episodios anteriores, se ve que la locura ganó a la cordura, y el amor quedó relegado a un segundo plano.

Todo está listo para que el final llegue, y yo, personalmente, no puedo estar más intrigada. Porque no sé si, en esta ocasión, ganará la cordura o la locura. Ni siquiera sé si Ally representa realmente la cordura, teniendo en cuenta todo lo que ha pasado... ¡Tendremos que esperar para verlo!

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