El 31 de Octubre 2017 | 21:36
Con este noveno capítulo de 'American Horror Story' nos estamos acercando a pasos agigantados al final, ese que no queríamos que llegara pero que, por desgracia, parece estar ya a la vuelta de la esquina. Y todas las apuestas que yo tenía hasta el momento se han ido cayendo rápidamente.
En este episodio, vemos un nuevo Kai, un nuevo líder. Vemos retazos de su pasado, en los que es fácil vislumbrar que no siempre fue como es ahora mismo. Kai no siempre careció de valores morales, sino que hubo un tiempo en el que realmente abogaba por el inocente, sin trampa ni cartón. Pero tras su primer asesinato, tras esa escena en la que le vemos bañado en sangre, todo cambia. No sabría deciros bien si es una persona trastornada o no, puesto que su comportamiento es racional en todo momento; no actúa movido por ningún tipo de enfermedad, sino que tiene muy claro lo que quiere conseguir y lo que eso puede costarle, además de cómo debe llegar a ese punto.
Winter, su hermana, siente hacia él una ferviente fidelidad que, no obstante, no lo puede todo. No dudó ni un momento en asesinar a Samuels, pese a que este lo único que hacía era seguir órdenes de Kai. Eso sí: pese a que su fidelidad no es lo suficientemente fuerte, su miedo sí que lo es, y no duda en mentir siempre que sea necesario.
Ally se une al plan de Kai
Personalmente, no esperaba que el psicólogo de Ally fuera el hermano de Kai; pese a que ya hemos visto a los dos personajes, pese a que obviamente coincidía el actor, en mi interior no había llegado a hacer la asociación. Y no ha sido hasta este episodio que he comprendido la importancia que eso podría llegar a tener, y cómo podría afectar al futuro. Hasta ahora ya ha afectado, y es que Kai ha matado a su hermano por un chivatazo de Ally. Ella, a cambio, ha comenzado a trabajar con él; dicen que el amor de una madre todo lo puede, y este personaje está, sin duda, demostrándolo.
La evolución de Ally de unos episodios a esta parte ha sido la más impactante. Si antes era un manojo de nervios que no sabía hacer otra cosa que gritar, ahora estamos ante una mujer que sabe que no está loca, que no duda en absoluto de su cordura, y que se sabe capaz de prácticamente cualquier cosa. Lo que Kai le hizo le ha servido de terapia de choque, y ahora todos sus miedos han desaparecido. ¡Se esfumaron, casi como por arte de magia!
Esto pone a Ivy en una situación bastante comprometida, puesto que ahora nadie le asegura que Oz se vaya a quedar con ella. Kai hará lo que más le interese para alcanzar su objetivo, y si eso implica deshacerse de Ivy para que Ally esté contenta, seguramente no dude en hacerlo. La cara de Ivy al final del episodio lo dice todo, y no hace falta nada más para comprender que esto no tiene pinta de acabar nada bien.
El futuro, ahora mismo, es incierto. Pero el Culto tiene un líder muy potente, con unas capacidades intelectuales muy por encima de la media y, sobre todo, una falta de valores; todo esto, aunado, le sirve para posicionarse como una persona altamente peligrosa.
Esta temporada está siendo toda una sorpresa, y si empecé con dudas, ahora mismo ya tengo pocas. Habrá que ver cómo se desarrolla hacia el final, cómo cierran la temporada, pero parece bastante complicado que metan la pata. ¡Esperemos que no lo hagan!