El 23 de Octubre 2017 | 11:51
Si hay algo por lo que Donald Trump se ha hecho famoso ha sido por su muro, por esa idea política que él presentó, que se basaba en querer construir un muro entre México y Estados Unidos. Y Kai no podía no aprovechar esta idea; su carrera política evoluciona a pasos agigantados, y él está totalmente dispuesto a usar la simbología de Trump para llegar a todos sus oyentes.
Si recordamos el capítulo anterior a este, podemos ver cómo el Culto, o la Secta, va evolucionando y ganando fuerzas por momentos. Lo realmente sorprendente de esta temporada, al menos a mi parecer, es que todo parece una auténtica locura y, sin embargo, funciona. Es decir, las ideas que planteaba Kai eran cuanto menos extrañas, su forma de querer alcanzar el poder era algo difusa, al menos para los que veíamos la serie; pero él ha conseguido que esas ideas acaben dando sus frutos, y acaben siendo algo realmente importante. Y eso es cuanto menos curioso. Es como si en este mundo distópico de 'American Horror Story', la población realmente aceptara con facilidad ideas totalitarias con tal de estar a salvo.
¿Realmente es una distopía?
Ally, por su parte, no ha sido más que un peón más en las manos de Kai. Si al principio del capítulo se podía sobreentender que por fin había decidido poner fin a todos sus miedos, al final del mismo se puede ver con claridad que lo único que ha hecho ha sido dejarse llevar por Meadow que, a su vez, estaba totalmente manipulada por Kai. Él es el protagonista indiscutible de toda la serie, sin lugar a dudas.
Es un personaje que merece la pena analizar detenidamente. Porque no solo es extremadamente inteligente, sino que también es retorcido, y no tiene ningún tipo de miedo a la hora de utilizar sus conocimientos para dañar a los demás, siempre y cuando eso suponga que él sale beneficiado. Tiene muy claros sus objetivos, y también que no piensa parar hasta que lo consiga.
Pero, ¿y el resto del Culto? ¿También tienen esos objetivos, o son simplemente personas extremadamente influenciables? Aunque ellos se consideren duros, se vean a sí mismos como auténticos héroes, creo que no son más que personas con muy poca autoestima y, sobre todo, nula personalidad. La única excepción, quizás, podría ser la periodista, pero aún así ella continúa obedeciendo ciegamente todo lo que Kai le pide. Aún así, tal y como explica Meadow, es Kai el que va eligiendo personalmente a todos los que después formarán parte de esta Secta, y todos tienen algo en común: o bien buscan venganza, o bien no tienen nada a lo que aferrarse.
No estoy muy segura, en este punto de la serie, de cómo va a continuar evolucionando la misma. Porque hubiera apostado al principio por Ally, por unos Estados Unidos que recuperan la cordura y hacen que tanto Kai como todos sus secuaces se pudran en la cárcel. No obstante, viendo cómo van progresando los planes de Kai, cómo este lo tiene todo más que pensado y elaborado, dudo bastante que vaya a salir bien. Kai Anderson va a suceder a Donald Trump como presidente y, desde ahí, quién sabe lo que sucederá. Sus planes han pasado a ser de dominación mundial y, aunque dudo bastante que esto vaya a darse (aún tengo algo de confianza en que los guionistas no nos representen a todos los humanos como borregos), quién sabe lo que podría llegar a pasar.
La serie está ganando puntos por momento, y si bien en los primeros episodios tenía la sensación de que iba a ser una de las que menos me gustara, la interpretación de Evans Peter está haciendo de 'Cult' una auténtica gozada. Han hecho bien en volver a confiar en él, en volver a darle un papel tan importante, porque realmente lo merece.