El 10 de October 2016 | 19:55
El pasado jueves 6 de octubre empezaba Barcelona Games World, la feria nacional más importante dedicada a la industria del videojuego, y que por primera vez se alejaba de la capital del reino para celebrarse en la ciudad condal, convirtiéndose en todo un éxito a nivel de participación. Y lo cierto es que la experiencia que hemos vivido en la capital catalana ha sido fantástica, pudiendo aprovechar la ocasión para disfrutar de grandes títulos que están por llegar a lo largo de los próximos meses.
Uno de los protagonistas estrella del evento fue 'The Last Guardian', y es que, si bien no todo el público asistente pudo ponerle las manos encima al juego del Team ICO, Sony organizó pases privados para que la prensa especializada pudiéramos disfrutar en primera persona de la última demo que estuvo presente en el Tokyo Game Show 2016.
Esto nos permitió jugar cerca de una hora a 'The Last Guardian', tiempo más que suficiente para poder pararnos a contemplar la obra del Team ICO, así como completar los distintos puzles que forman parte de la demo. Y antes de entrar a desgranar un poco más en profundidad la prueba que pudimos jugar en el Barcelona Games World, me gustaría comentar que he quedado gratamente sorprendido con un juego que parecía que nunca podríamos disfrutar, debido a un desarrollo prácticamente interminable.
Por suerte todos aquellos fans que llevan años esperándolo, y después del último retraso que se lo llevo a diciembre, pueden estar tranquilos, ya que 'The Last Guardian' no los defraudará en absoluto.
Una relación única
El gran punto a favor de 'The Last Guardian', es sin ninguna duda, la relación que podremos vivir en primera persona entre Trico y el niño que nosotros encarnaremos. Y es que en todo momento asistiremos como auténticos invitados de lujo a la evolución de estos lazos, ya que es imposible concebir o imaginarse 'The Last Guardian' sin uno de estos dos personajes. Entre ellos se complementan y se apoyan para superar los obstáculos que se pongan delante.
A la hora de enfrentarnos a cada uno de los puzles que propone 'The Last Gaurdian', veremos cuáles son las características y posibilidades únicas que tienen tanto Trico y el niño por separado, así como trabajando en equipo. Por ejemplo, en el papel de nuestro pequeño amigo, podremos colarnos entre las rendijas de unas verjas, podremos arrastrar objetos o coger piedras para lanzarlas, eso sí, siempre con las limitaciones propias de un niño. Es decir, no tendremos fuerza para lanzar piedras lejos, y nos costará la vida mover determinados objetos durante cierta distancia.
Por su parte, Trico jugará un doble papel. Por un lado, habrá momentos en donde nos ofrezca soluciones sencillas a ciertas zonas. Por ejemplo, podremos intentar escalar por una cadena hacia una planta superior, o podremos subirnos a lomos de este místico animal para que gracias a su salto alcancemos un sitio al cual pensábamos que era imposible llegar. Sin embargo, habrá momentos en los que sí o sí, necesitaremos la inestimable ayuda de Trico, momento en el cual deberemos llamarlo y esperar a que el animal haga el movimiento adecuado que necesitamos. Se trata de una mecánica que puede retrasar la resolución de ciertos puzles y que quizás no convenza a todo el mundo, pero se trata de algo pensado y hecho para potenciar ese trabajo en equipo que nos permitirá avanzar.
La demo que pudimos jugar nos permitió disfrutar tanto de la zona que nos presentaron en el E3, seguro que muchos recordáis el momento en que Trico coge con la boca al niño cuando cae al vacío, o el momento donde debemos ayudar a Trico para que logre subir a determinada estructura. Esa sin duda, fue la parte más impresionante en cuanto a escenarios y momentos espectaculares, pero, sin embargo, fue todo el tramo inicial el que más me gusto. Se trata de los momentos iniciales en dónde tenemos que inspeccionar una zona, empezar a familiarizarse con los controles como escalar, romper esos artes de vidrio que asustan a Trico, etc.
Un cambio radical
Si nos detenemos a hablar de los controles, según la gente que ha podido probar versiones anteriores, ha cambiado muchísimo, y es que los controles que nosotros nos encontramos fueron de lo más comunes. Un botón para llamar a Trico (R1), el triángulo para saltar, el circulo para accionar/agarrar objetos, el cuadrado para lanzar/soltar alguna cosa, y la X para, por ejemplo, descender o dejarse caer por algún lugar. En este aspecto, la gran novedad es que no deberemos agarrarnos a los sitios mediante un botón, como pasaba en otros juegos del Team ICO, sino que el personaje se agarrará solo. Eso sí, hay momentos en los que el personaje no acaba de reaccionar como uno quería, por ejemplo, a la hora de saltar para agarrarse en un lugar determinado, y que este acabará enganchándose a un sitio cercano.
Un paseo por el tiempo
Por último, no quiero dejar pasar la oportunidad de comentar el apartado técnico de 'The Last Guardian' en esta demo. Por un lado, se trata de un juego al cual le pesan los años de desarrollo, quedando un poco lejos de lo que podría ser en la actualidad, pero a pesar de ello, es un juego que luce muy bien, gracias a su cuidado diseño artístico, el cual sin llegar a sorprender es precioso. Eso sí, hubo algún momento más "explosivo" en donde el juego sufrió alguna que otra caída de framerate importante. Esperemos que el tiempo extra de desarrollo le permita pulir todos estos detalles.
Conclusión
Los lectores de Zonared que sigáis de manera habitual el podcast de esta casa, sabréis que yo inicialmente no tenía ninguna pasión especial por 'The Last Guardian', pero lo cierto es que lo probado en BGW me ha hecho cambiar la perspectiva, y lo cierto es que ahora miro el título con otros ojos, y me llama muchísimo más la atención. Esto posiblemente se debe a que no hay ningún juego en el mercado que se parezca lo más mínimo a 'The Last Guardian', y esto es un punto a su favor muy importante. Sin embargo, otro tema es si la forma de vender 'The Last Gaurdian' hasta el momento ha sido la correcta, y si el juego del Team ICO debe ser la bandera de PS4 en una campaña navideña, o digo más, en los últimos seis meses del año.