Parece mentira, pero han pasado ya más de dos años desde que conocimos por primera vez la existencia de 'Quantum Break', uno de los juegos más sorprendentes de lo que estaba a punto de convertirse en la octava generación de consolas.
La obra, de Remedy Entertainment, se ha mantenido a la retaguardia durante muchos meses, llegando a haber incluso rumores acerca de su cancelación, pero se ha terminado la espera, pues estos finlandeses ya lo tienen todo listo para dar un verdadero golpe sobre la mesa y demostrar que Xbox One tiene todavía mucho que decir. La Gamescom 2015 ha sido nuestra vía de contacto con el título, siendo una de las obras más prometedoras de todo lo que llevamos de generación.
La gran apuesta de Sam Lake
'Max Payne', 'Alan Wake'... Muchas grandes obras y un talento más que demostrado, con una pasión por el apartado técnico minuciosa que se deja ver aquí desde el primer momento. Y es que si hay algo que define con rotundidad a 'Quantum Break' es la muestra de la impronta de Remedy en cada instante, con una apuesta que más bien podría ser considerada una serie de televisión, o como se suele considerar ahora, una apuesta directa por la narrativa transmedia, pues el hecho de haber contado con actores reales para contar la ciertamente anunciada serie dentro del propio juego es un punto muy en su favor y que demuestra hasta qué punto los valores de producción de la obra están siendo impecables.
Si no vamos errados, serán cuatro episodios de aproximadamente 20 minutos dentro del propio juego; no son obligatorios, pero ahí estarán y servirán para conocer de una forma distinta la historia de Jack Joyce. Por suerte, Zonared ha podido ver más a fondo 'Quantum Break', en una demo diferente que nos ha permitido conocer más de cerca el objetivo de esta grandísima producción capitaneada por Sam Lake.
No podemos negar que lo primero que llamó nuestra atención es su espectacular acabado gráfico; seguramente muchos nos preguntamos al principio si realmente esos escenarios donde no se mostraba a nadie pertenecían a la vida real o al motor del propio juego. Coquetear con el fotorrealismo es algo que se les da genial, y aquí los tiroteos no tienen ningún tipo de comparación con el resto de apuestas similares, pues si a ello sumamos esa paradójica capacidad de modificar el tiempo y correr como si con nosotros un fuese la cosa mientras todo a nuestro alrededor está completamente parado es alucinante.
Pero claro, toda esa espectacularidad visual debe ir acompañada de una buena jugabilidad, que sepa dar la mano a ambos motivos y se conjuguen entre ellos, porque de nada sirve que podamos congelar algunos objetos si luego simplemente tenemos que ver cómo avanza la película.
Variedad jugable, muchas posibilidades
Por suerte, parece que tendremos incluso escenas de acción plataformera, en la que la atención será clave para no perdernos y terminar siendo derrotados; hay puzles, tiroteos muy variados y cierta cobertura en los escenarios. El problema, al menos en lo mostrado en Colonia, es que se trata de un juego algo lineal, sin muchas bifurcaciones o formas de avanzar más que la que Remedy tiene inicialmente pensada. Aunque nos han asegurado que algunas decisiones determinarán ciertos hechos de la historia, no da la sensación de tener toda la potestad posible para completar las misiones, y hoy día puede jugarle una mala pasada dentro de la crítica especializada.
Eso sí, jugablemente tiene toda la pinta de ser muy entretenido; las habilidades nos hacen estar algo "overpowered", así que sentiremos mucho control sobre nuestro personaje y ante el entorno, muy interactivo. Prácticamente todo puede ser modificado, lo cual reduce considerablemente la sensación de dependencia que apuntábamos anteriormente. En total, conocemos cinco habilidades para el protagonista; algunas de ellas servirán para detener balas, otra para correr mientras el tiempo está detenido, congelar el tiempo en según qué momentos o una especie de proyectil que rompe, casi literalmente, le progresión natural del tiempo.
Prometedor y ambicioso, algo que puede salirle caro
No da la sensación de que 'Quantum Break'' vaya a ser un juego precisamente largo, que perfectamente se podrá finalizar en algo más de 10 horas, pero a decir verdad todo lo mostrado estaba en un estado muy cercano a lo que podremos encontrar en las tiendas el próximo año 2016, sin fallos evidentes y muy sólido en todas sus facetas. Tanto Remedy como Microsoft confían en este proyecto, que en caso de seguir por este camino puede convertirse en uno de los huesos duros de roer en la presente generación.
Audiovisualmente es de lo mejor que hemos visto jamás en consola, siendo mi única preocupación que argumentalmente no deje de ser una película que superponga estos valores cinematográficos sobre la propia jugabilidad, que promete sobre el papel. Queremos que 'Quantum Break' sea un gran videojuego con matices del séptimo arte, no al revés. Definitivamente, se ha ganado nuestra confianza, y todo apunta a que se acerca uno de los grandes del próximo año.