El 8 de Agosto 2015 | 18:33
En el E3 Faith nos dejó a medias; todos queríamos que el nuevo título de Electronic Arts que tanto sorprendió en la pasada generación -especialmente cuando el paso de los años le fue poniendo en el sitio que se merecía-, pero 'Mirror's Edge Catalyst' se mostró de una forma bastante superficial y sin enseñarnos gameplay puro, que es lo que todo espectador de la feria angelina se esperaba.
Ahora, en la Gamescom, la cosa cambia. La conferencia de Electronic Arts en la Gamescom 2015 no solamente ha supuesto la confirmación por Europa como una de las piedras angulares de la industria, sino que también ha consolidado muchos de los proyectos que no se habían terminado de perfilar correctamente en el E3.
Ese título de 2008, esa forma tan diferente de ofrecer una experiencia en primera persona donde el parkour era un elemento intrínseco en la jugabilidad y el dinamismo se sentía con prisa; un aderezo de tensión que le sentaba a las mil maravillas y nos situaba en un contexto con miles de preguntas. Con 'Catalyst' se ha querido tomar esa base y evolucionarla, hacerla más variable y abierta, mucho más amplia de lo que podríamos haber imaginado en el original.
Este abanico de posibilidades jugables hace que, por todo lo que hemos visto, podamos referirnos a una secuela digna de no llevar un '2' como apellido, pues no quiere ser la continuación del original, sino una reinterpretación pulida del concepto, con más identidad tanto visual como en esencia.
El acabado visual está a la altura
Técnicamente se ve brutal, no cabe duda de ello; ahora tenemos muchos más colores, dejando descansar a los rojos y los blancos que casi monopolizaban el entorno y nos iban guiando dondequiera que estuviésemos. Esta vez habrá que usar más la intuición, escoger una entre varias vías de paso, investigar a la vez que luchamos... Hablando de combates, por lo que se ha mostrado en la feria germana da la sensación de que será más profundo que el original. Muchos podrán catalogarlo de egoísta, pues podrían esperar todavía más evolución más cambio; sin embargo creo que se ha medido con sutileza hasta qué punto esto sigue siendo 'Mirror's Edge', ya que si no se trataría de algo totalmente diferente.
Tras ser liberada del centro de detención mostrado en el E3, Faith escapa y sin saberlo realmente terminará convirtiéndose en una catalizadora, lo cual detonará una suerte de revolución donde ella será la heroína. La ausencia de tiempos de carga es también algo que se agradece; no sabemos si se mantendrá así en toda la aventura, pero no nos corta en los momentos clave y es un punto muy positivo para el producto.
Habrá también misiones paralelas que abrirán un mundo paralelo de posibilidades, con pruebas que serán la típica contrarreloj hasta escaladas imposibles. Todo ello son elementos desafiantes y que alargarán la experiencia de juego más allá de la aventura principal, cuya duración personalmente me preocupa especialmente, y es que el original era un visto y no visto, dejándonos con muchas ganas de más.
En juego
Ahora sí, vayamos al apartado jugable, que es lo que todos estamos esperando se haya mejorado exponencialmente. ¿Continuista? Muchísimo; ¿es eso malo? No lo sabemos. Con lo que se ha mostrado hasta ahora, ese gameplay de 5 minutos y lo que nos han dejado probar en el booth de EA de la Gamescom, 'Mirror's Edge Catalyst' se postula como una agradable sensación de jugar a algo que ya conocemos pero tremendamente evolucionado. Estos 8 años de lapso que habrá entre la obra original de DICE y ésta le han servido para renovarse, y personalmente recomiendo a todo poseedor de una PlayStation 4, Xbox One y un buen PC que le hagan sitio, porque vienen curvas. El motor Frostbite 3.0 se ha convertido en un hueso duro de roer y desde DICE se ven las dotes que les han llevado a estar donde están ahora.
Pueden pegársela muy fuerte si no respetan la esencia pura a nivel jugable y lo convierten en un juego de acción pasillero, pero pocas cosas nos hacen pensar que irán por esos derroteros. Una de las IP más sorprendentes de la pasada generación aterrizará el próximo 26 de febrero, y lo hará muy justo, pero el género de los plataformas en primera persona se merece una nueva oportunidad, y depende de sí mismo. ¿Cumplirá Faith con su cometido? Muy buenas sensaciones por ahora.