Norman Reedus, Mads Mikkelsen, Guillermo del Toro, Léa Seydoux, Lindsay Wagner, Margaret Qualley, Troy Baker, Tommie Earl Jenkins y Nicolas Winding Refn... Podría ser el reparto de una superproducción de Hollywood. Pero no, no estamos ante una película. Se llama 'Death Stranding', llega el próximo 8 de noviembre a PlayStation 4 y al frente está nada más y nada menos que Hideo Kojima, el creador de una de las franquicias más laureadas de todos los tiempos como es 'Metal Gear Solid'. Uno de esos creativos que no dejan títere con cabeza cuando sacan a relucir su ingenio, decidido a conquistarnos a todos con el proyecto más ambicioso de todos: el suyo.
Los lazos que nos unen
Apenas varias semanas después de quedarnos en shock delante de la pantalla mientras sonaba 'I'll Keep Coming' (Low Roar) durante aquella noche de verano, el excéntrico creativo insistió reiteradas veces sobre los hilos, conexiones o vínculos. Su visión de futuro no es demasiado esperanzadora, ya que el mundo que exploraremos a los mandos de Sam Bridges nos muestra un futuro distante realmente desolador. Una inquietante y perfecta fusión entre destrucción y belleza. Sea como fuere, Kojima asegura que su proyecto nos ofrecerá algo sin precedentes en lo que a la unión entre jugadores se refiere. Tan críptico como los detalles más íntimos de sus historias, durante los últimos meses nos ha dejado alguna que otra pincelada sobre las peculiares características en línea del título. No vamos a jugar junto a un amigo en persona, pero, de algún modo, tendremos noticias suyas.
Nadie puede negar el atractivo que rodea tanto a la temática del juego, como a la atmósfera recreada. Resulta difícil de creer que, en el fondo, lo poco que hemos visto de 'Death Stranding' se sienta orgánico y medianamente ¿normal? Especialmente después de ver una pila de peces muertos a nuestros pies, esa gigantesca entidad que se muestra brevemente y se pierde en el horizonte o los individuos que levitan sobre el mar, entre otros elementos que difícilmente podríamos tratar de explicarle a alguien. De algún modo, Kojima ha sido capaz de transmitirnos lo que él mismo afirma al hablar de Sam, ya que "no estamos ante ningún superhéroe; no tiene poderes ni es un soldado de élite. Solo es un trabajador. Un profesional".
Cualquier seguidor de Kojima sabe perfectamente que el japonés no da puntada sin hilo. Todas sus historias ocultan —y evidencian— un mensaje. Lo hemos visto más de una vez mediante las diferentes entregas de la saga de Solid Snake y vamos a verlo una vez más en 'Death Stranding'. Salvo sorpresa, resulta evidente que el título nos invitará a reflexionar sobre uno de los temas más complicados de tratar del Siglo XII: el avance tecnológico. Tan necesario... y tan tóxico. La particular visión de futuro del creativo nos muestra un mundo arrasado por motivos desconocidos, en el que no hay rastro de superpoderes o bestias de fantasía, sino una estructura tecnológica propia de las mejores obras de ciencia ficción.
He de confesaros algo: me declaro culpable de haber pensado que el próximo mes de noviembre veríamos más «vídeo» que «juego». Tal vez por el escaso goteo de información ofrecida por Kojima Productions. Tal vez por el acentuado enfoque cinematográfico que destila el proyecto. Sin embargo, hace apenas unos días volví a quedarme en shock delante de la pantalla. Esta vez sonaba 'Path' (Apocalyptica) cuando, para mi sorpresa, el juego fue mostrado haciendo gala de una sorprendente variedad de mecánicas: acción, exploración en mundo abierto, sigilo, acciones contextuales... No es fácil encasillar a este juego —por ahora— en un género determinado. No obstante, la realidad es que estamos ante una propuesta muy prometedora. Además, por si queda algún despistado en la sala, no conviene olvidar que Kojima viene de brindarnos 'Metal Gear Solid V: Tha Panthom Pain', un título excelso en lo que a jugabilidad se refiere.
Necesitamos 'Death Stranding', aunque no sabemos por qué
El videojuego es un espacio en el que la diversidad es la reina del baile. Son muchas las diferentes propuestas que han proliferado durante los últimos años, incluidas aquellas que pretendían salirse de las reglas establecidas por la propia naturaleza del medio. Entre todas ellas, muchos jugadores —entre los que me incluyo— disfrutamos de eso que habitualmente definimos como «fumada». Esas ideas íntimas de un autor empeñado en trascender en el tiempo. No importa si hablamos de David Lynch, Yoko Taro, Andréi Tarkovski, Hidetaka Suehiro "SWERY65", Stanley Kubrick o del propio Hideo Kojima; todos son capaces de marcar a sus seguidores con una huella imborrable.
Porque son mejores o peores, pero son diferentes. Ese tipo de producto al que solemos colgar el sambenito de «o lo amas o lo odias». Algo muy similar es lo que sucede con 'Death Stranding', ya que no hay nadie capaz de lanzar una predicción sobre el devenir de su historia. Ni siquiera hay una sola persona capaz de explicar algo tan simple como «de qué va esto» ... Pero todos hablan de él. No, nosotros tampoco sabemos explicar qué esperamos del juego, pero, al igual que todos vosotros, nos morimos de ganas por despertarnos un día y que el calendario marque el 8 de noviembre. Todavía tendremos que esperar un poco más, pero nunca olvidéis que el mañana está en vuestras manos.