Soy jugador de 'Dead Island' en sus entregas tradicionales, es más, es un juego que me gusta particularmente: zombies, perspectiva primera persona, sensación de agobio, toques roleros, cooperativo... un juego con los ingredientes necesarios para tenerme amarrado a la pantalla un puñado de horas. Sin embargo, cuando leí las primeras informaciones acerca de 'Dead Island: Epidemic', un MOBA caracterizado en el mundo de 'Dead Island', no tuve muchas esperanzas.
¿Por qué un MOBA de 'Dead Island?
Otros juegos en ciernes caracterizados dentro del género MOBA, como 'Heroes of the Storm' o 'Infinite Crisis', parecen tener más sentido en la medida en la cual, reciclen o no la fórmula, van a tener como gancho un elenco de héroes bien conocidos por todos. Sin embargo, 'Dead Island' no es un juego que se haya preocupado nunca por crear personajes carismáticos, o reconocibles, no es un juego con una iconografía que justifique un elemento de fan service. Entonces, ¿qué sentido tiene hacer un MOBA de 'Dead Island'? Lógicamente aprovechar el tirón de una marca conocida para abrirse camino en el competitivo sector de los F2P, pero además de esto, el apocalipsis zombi en una isla paradisíaca es un escenario que le sienta sorprendentemente bien a un género que tenemos tan vinculado con la épica como el MOBA. Las propias screenshots nos dicen lo que es 'Dead Isand: Epidemic' casi con su acabado cartoon, es un juego divertido, directo y accesible.
Los modos de juego
'Dead Island: Epidemic' no reinventa la fórmula, los elementos que dibujan el género MOBA, joven pero asentado, están muy presentes en las entrañas del título. Sin embargo, tampoco replica la estructura de 'League of Legends' en escala 1:1 apostando por dos modos de juego diferentes, y arrebatando el protagonista al héroe para volcarlo sobre las armas.
Sobre el modo horda poco hay que decir, porque es un clásico. Nos unimos a un equipo de supervivientes y tenemos que sobrevivir a diferentes tramos de un escenario, para acabar con un final boss de fase que nos lo hará pasar seguramente bastante mal. Este modo de juego es un buen medio para farmear objetos, y también de echar una partida desenfadada con amigos.
El modo competitivo, aquí está la chicha, es un conquista de banderas a tres bandas. Tres equipos cruzados en un escenario circular, con límite de tiempo y bots para progresar habilidades. Al no haber una "base" a defender por cada equipo, y consistir en la conquista de diferentes zonas repartidas por el escenario, la estructura de los enfrentamientos es muchísimo más abierta que en otros juegos del género, lo que abre la puerta de acceso y hace que a 'Dead Island: Epidemic' haya que jugar de una manera diferente que a otros del género. Algo desagradable, y que aún no llego a comprender la razón por la que sucede en la mayoría de juegos de este género, es esta pequeña comunidad de la beta cerrada ya comienza a ser bastante dura. En este primer contacto dentro del marco competitivo, los insultos y discusiones nos han acompañado en nuestra andadura.
El banco de trabajo
Más allá de los modos de juego, seguramente lo mejor de 'Dead Island: Epidemic' es que toma un elemento consustancial a las entregas tradicionales de 'Dead Island', las mesas de trabajo. En las partidas de 'Dead Island: Epidemic' iremos obteniendo diferentes materiales que nos servirán para en la mesa de trabajo potenciar nuestro inventario. Hay armas y utensilios de todos los tipos y colores, algunos muy originales. Esto vuelca buena parte de nuestro progreso en el juego sobre la gestión de inventario, además de la variedad de héroes. Este elemento de crafteo - farmeo, para mí, junto al apartado gráfico del que hablaré ahora, es lo más interesante del título.
A nivel gráfico creo que es un acierto en todos los sentidos. El nivel de detalle no subirá los grados de nuestra tarjeta, pero su apartado artístico, cartoon y plástico, sí lo veo como un rotundo acierto.
'Dead Island: Epidemic' no es una fórmula que arriesgue, ni vaya a reinventar un género. Toma elementos de los MOBA, de 'Dead Island', de otros juegos multiplayer, los mezcla, y genera un título free-to-play sorprendentemente interesante. A falta de que el juego salga de las fases de beta y poder jugar a la versión final, por ahora el juicio es que es un título divertido.