Análisis: 'Yono and the Celestial Elephants' para Nintendo Switch, humildad y carisma

El razonamiento del mundo antiguo por parte de la humanidad en tiempos lejanos es habitualmente utilizado para dar matices y así enriquecer numerosas historias modernas. El décimo arte tampoco se salva de esta práctica, siendo los juegos indies, los RPGs y algún que otro proyecto más aquellos que beben frecuentemente de este folclore ancestral. 'Yono and the Celestial Elephants', que acaba de llegar a Nintendo Switch y PC, es uno de estos ejemplos, un videojuego de aspecto encantador que recoge la creencia hindú de una Tierra plana sostenida por elefantes para adaptarla a una sencilla historia que encierra interesantes reflexiones.

Un elefante con cosas que decir

Este modesto proyecto nace de Niklas Hallin, un joven creador procedente de la ciudad sueca de Gotemburgo. Él es responsable de Neckbolt Games, una modesta compañía independiente que cuenta con otros modestos proyectos como 'Belladona', una aventura para PC, los puzles 'Machinata' y 'Wolf Sheep Cabbage' y el juego espacial 'Hyperion IV'. Sus inquietudes como creador de videojuegos bebe de la industria, pero también de otros medios como la literatura y la filosofía. Todo esto se ve claramente reflejado en 'Yono and the Celestial Elephants', que sin dejar de ser una historia sencilla y colorida, logra ir más allá para plantearnos cuestiones como la codicia humana, el multiculturalismo y la decadencia de la monarquía en favor de una democracia. Probablemente estaréis alucinando si previamente habíais visto las imágenes del juego en alguna noticia, o bien en las plataformas digitales Steam y Nintendo eShop, pero creedme que me sentí igual de sorprendido tras ver estos sutiles mensajes en los que no se profundiza mucho debido a la naturaleza del juego pero que aparecen de manera natural.

Si bien el juego ha sido comparado continuamente con 'The Legend of Zelda' por ser una aventura donde puedes romper jarrones para obtener salud y dinero, lo cierto es que poco o nada tiene que ver con la célebre franquicia creada por Shigeru Miyamoto y Takashi Tezuka. Sus influencias más claras vienen de un proyecto más modesto, pero que en su momento logró cautivar a jugadores de toda una generación: 'Little Big Adventure'. De él hereda todo el concepto de desarrollar temas más serios a raíz de un punto de partida mucho más colorido e imaginativo, así como el sistema de sencillos pero gratificantes puzles que se van dando a lo largo de toda la aventura. En las dos aventuras protagonizadas por Twinsen se mostraba un mundo donde cuatro razas inteligentes conviven en paz -colineses, elefos, conejunos y burbujos-, y es también en esta franquicia desarrollada por la extinta Adeline donde se muestra un conflicto dictatorial que busca acabar con la soberanía y armonía del pueblo.

Si bien en 'Little Big Adventure' nos ponemos en la piel de una de las cuatro razas para comprender más a fondo las costumbres de cada una de ellas, 'Yono and the Celestial Elephants' nos muestra la historia desde un prisma distinto: el de un pequeño elefante que cae del cielo como figura protagonista de la profecía y que desconoce absolutamente todo lo que le rodea, como el turista que viaja a ciegas hasta un país extranjero sin haber tomado previamente unas pocas referencias. En la brevedad del juego todas las razas presentes quedan muy bien definidas y con mensajes que transmitir al jugador, siendo la humana la que requiere de menor dedicación ya que es la que nos representa.

Un mundo basado en puzles

Durante la aventura recorreremos pintorescas ciudades y escenarios temáticos que contrastan entre sí, un recurso habitual en los juegos más coloridos que tiene como referente a clásicos como 'Super Mario Bros. 3'. Ciudades verdes, campos otoñales, lugares industrializados y oscuras cuevas bajo tierra son algunos de los ejemplos que veremos a lo largo de esta aventura. La exploración no es muy compleja, complementándose con sencillos puzles que nunca llegan a ser un reto pero sí que aportan al jugador la satisfacción de haberlos resuelto, teniendo como recompensa poder avanzar una pantalla más. Las ciudades son puntos clave en la aventura, pues será en ellas donde se desarrolle la historia y nos sean encomendadas diversas tareas de recadero legendario, llegando a hacer tareas tan dispares como llevar ramos de flores para unir a dos tortolitos o llevarle a un Esquelético la caja de música de su difunta amada para que pueda despertar su talento oculto. También será en las ciudades donde se nos dirija hacia la mazmorra que encierra el problema que afecta a aquel lugar, y cuya compleción nos permitirá avanzar hasta nuestro próximo destino. Como extras tenemos la posibilidad de recolectar dinero para decorar a Yono con diferentes texturas o buscar palabras perdidas que nos ayuden a completar los libros que hablan sobre la historia de los seis elefantes que precedieron a Yono.

Combates prescindibles

Si bien no puede saltar, Yono es capaz de realizar acciones como empujar objetos, realizar placajes y utilizar su trompa para soplar, recoger agua o cacahuetes e incluso adquirir habilidades de un solo uso como escupir fuego. Ocasionalmente nos veremos obligados a librar combates contra criaturas hostiles mediante un sistema poco gratificante y tan anecdótico que su presencia llega a resultar molesta. No hay estrategia o progresión alguna en este tipo de enfrentamientos ya que todo se resume en soplar para mantener alejado al enemigo y realizar un placaje para dañarlo. Si retirásemos estos combates del juego no los echaríamos en falta y la experiencia de juego no se vería resentida ya que la resolución de puzles aportan todo lo que el juego necesita. No obstante, cabe matizar que los combates contra jefes sí aportan una experiencia positiva, ya que son una suerte de puzles que nos obligan a observar el escenario para dar con la clave que nos permita derrotarlos. Lástima que haya tan pocos en el juego.

'Yono and the Celestial Elephants' es una aventura breve, algo que hay que tener en cuenta si está en vuestro listado de posibles compras. Tras comenzar la partida completaremos la historia en tan solo un par de días, pero la experiencia que ofrece, siendo modesta, resulta gratificante. Es un juego especial, con carisma, que padece de algún que otro glitch y pequeños errores de diseño en determinados mapas -como colocar una puerta de salida cerca de una zona habitual de tránsito a la hora de resolver un puzle-, pero que sabe exprimir su duración para sorprender. No obstante, pese a lo recién mencionado también creo que de haberse ampliado su contenido con un par de ciudades y jefes adicionales el juego podría llegar a destacar más en lugar de quedar como una simpática y efímera anécdota.