Nippon Ichi es uno de esos estudios fetiches para los amantes de la cultura japonesa, y es que sus obras suelen verse por estos lares, tales como 'The Witch and The Hundred Knight', 'Disgaea' o 'Hyperdimension Neptunia', son rarezas muy diferentes a la que hoy nos ocupa. La mayoría de ellas son coloridas, de estética deformed alguna de ellas todas ellas con mucho sentido del humor... pero 'Yomawari: Night Alone' es todo lo contrario. Y es que aunque en los últimos años hayan sido estudios occidentales los que más han hecho por el género del terror, independientes la mayoría de ellos, hay que recordar que fue en Japón donde comenzó a popularizarse el survival horror. No solo las célebres 'Resident Evil' o 'Silent Hill', sino también otras como 'Project Zero' o 'Siren', que fueron capaces de recrear el terror nipón más puro de fantasmas con malas intenciones.
'Yomawari: Night Alone' viene a recordar aquellos videojuegos, con una propuesta donde la acción, al igual que entonces, brilla por su ausencia, y donde la exploración de un pequeño mundo abierto es lo que más cuenta. Acompañemos a esta pobre niña en búsqueda de su hermana y su perro por la ciudad.
Es esta niña, anónima, la protagonista de 'Yomawari: Night Alone', la cual pierde a su perro durante un paseo nocturno. Su hermana mayor, preocupada, sale en su busca, pero llega la mañana siguiente y esta aún no ha vuelto. Cuando nuestra protagonista sale a la calle en busca de ambos, todo ha cambiado, y la ciudad está repleta de monstruos a los que evidentemente, no tiene manera de hacer frente. La indefensión es una constante durante todo el juego, así como la muerte.
Al igual que ocurre en muchos títulos donde el protagonista no está preparado para la acción, los únicos recursos de nuestra niña son correr y esconderse. El gatillo derecho en PS Vita sirve para acelerar el paso, gastando una barra de energía que conviene no desperdiciar en paseos tranquilos, ya que en cualquier momento puede hacer aparición un enemigo y esa barra nos será más necesaria. La presencia de un fantasma hace que el latir del corazón se acelere y con él, la energia disminuya más rápido, convirtiendo estas persecuciones en los momentos más tensos del título, apurando siempre nuestra stamina para poder huir con éxito. Afortunadamente no es la única opción, y a lo largo y ancho del escenario encontraremos carteles y arbustos donde poder da esquinazo a los fantasmas, aunque si están demasiado cerca se percatarán y permanecerán cerca de nuestra posición siendo ya cuestión de tiempo que den con nosotros.
Otra de las herramientas para esquivar enfrentamientos es la de pasar de puntillas cerca de algunos fantasmas sensibles al sonido. También algunas piedras que podremos recoger por el camino nos ayudarán a despistarlos, pero en general, no es sencillo. Aunque es cierto que los diseños de los enemigos no están especialmente inspirados, sí que hay mucha variedad de ellos, y cada uno con su patrón diferente de ataque o movimiento. Esto no provoca sino que caigamos contínuamente, por culpa del desconocimiento de lo que tenemos enfrente y por qué no decirlo, porque la aparición de algunos de ellos es aleatoria, siendo muchos de ellos excesivamente rápidos para nuestra protagonista. 'Yomawari: Night Alone' tiene mucho de ensayo y error, y en muchas ocasiones erraremos varias veces en el mismo lugar, algo a ratos desquiciante.
Esto se acrecenta con la presencia de algunos espíritus a los que simplemente, no es posible evadir. Estos son especialmente agresivos, y de los cuales no podremos escondernos, solo podremos explorar con gran angustia hasta hacernos con una pista u objeto que provoque su desaparición.
Afortunadamente contamos con la ayuda de las estatuas de Jizou, repartidas por la ciudad y las cuales, si les ofrecemos una de las numerosas monedas que encontraremos, nos permitirán no solo guardar la partida, sino también hacer viaje rápido hasta otra de ellas. Esto no es una característica que haya que despreciar, ya que el entorno tiene una extensión considerable, laberíntica, y la cual la cámara no ayuda demasiado a explorar, pero en general, es un aspecto del juego muy satisfactorio. 'Yomawari: Night Alone' tiene mucho, muchísimo, de exploración del entorno, y consigue transmitir la sensación de no querer avanzar por no querer descubrir algo desagradable. Es un gran logro, sin duda, teniendo en cuenta el tono cartoon que tiene el juego en general e, insisto, el diseño de los enemigos, rara vez aterradores.
A pesar de sus defectos, como cierta repetitividad en sus mecánicas, 'Yomawari: Night Alone' consigue ser un título solvente que consigue transmitir terror gracias a los siempre incordiantes enemigos, que no escasean precísamente. Aunque estos enfrentamientos no sean del todo satisfactorios, sí lo es, y de manera acertadísima, la exploración del mapa, el cual se abre a medida que descubrimos nuevos lugares, y que contiene numerosos secretos, tanto para continuar con el juego como para descubrir más sobre la trama. Se revela como un videojuego desafiante en ocasiones, y con más virtudes que defectos, siendo estas las primeras mucho más destacables que las segundas. Un oasis en el actual desierto de PS Vita.