El 14 de Noviembre 2016 | 12:21
Recuerdo con cierto cariño el primer 'Watch Dogs' ya que me descubrió una canción fantástica de los Smashing Pumpkins incluida en su banda sonora, "My love is winter". No me pareció un mal juego en absoluto, pero recordarlo por eso no dice mucho de él, y es que probablemente fue el primer juego controvertido de una larga lista de juegos controvertidos en esta generación, y no siendo el único a cargo de Ubisoft. Aquel juego se mostró por primera vez de una manera apabullante, dejando a todos absolutamente boquiabiertos y expectantes ante lo que estaba por venir en las nuevas consolas, pero finalmente fue el título en el que el término downgrade tomó su máxima expresión. Lo que llegó a las tiendas fue un videojuego correcto sin más, aunque con algunos fallos de acabado y carencias en la jugabilidad que lo distanciaban mucho de los sandbox top, pero lo que más enervó al público es que la versión final estaba lejos de parecerse a la mostrada en aquel ya lejano E3 de 2013. Para colmo, luego llegaría 'Assassin's Creed Unity', que no ayudó a mejorar las cosas precísamente...
Sin embargo, de un tiempo a esta parte, tengo la sensación de que la editora gala está haciendo las cosas de manera distinta. Ubisoft se ha olvidado de fuegos de artificio en conferencias y ha dado un giro de 180 grados en su manera de presentar sus títulos venideros. De esta forma, en el momento en que se anuncian parecen mostrarse de manera más honesta, haciendo que no alucinemos delante de la pantalla de nuestro PC con gráficos imposibles, pero sabiendo a ciencia cierta que lo vemos es lo que llegará a nuestras consolas.
Así, 'Watch Dogs 2' llega con el objetivo de limpiar el nombre de la IP, con un tono radicalmente diferente, un protagonista que nada tiene que ver con Aiden Pearce y un argumento que bebe de una de las series de televisión de más éxito en la actualidad. ¿Lo consigue? Sigue leyendo...
Un mundo conectado
'Watch Dogs 2' se ambienta en el mismo universo que el original, con numerosos guiños a aquel, incluido su protagonista Aiden Pearce, pero más allá de eso, no tiene mucho que ver. Al contrario que la primera entrega, esta secuela no trata de venganzas personales ni nada parecido, sino de un grupo de hackers, Dedsec, que quiere desvelar a todo el mundo la verdad sobre el sistema operativo ctOS, que controla todo San Francisco del mismo modo que lo hacía en Chicago. No solo se trata de cámaras repartidas por toda la ciudad, sino también de vehículos, teléfonos móviles, cajeros automáticos... Dedsec pretende alertar a la población sobre este hecho y por ello, su primer objetivo es ganar seguidores para hacerse más grande, con lo que intentan contar con uno de los hackers más brillantes de la bahía californiana: Marcus Holloway.
La trama del juego recuerda irremediablemente a 'Mr. Robot', y por ello no es casualidad que Ubisoft haya organizado una sesión de streaming con Rami Malek, protagonista de la serie, jugando a 'Watch Dogs 2', pero las similtudes terminan ahí. El tono del videojuego dista mucho de la oscuridad de la serie de televisión, así como del título original, y es que aunque los compañeros de Marcus se presenten de una manera un tanto seria, a medida que van cogiendo confianza no cesan los chascarrillos, sobre todo por parte del enigmático a la par que simpático Wrench. Este sentido del humor del que hace gala da lugar en muchas ocasiones a situaciones realmente divertidas que no hacen sino confirmar lo alejado que está Marcus del atormentado Aiden Pearce, así como San Francisco de la Ciudad del Viento.
No es el tamaño del entorno lo más destacable de 'Watch Dogs 2', pero no porque este sea pequeño, sino porque hay otros aspectos que están por encima. Sin embargo no es desdeñable, y sobre todo, la recreación de la ciudad es genial, ya que no carece de los elementos que la hacen célebre: sus cuestas, la playa, los tranvías, el Golden Gate... Todo esto bajo un clima mayoritariamente soleado (aunque el clima varía, así como el ciclo día-noche) en un escenario que puede recordar sin duda a Los Santos de 'GTA V', pero cuya mayor virtud es la de estar repleta de posibilidades para Marcus y sus compañeros.
Una de las mayores críticas para con 'Watch Dogs' fue el hecho de que no explotaba al 100% el aspecto del hackeo, algo de lo que en Ubisoft Montreal han tomado buena nota, porque prácticamente no hay nada que no esté al alcance del talento de Marcus. A todas las posibilidades de la primera entrega hay que sumarle una cantidad ingente de opciones más que pasan desde piratear los propios coches o las carretillas elevadoras hasta crear trampas con dispositivos electrónicos varios, hasta el fantástico uso del Saltarín y el dron, que servirán para acceder a zonas a las que Marcus no puede llegar o para investigar zonas antes de infiltrarnos. Son muchas, muchísimas, las maneras que tiene nuestro protagonista con su entorno, lo que aumenta exponencialmente los caminos para solventar muchas situaciones o plantea divertidas misiones en forma de puzzles basados en el entorno.
Todas estas opciones no hacen sino convertir 'Watch Dogs 2' en un juego mucho más estratégico que su predecesor, y es que tal y como hacemos en otros como 'Deus Ex: Mankind Divided' o 'Metal Gear Solid V: The Phantom Pain', el sigilo es la opción más recomendable para abordar un área restringida, y antes de ello, conviene reconocer esa zona. Esto es posible gracias a lo ya mencionado: dron, Saltarín, enlazar con la visión de una cámara a otra y así marcar enemigos, montar trampas gracias al hackeo, hacer que un coche parado se lleve por delante a alguno de nuestros enemigos... y así hasta completar una lista de acciones que hacen de este videojuego algo mucho más variado que el original.
Al igual que aquel, podremos tirar tanto del sigilo como de las armas de fuego, opción esta menos recomendable. Principalmente, porque la primera es bastante más satisfactoria y divertida, sino porque el gunplay no es precísamente lo mejor de 'Watch Dogs 2', y es que a pesar de contar con un arsenal variado, Marcus no es ningún experto tirador y más allá del apuntado automático, es realmente difícil divertirse pegando tiros.
Esta variedad se acrecenta con el planteamiento no solo de las misiones principales, sino también de las secundarias. Sabemos de antemano que las primeras serán las más interesantes y con los objetivos más peculiares, contamos con ello, pero no le van a la zaga las secundarias, sorprendentemente trabajadas, con su propio trasfondo argumental y con una línea muy fina separando unas de otras, hasta el punto que en ocasiones no sabremos si estamos haciendo una misión de la historia principal o una actividad que no tendrá ninguna repercusión sobre la trama. Evidentemente, hay algunas que no están a la misma altura, pero son las menos, y en general, deja una impresión de que ha sido este un aspecto bien trabajado en 'Watch Dogs 2'. Decimos adiós a aquellas tediosas búsquedas de códigos del primer título, por fortuna.
En definitiva, si queremos olvidarnos por un momento de la historia y distraernos con algunas actividades secundarias, tenemos donde elegir y muy bueno: búsqueda de datos clave para mejorar árboles de habilidades, misiones de conducción en un guiño simpatico a 'Driver: San Francisco', carreras de motocross, karts y drones... San Francisco es una ciudad donde las posibilidades para divertirse son muchas y muy buenas, las cuales se completan con las misiones online, que al menos en las horas jugadas para este análisis han funcionado realmente bien. A las misiones cooperativas y el hackeo, visto este en el primer título, se suman las "invasiones" que sufriremos en la partida, y de las cuales nos alertará la policía con una orden de busca y captura al jugador rival, lo que dará lugar a una frenética persecución por toda la ciudad. Y todo esto sin prácticamente interrupción en nuestra sesión de juego, lo que las convierte en actividades no solo opcionales, sino nada molestas o intrusivas.
'Watch Dogs' era esto
Sería una lástima que 'Watch Dogs 2' pagara el pato del legado de la primera entrega, porque finalmente se revela como claro candidato a sandbox del año, no solo por incomparecencia de rivales -'Mafia III'- sino por méritos propios. Marcus, San Francisco y Dedsec forman un tridente de diversión y posibilidades múltiples, así como un nuevo comienzo, esperemos, para Ubisoft, uno en el que presenta mundos abiertos con cosas de verdad interesantes por hacer y no un mapa lleno de coleccionables inútiles que recoger. Con esto, y un hackeo, esta vez sí, explotado al 100%, 'Watch Dogs 2' se convierte en uno de los juegos más a tener en cuenta para esta venidera época estival navideña.
ESTE ANÁLISIS SE HA REALIZADO EN BASE A LA VERSIÓN DE PS4
Lo mejor:
- La trama, con claras referencias a Mr. Robot, resulta interesante. - Misiones secundarias bien planteadas, con trasfondo y bien ejecutadas. - Las actividades online aumentan y mejoran con respecto al original. - Ahora sí, da gusto conducir. - Opciones de hackeo muy, muy mejoradas. - La cantidad de posibilidades a la hora de resolver muchas situaciones. - En general, mucho y buen contenido. - Arrastra pocos fallos de la primera entrega. - El tono humorístico da lugar a situaciones divertidas.
Lo peor:
- Algunas misiones secundarias están por debajo del nivel general. - Marcus podría destacar más como protagonista. - Técnicamente no supone un salto notable. - El gunplay no es especialmente brillante - Que 'Watch Dogs' no hubiera sido esto desde el principio.