Crítica 'American Horror Story: Cult', el terror de la realidad

Tras un año de espera, 'American Horror Story' ha vuelto con una temporada nueva y totalmente diferente a lo que hemos tenido hasta el momento. Si antes Ryan Murphy trataba de asustarnos con monstruos y demás seres paranormales, ahora todo lo contrario: ha optado por acudir a la más reciente actualidad para conseguir atemorizarnos. Y, una vez más, lo consigue.

'American Horror Story' suele comenzar despacio para, poco a poco, ir ganando fuerza (y perderla prácticamente toda en los dos últimos episodios, por desgracia). Pero en este caso, han comenzado bastante fuerte. Hemos de tener siempre en cuenta que el primer episodio debe servir para contextualizarnos, para hacernos una breve presentación de los personajes y mostrarnos su mundo, el que va a ser nuestro también durante unas cuantas semanas. En este sentido, el primer capítulo cumple bastante bien su cometido.

Ya sabíamos que esta temporada comenzaría hablando de la más reciente actualidad estadounidense, con las elecciones como un tema bastante importante. No obstante, como ya se explicó en el momento de su presentación, las elecciones no serían el eje de todo, sino una excusa que dará pie para introducir otras historias totalmente distintas. Gracias a las elecciones, por ejemplo, se puede hablar del tema de las fobias, sobre todo de una de las más conocidas: la fobia a los payasos. Según explicó el propio Ryan Murphy, "los diez primeros minutos de la temporada suceden de una forma muy macabra e inquietante durante la noche de las elecciones. Algo terrible ocurre en la vida de nuestros protagonistas en la noche de las elecciones a medida que ven que todo va viniéndose abajo. Por tanto es una historia de terror sobre una historia de terror". 'American Horror Story' siempre ha girado en torno a dar miedo mas, en este caso, consiguen transmitir un terror totalmente distinto, uno más cercano; un temor al futuro, a la incertidumbre, a lo que está por venir.

Payasos, Donald Trump y un país dividido

La serie comienza, como hemos señalado anteriormente, con la noche de las últimas elecciones estadounidenses. Como todos podemos recordar, se vivió de forma convulsa tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo; al ver a Donald Trump ser elegido como presidente, no fueron pocos los que se echaron las manos a la cabeza y se preguntaron qué iba a pasar con Estados Unidos.

En este caso, la serie nos sitúa en un contexto que ya conocemos y que nos es muy familiar. La protagonista principal no es otra que Ally Mayfair-Richards (Sarah Paulson, a la que ya hemos visto anteriormente protagonizando esta serie), una mujer que vive con su esposa y su hijo en una pequeña casa en Estados Unidos. Ally es una mujer con muchos problemas y una gran desestabilidad; tras el atentado del 11-S desarrolló tres fobias: coulrofobia (a los payasos), tripofobia (a los objetos que tienen patrones con agujeros o rectángulos) y hemofobia (a la sangre). Cuando sufre una crisis, todas estas fobias vuelven a cobrar fuerza, y es justo esto lo que le sucede cuando ve que Donald Trump es elegido presidente.

Ella siente cómo su realidad se da la vuelta completamente. Hasta ese momento, se sentía tranquila y segura con Obama como presidente; pero ahora ve cómo todos sus derechos básicos y fundamentales ya no tienen unos cimientos claros, y todo se vuelve inestable. Cree que en cualquier momento Trump impondrá una ley para hacer que su matrimonio ya no tenga validez, e incluso llega a temer por poder mantener a su hijo a su lado.

Pero mientras la familia Mayfair tiembla ante los resultados, en la casa de Kai Anderson (Evan Peters) todo se vive de otra forma. Porque el joven no puede estar más contento con los resultados; es justo lo que él quería, que alguien hiciera a América grande de nuevo. Kai es un hombre homófobo, supremacista, que lo que pretende es conseguir que América (es decir, Estados Unidos) esté libre de personas racializadas y de personas homosexuales y bisexuales. Su hermana (interpretada por Billie Lourd) comenzará a trabajar como niñera para la familia Mayfair, teniendo un papel un poco extraño y ambiguo; en un primer momento, todo apunta a que está compinchada con Kai. No obstante, ella misma pareció disgustada en un primer momento cuando Trump ganó las elecciones, con lo cual es un personaje que tendremos que esperar para descifrar. Eso sí: todo un placer ver a Billie Lourd actuar.

A todo esto hemos de sumarle a la trama una especie de secta (o culto, como el título nos lleva a pensar) cuyos participantes se disfrazan de payasos para atemorizar y asesinar a la población. Se ve poco de ellos en el primer episodio, pero se ve lo suficiente como para empezar a tenerles miedo. Se puede entrever, siguiendo un poco la trama, que lo que harán será atacar de forma directa a la familia Mayfair. Pero todo lo demás aún está por desarrollarse.

La realidad servirá de excusa para sembrar el pánico

Con la excusa de las elecciones, lo que nos están presentando durante esta temporada de 'American Horror Story' no es solo una historia de terror, sino también la imagen de un país que se siente absolutamente quebrado. Es lo que hemos estado viviendo desde la noche de las elecciones: un país en disputa, con ideales muy marcados y muy distantes entre sí, donde es complicado llegar a un entendimiento. Obviamente, al hablar de una serie (ficción), y sobre todo de una serie como esta, todo se exagera para que pueda dar miedo de verdad. No obstante, es un miedo real el que Ally tiene, un miedo que muchas personas padecieron los días posteriores a las elecciones.

Como siempre en esta serie, todo acabará derivando en una historia totalmente surrealista y que nos hará replantearnos la cordura de sus guionistas, pero con la que disfrutaremos cada minuto. ¿Habéis visto ya el primer episodio? ¿Qué pensáis vosotros?