Me encanta probar cualquier juego raro. Sí, ése que no tiene millones para gastar en campañas publicitarias, que no bombardea con notas de prensa diariamente, y que debe sobrevivir con el boca a boca; o, como mucho, con alguna cita en una publicación. 'Velocity' es un claro ejemplo de este tipo de juego "extraño" que no vas a ver en televisión, pero que irradia más fuerza que muchos best-sellers juntos.
'Velocity' es, para que me entiendas, un shoot'em up puro y duro. Ese título denominado comúnmente por las madres de todo el mundo como "matamarcianitos". Una nave que sube de abajo a arriba, tiros y mucha velocidad (nunca mejor dicho). Eso sí, aunque desprende el gustoso aroma de los productos antiguos, éste tiene suculentas mejoras que cambian la perspectiva tradicional.
Saltos hiperespaciales
Seré directo: si te gusta 'Gradius', 'R-TYPE' o 'Space Invaders', debes jugar a 'Velocity'. Y sí, la palabra es "debes", ya que los tres juegos mencionados arriba marcaron un antes y un después en el género, y, aunque 'Velocity' no lo va a hacer, sí que va a dejar una huella difícil de borrar en todos aquellos que lo disfruten.
Porque 'Velocity' es frenético, elemento intangible principal de este tipo de juegos. Cada fase tiene un tiempo estipulado y depende del jugador que se llegue a la meta con mejor o peor tiempo. ¿Que se hace bien? Pues medallita de oro al canto, y si no, pues una de bronce o nada. Esta fórmula es la que se repite durante 50 trepidantes misiones por intrínsecos pasadizos, donde la nave tiene una velocidad constante, pero que se puede aumentar pulsando R1. Al ser un título de scroll vertical, la clave es que la parte inferior de la pantalla no te coja nunca, es decir, siempre ir en un punto medio. Por tanto, usar la aceleración no es tan sencillo como parece y ahí radica la verdadera funcionalidad del juego.
Pero espera, que pulsar R1 sólo es para aumentar el ritmo del vehículo, ahora viene el verdadero punto fuerte del título: la teletransportación. Pulsando cuadrado sale una especie de marcador (como si de una mira en un shooter se tratase) que se puede dirigir con los botones de dirección. Este elemento es imprescindible para pasar de área, ya que en determinados momentos aparecerán vallas u obstáculos que no se puede sortear o destruir, y la única manera de pasar por ellos es teletransportándonos.
Parece una auténtica tontería, pero la herramienta anterior descrita es lo que da verdadera vida a la obra. La simbiosis de velocidad y saltos "a la velocidad de la luz" crean un producto entretenido, variopinto y difícil, sobre todo si quieres aspirar a conseguir la mejor puntuación en cada fase.
Pero ojo, que a lo anterior hay que sumarle que en cada escenario también hay enemigos y es necesario abrir fuego contra ellos, por lo que la dificultad aumenta. ¿Hay más? Sí, ya que también existen trampas en cada nivel que hay previamente que desactivar (se riza el rizo, ¿eh?).
Si tengo que darle cera al juego en algún sitio, es en dos pilares básicos. El primero es la duración. Vale que sea un título mini y que, como tal, equivalga a una pequeña producción, pero meter nuevos alicientes, más allá de 50 niveles, no habría estado mal. Como tampoco lo habría estado en tener una mayor variedad de naves, armas o enemigos. Sólo hay una lanzadera, las armas suelen ser 2 ó 3 como mucho en cada nivel, y los enemigos son repetitivos (y más jefes finales, que eso da emoción).
Quitando el párrafo anterior, 'Velocity' es pura adrenalina y diversión. Además, no se me puede pasar por alto mencionar el apartado gráfico y sonoro, que son pura magia y reminiscencias al pasado. Pantallas coloristas, bordes marcados, sprites gigantescos… Todo evoca a esos títulos de 8-16 bits que llenaban las tiendas antiguamente. El sonoro también consigue "transportarte" (y ahora más que nunca) a esa década pasada, gracias al sonido simple y característico de por aquel entonces.
'Velocity' está en la PlayStation Store y puede ser descargado tanto por jugadores de PS3, PSP o PS Vita. Después de probar el juego tanto en PS3 como PS Vita, me quedo con la versión portátil: los gráficos son más vistosos en una pequeña pantalla y los colores lucen bastante mejor. No obstante, da igual dónde lo juegues, lo importante es que tienes que hacerlo.