El 18 de November 2011 | 10:18
Los videojuegos actuales adolecen de un serio problema que ha ido creciendo a lo largo de los años: cuanto mayor es la calidad visual menor suele ser la profundidad de historia y jugabilidad. Cuando aparecieron las primeras imágenes de 'Uncharted 3: La traición de Drake' uno se da cuenta al instante de que se encuentra ante un juego que visualmente dejará con la boca abierta, el temor por encontrarnos ante una historia plana y sin interés estaba justificado.
Pero Naughty Dog echa por tierra todos los miedos y consigue, por fin, lo que es muy complicado de lograr: la alta calidad tanto por fuera como por dentro del juego. Nathan Drake regresa más épico que nunca con una aventura que disfrutaremos como la mejor de las películas.
El estudio ha decidido que, tras dos juegos muy queridos, era momento de darlo todo. El personaje ya era conocido y las bases estaban puestas. Con 'La traición de Drake' han querido darle al protagonista el largometraje que siempre se ha merecido, el Indiana Jones moderno encabeza el reparto de una aventura con muy buenas actuaciones y un guión muy cuidado.
Si ya es complicado encontrar hoy en día una película con un buen guión, en videojuegos muchas veces se trata como algo secundario porque lo importante es jugar. Sagas como 'Final Fantasy' demuestran que calidad técnica y trabajo creativo en trama y personajes no están reñidos. No sólo conocemos más sobre Nathan y su amigo Sully sino que aprovechan uno de los clichés para el villano que mejor funciona: la señora malvada y misteriosa. Marlowe es un gran añadido a la serie, el típico enemigo que invita a perseguir y a vencer, y que aporta mucho a todo el aire peliculero del juego de aventura.
El toque de relación con la historia real, el papel de Lawrence de Arabia, las reliquias... Todo recuerda mucho precisamente a las cintas de Harrison Ford. Es evidente que bebe mucho del arqueólogo y su látigo, pero lo hace manteniendo lo suficiente las distancias y, obviamente, ofreciendo una mayor interactividad con la historia.
Un viaje muy variado
En el apartado de las localizaciones, tras dos entregas algo estancadas los chicos de Naughty Dog quieren ponernos extremos. Si pretendían mostrarnos de lo que son capaces, lo han conseguido. Un oscuro Londres, el incendio del chateau francés, el cementerio de barcos, el desierto... A cada lugar nuevo que vamos más sorprendidos quedamos por la calidad visual y sobre todo los juegos de luces que ofrecen un realismo sin igual.
Si a eso le sumamos la renovación del motor gráfico con un mejor tratamiento del fuego, la arena y escenas muy complejas como las que transcurren subidos a un barco, parece que no hay ningún cabo suelto. Manejando a Nathan descubrimos que así es, cada detalle está muy cuidado. Pequeños movimientos como el subir y bajar escaleras o el apoyarse en la pared al andar pueden resultar nimiedades, pero son el típico plus que merece la pena resaltar, pocos se habrían parado a diseñar cosas tan puntuales.
En el terreno jugable no presenciamos novedades interesantes. Tampoco las necesita, un juego de aventuras tiene que mostrar dos tipos de escenarios: los puzzles y la acción. Ambas las tenemos, con un nivel de dificultad aceptable aunque algo corto para los más veteranos en la saga. Momentos más intensos como persecuciones o situaciones puntuales rompen la palpable rutina, pero en esencia si tuviera que hacerse un juego con el alma de Indiana Jones, 'Uncharted' llega a superarlo.
Los combates crecen con un mayor peso del cuerpo a cuerpo, de nuevo con animaciones inimaginables. El sistema de apuntar es muy de andar por casa, pero los que no buscamos un shooter nos dará situaciones críticas en las que a veces será muy difícil salvar una emboscada en la que el número de enemigos es hasta excesivo, pero sólo necesitaremos paciencia. Un amplio abanico de armas con poca diferencia entre ellas hace que este segmento sea algo básico, pero que esté compensado perfectamente con la historia.
Oscar a mejor guión original
Es precisamente el guión el que nos mantendrá pegados al sofá, queriendo casi un bote de palomitas antes que el mando, muy bien escrito aunque algo corto. Con flashbacks y un pequeño Nathan incluido, esta historia es también un homenaje al personaje de Sully, si estamos encariñados con los personajes 'Uncharted 3' nos tocará en muchas ocasiones la fibra sensible.
En el modo online el juego ha dado un gran salto con respecto a 'Uncharted 2: El reino de los ladrones'. Igualmente pensado como extra de la historia principal, nos dará ratos mucho más entretenidos y desenfadados de lo que solemos estar acostumbrados en una partida en red. Los potenciadores y demás eventos durante el multijugador ayudan mucho a mejorar lo ya visto, y a los que se les atragantan los shooters pueden encontrar en 'Uncharted' una buena manera de iniciarse en el juego mundial.
La sensación de película no termina con el apartado gráfico o la trama. Una excepcional banda sonora digna de un John Williams también merece ser destacada, al igual que el doblaje español que ya es seña de identidad en la franquicia.
'Uncharted 3: La traición de Drake' es un gran juego, uno de los mejores sin duda, pero sobre todo supone el crecimiento de Naughty Dog a uno de los mejores estudios de la actualidad, que son capaces de arriesgar y de trabajar en cada mínimo detalle para dar una experiencia no sólo vistosa sino entretenida y fluida. La tercera travesía de Nathan Drake es difícilmente superable, y rompe las barreras entre un gran videojuego y una gran película. ¿Serán capaces de superarse o ha llegado PlayStation 3 a su límite? El tiempo lo dirá, pero visto el crecimiento exponencial que ha tenido esta saga, parece que son capaces de mejorar lo que parecía inmejorable.
Lo mejor:
Un gran guión. Marlowe como villana. Gráficos de altísima calidad. Los pequeños detalles. Las localizaciones. Crecimiento multijugador.
Lo peor:
Acción algo monótona y básica. Multijugador como mero extra. Linealidad. Dificultad poco desafiante.