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Crítica 'The Young Sheldon': bienvenidos a la infancia de Sheldon Cooper

Bienvenidos a la infancia de un genio: 'The Young Sheldon' sorprende por su frescura y su ternura.

Por Maribel Baena 27 de Septiembre 2017 | 21:55

Antes de comenzar a hablar de 'The Young Sheldon', quiero poneros en contexto para que comprendáis a qué crítica os vais a enfrentar. Empecé a ver 'The Big Bang Theory' hace muchos años, y la abandoné hará dos porque su trama ya no me entusiasmaba; aún así, he ido siguiendo la historia (pese a no ver los episodios de forma continuada) y he ido viendo algunos así, esporádicos. Y he de admitir que esta última temporada, vista desde lejos, me parece bastante buena; he visto momentos que me recordaban de verdad a los originales, que me hacían recordar por qué empecé a verla. ¡Y tengo pendiente retomarla!

Cuando escuché que iban a hacer una precuela, mostrándonos la infancia de Sheldon Cooper, me eché a temblar. Suelo ser muy negativa en todos estos temas, y tiendo a creer que cuando algo se alarga demasiado, o se estira en exceso, siempre va a acabar mal. Pero en este caso me han demostrado que no siempre tiene por qué ser así, y que, en ocasiones, alargar algo puede dar buenos resultados. Porque el pequeño Sheldon, con toda la ternura del Sheldon que ya conocía pero amplificada por su edad, ha sido de lo mejor que he visto en todo septiembre.

Es como si realmente estuviéramos ante la infancia de un personaje al que le hemos ido cogiendo mucho cariño, y por motivos obvios. Sheldon, en 'The Big Bang Theory', es un hombre que, pese a su falta de tacto a la hora de relacionarse con la gente, tiene unos valores muy asentados. Cree firmemente en la ley, en que se deben cumplir unas pautas para que la vida de todo el mundo sea más fácil, y procura aprender comportamientos sociales que no le son innatos, pese al esfuerzo que eso pueda conllevar. Y en 'The Young Sheldon' lo que vemos es exactamente ese mismo Sheldon, con los mismo valores y las mismas convicciones, pero con tan solo nueve años. ¡Y eso es muy tierno!

Su primer día de instituto

Esta precuela nos sitúa en los primeros años de instituto de Sheldon, con tan solo nueve años. Y es que, debido a su inteligencia precoz, Sheldon fue pasado de curso rápidamente, y en lugar de estar en la clase de su hermana melliza, pasó a estar con su hermano mayor. Por supuesto, podéis imaginar la situación a nivel familiar, el descontento del hermano y la preocupación de sus padres. Estamos hablando de una familia bastante normal, con unas aspiraciones bastante sencillas, que vive en un pueblo relativamente pequeño del sur de Estados Unidos. El contexto no es el mejor para que Sheldon crezca, desde luego, un niño superdotado que, además, tiene claros problemas a la hora de socializar como el resto de niños de su edad. Él, por ejemplo, no comprende que las leyes no siempre están para cumplirlas a rajatabla.

Ver a Sheldon moverse en un mundo que, claramente, no es el suyo (y ni siquiera está dispuesto a ponérselo fácil), es muy interesante. Ver cómo, pese a los años, él sigue manteniendo su esencia; si en 'The Big Bang Theory' parece un niño en el cuerpo de un hombre, en 'The Young Sheldon' parece un hombre en el cuerpo de un niño. Porque su inteligencia y su dulzura hacen una mezcla un tanto extraña, pero muy apropiada.

Hay claros guiños que se han hecho teniendo en cuenta todo lo que Sheldon cuenta de su infancia en 'The Big Bang Theory', como ese momento en el que está viendo su programa de ciencia favorito en televisión. ¿Quién puede olvidar cuando el Sheldon adulto conoció al presentador de ese programa? ¿Y ese reloj alimentado por una patata? ¡Un muy buen trabajo por parte de los guionistas!

El amor de Sheldon hacia su madre queda patente desde el primer momento. Pese a que en 'The Big Bang Theory' a veces se enfade con ella, pese a que tengan tantas ideas encontradas, él la continúa considerando su "soldado cristiano", su defensora, su protectora. Justo como cualquier niño de nueve años, pese a su sobrada inteligencia. No obstante, su relación con su padre no es tan fácil, quizás porque este no termina de comprender del todo por qué su hijo se comporta de esa forma. Sheldon es complicado, es algo que no podemos negar; pero también demuestra ser bastante ingenuo, pese a todo, y confiar plenamente en que las otras personas cumplan las normas con la misma diligencia que él.

Una serie que promete, y mucho

Tras el primer vistazo reglamentario, he de señalar que no necesito más para marcar 'The Young Sheldon' como mi serie preferida para este otoño. Quién sabe, quizás en unas semanas me arrepienta de esto que estoy escribiendo, pero ahora mismo estoy muy convencida. Porque es una serie de episodios breves, fácil de ver y de disfrutar, con momentos muy tiernos y otros de humor, y con un elenco muy bien elegido.

'The Young Sheldon' no va a ser una serie profunda, una serie que nos haga replantearnos nuestra existencia. Pero es que no todas las series tienen que ser así. En ocasiones, basta con que nos entretengan y nos hagan desconectar de todo durante veinte minutos. Eso es justo lo que he encontrado en esta serie: un rato de desconexión semanal idóneo. ¿La habéis visto? ¿Qué opináis vosotros?