El mayor pecado de Telltale Games está siendo convertir lo extraordinario en banal, lo inédito en común, y lo brillante en desgastado. Con 'The Walking Dead', la primera temporada de Telltale, puedo hablar, sin mayor reparo, de uno de mis juegos favoritos. Uno de mis juegos favoritos porque me impactó mucho en su día: me resultó fresco y sorprendente, como elemento narrativo, cargado de fuerza emocional, y también como un camino renovado para el género de la aventura gráfica. De repente, lo que fue magia hace un par de años, hoy, en 'The Walking Dead: Michonne', se convierte en un nuevo eslabón en una cadena de montaje mastodóntica, que Telltale Games ha creado en combinación con grandes licencias de entretenimiento. Sus juegos, en este camino, han pasado también de ser brillantes y extraordinarios a ser simplemente entretenidos.
Más o menos con esta misma aproximación arranqué los análisis de los capítulos previos de 'The Walking Dead: Michonne'. El mayor pecado es que muchos de mis temores tenían que decidirse, para bien o para mal, con este tercer lanzamiento, y, a decir verdad, uno por uno ha terminado confirmado con el cierre del videojuego.
Uno de los primeros y más importantes problemas viene con el número de personajes. Telltale Games acostumbra a series de cinco capítulos o más, ese es su tamaño estándar, y aquí, en 'The Walking Dead: Michonne', prueban un nuevo formato de sólo tres episodios. Cada uno de ellos cuenta con, aproximadamente, hora y media de duración, y sin embargo parte de un esquema muy similar al de una aventura común del estudio. Demasiados personajes, algunos de ellos, sobre todos los antagonistas dibujados con la maestría característica del estudio. Otros, a brochazo limpio se les plantea una suerte de carácter estereotipado carente de fondo alguno. Los personajes peor dibujados son los que componen la tripulación del primer capítulo. A los poquísimos compases de iniciar la aventura estos personajes desaparecen, con lo que su pobre conceptualización pasa tan de tapadillo que ni siquiera se convierte en algo relevante en el conjunto... Pero al recuperar a este pequeño grupo como pieza importante a la conclusión de la aventura, todo se desmorona estrepitosamente. En el tramo final del juego encontramos reunido a un montón de rostros diferentes, que en realidad nos importan bastante poco. La carga emocional de la que quieren dotar algunas de estas escenas falla, obviamente, y precipita un desenlace agridulce en ejecución para la aventura de 'Michonne'.
El cierre de la aventura
El otro gran problema de este tercer capítulo es que, más allá de los pobres personajes secundarios, está especialmente mal escrito. Probablemente, el tramo peor escrito nunca por Telltale Games. Durante toda la miniserie se juega en un vaivén de flashbacks que tratan de explorar el pasado y los temores de Michonne. Estos flashbacks, que nos sitúan en el momento del estallido de la epidemia zombicida, se intensifican en esta última parte del juego y tratan de llevarnos a un proceso de psicodelia en el que, aparentemente, Michonne confunde la imaginación con la realidad, entrelazando los acontecimientos en tiempo real con las ilusiones que torturan al personaje. Una idea atractiva sobre el papel, pero horriblemente narrada. El lenguaje en flashbacks pretende un simbolismo ineficaz, que salta en el tiempo de una manera difícilmente legible, hasta crear un juego elíptico prácticamente indescifrable, y sin duda irrelevante.
En conclusión
'The Walking Dead: Michonne' en su conjunto, y a pesar de un tercer capítulo que pega un bajón, es un juego sin duda entretenido. Un juego que gustará al que sigue con fervor los lanzamientos de Telltale Games. Es, además, una de las producciones más cuidadas en lo técnico del estudio. En análisis de capítulos anteriores destaqué la calidad de las escenas de acción, me tengo que desvelar nuevamente rendido ante la banda sonora original, y creo que es un juego que tienen un particular acierto en la composición de planos para dar dinamismo a las conversaciones, un aspecto en el que Telltale ha avanzado enteros. Sin embargo, y a pesar de sus muy remarcables virtudes, es un título en general muy olvidable. Hace lo que tiene que hacer, de una manera más o menos acertada, pero no logra quitarse de encima el desagradable olor a producción industrial y a "juego para cuadrar cuentas".
Por último, a nivel argumental no aporta nada a las temporadas principales, es un spin-off, y si os acercáis a él como fans del universo 'The Walking Dead' para conocer más de la enigmática Michonne... mejor no perdáis vuestro tiempo con estos tres episodios.
Puntuación Capítulo 3: 5/10
NOTA: La nota al pie del texto de este tercer capítulo representa la nota global del juego.