El 5 de Noviembre 2013 | 14:55
Lo que empezó como un mod de 'Half-Life 2' hace más de dos años se ha convertido en los últimos días en un éxito arrollador e inesperado para sus creadores, con más de cien mil copias vendidas en los primeros días de su lanzamiento. Sería tentador decir que la fascinante historia de este juego empezó algo antes, cuando consiguió el Greenlight de Steam sin un solo vídeo ni una sola captura de juego real. Pero sería injusto. Lo verdaderamente fascinante empieza cuando arrancas el juego por por primera vez.
Stanley y su juego
El menú principal deja claras las intenciones de este título independiente; vemos una mesa con una pantalla, en la que se ve la misma mesa con la misma pantalla, en la que se ve la misma mesa con la misma pantalla. Obviamente eso lo estás viendo en tu mesa real, en tu pantalla real, y esta insinuación de metainformación es apenas la punta del iceberg de la colección de juegos mentales que 'The Stanley Parable' tiene preparados para ti.
En esta aventura narrativa de exploración, por difícil que parezca de entender, te interpretas a tí mismo interpretando a un trabajador de oficina llamado Stanley. Stanley tiene una existencia insignificante y un trabajo aburrido; pulsa en un terminal las teclas que el propio terminal le pide que pulse, en el orden que se lo pide, durante el tiempo que se lo pida. A medida que avanza el juego, ese trabajo se convierte en una metáfora del resto de juegos. Luego, en una metáfora de tu vida. Luego tu vida se convierte en una metáfora doble que da la vuelta y al terminar te entrega un nuevo principio.
No es coña.
Es complicado hablar de este título sin dar información que podría estropear algunas de las mayores sorpresas y algunas de las disyuntivas más significativas que jamás he vivido jugando a un videojuego, pero aquí está la versión más libre de spoilers y terriblemente incompleta que soy capaz de preparar. Contiene pequeños spoilers.
Puedes escoger, o no
La primera habitación importante que encuentras en 'The Stanley Parable' es simplemente una sala con dos puertas, una al lado de otra, en el mismo muro. El Narrador omnipresente, la verdadera estrella del juego, dice lo siguiente; "cuando Stanley encontró dos puertas abiertas, cruzó la de la izquierda". Entonces puedes elegir si obedecer o no. Esta sala es una paradoja en sí misma, algo a lo que nuestro entrenamiento gamer no está acostumbrado. Puedes cruzar la puerta que sugiere la historia, tal y como es contada por un narrador en el que no confías, o cruzar la otra, desafiando las expectativas del juego. En cualquier caso, sentirás que estás cometiendo un error.
El resto del juego coge este concepto, lo amplifica mil veces, lo retuerce, hace papiroflexia con él y te lo vuelve a entregar convertido en una decadente grulla. Una grulla fractal, cíclica, que corre sin descanso en una noria de hámster. Puede parecer que esta metáfora se me ha ido de las manos, pero si habéis jugado ya sabéis que no.
'The Stanley Parable' es un videojuego sobre videojuegos, sobre la naturaleza de la elección y la interacción. Juegos de cientos de millones de dólares nos prometen total libertad, y sin embargo cada una de las decisiones que tomamos están previstas, y todas las posibles consecuencias han sido escritas, diseñadas y modeladas por un equipo de desarrollo al otro lado del mundo. Este juego tan humilde nos hace pensar en ello; ¿existe la libertad en un sistema tan controlado que lo que otra persona no ha previsto y creado sencillamente no puede ocurrir? ¿Existe entonces en nuestro día a día, en la vida real? ¿Importan estas preguntas?
Cuando te derrota, 'The Stanley Parable' lo hace con generosidad, dejándote un pensamiento al que aferrarte, sea hermoso o desgarrador. Cuando te deja ganar, lo hace con desdén, recordándote que no lo mereces y convirtiendo tu victoria en algo tan vacío que lo único que puedes hacer es empezar de nuevo, con la íntima esperanza de que esta vez sea el juego el que te gane de nuevo, a lo cual colaboran la docena larga de finales alternativos que se van desbloqueando dependiendo de tus decisiones. Y mientras tanto, no se olvida de ser un juego. Es técnicamente impecable, ambientado con muchísimo acierto, salpicado incluso de pequeñas cazas de tesoro y acompañado de una banda sonora atmosférica y una actuación del Narrador realmente increíbles.
La voz
Hablando del Narrador; odiarás a ese bastardo. Le amarás. Te hará sentir acompañado en el juego. Te hará sentir solo en el Universo. Es una GladOS contra la que no tienes poder, es un Dandelion cuya información no siempre es fiable, es un Joker que no quiere hacerte daño. Pero sobre todo, es la voz oculta de los videojuegos. Es como si todos los juegos que has jugado jamás se hubieran fundido en una sola persona y se hubieran hartado de ser predecibles. El Narrador es todopoderoso, y no tiene ningún respeto por cómo se supone que los juegos tienen que funcionar.
En un momento dado, anoche mismo, avancé hasta una zona en la que hay que meter un código numérico en un terminal. Ya lo había hecho en mi intento anterior, de modo que como tantas veces he hecho en otros juegos, corrí hasta el terminal mientras el Narrador soltaba un par de frases que ya había oído la anterior vez que entré en aquella sala, ignorándole, e introduje rápidamente el código que me sabía de memoria.
"Al parecer, Stanley tenía tanta prisa que no podía siquiera dejar a la gente terminar sus frases", dijo el Narrador, con un tono agrio de reproche. "Quizá le vendría bien relajarse con un poco de música New Age."
Y entonces me puso un poco de música New Age. Y me hizo esperar quince segundos escuchándola antes de abrir la puerta que mi código numérico desbloqueaba.
Conclusiones
Este está muy, muy lejos de ser el mejor momento de 'The Stanley Parable'. Si jugáis este juego gracias a mi análisis, algún día podremos hablar secretamente, con complicidad y sin que los demás sepan a qué nos referimos, a la escena de la cuenta atrás, o a la escena de la única decisión real, o a la de "otros juegos". Este juego está lleno de significado, de puro genio creativo, de una forma de inmersión desconocida. Es lo que tú saques de él. Es una broma deliciosa. Es un viaje onírico. Es una oda a la libertad. Es un espejo en el que te verás distorsionado, y la imagen que verás de ti tal vez no te guste, pero te hará más fuerte.
Como digo, es dificilísimo hablar de 'The Stanley Parable' sin estropearlo. No busques más información de este juego, probablemente ya te he dado demasiada. Simplemente vete a Steam, bájate la demo, activa los subtítulos (contraintuitivamente ocultos en el menú de Audio, creo recordar) y vívela. En serio. Es importante.
Por favor.
Lo mejor:
Una experiencia realmente única. Te pone el cerebro del revés. Valores de producción altos aunque no era necesario.
Lo peor:
A ratos puede parecer que eres un simple espectador, aunque es parte de la gracia