En un mundo en el que existen 4 grandes naciones que gobiernan los elementos y en el que viven personas llamadas "maestros" que dominan alguno de estos a voluntad, cuentan las viejas historias que cada cierto tiempo aparece una persona considerada como el Avatar, que posee el control sobre todos ellos (agua, aire, tierra y fuego) y que aparte de contribuir al bienestar de todas las naciones, ejerce de puente entre el mundo físico y el mundo espiritual.
Esto es lo primero que deberemos de conocer para embarcarnos en la aventura de 'The Legend of Korra', un juego de Platinum Games que nos pondrá en la piel del avatar actual, Korra, una chica joven de espíritu indómito, la cual tendrá que hacer frente a las maquinaciones de un viejo loco que intenta causar estragos en ambos mundos.
Bit'em Up de la vieja escuela
Nos encontramos ante un juego arcade basado en los beat'em-up de la vieja escuela, en el que la mayor parte del tiempo únicamente tendremos que preocuparnos por avanzar mientras luchamos contra todos los enemigos que nos van saliendo al paso. El juego al principio es un poco caótico, ya que empezaremos sin nuestros poderes, y esto hace que las situaciones se compliquen ligeramente, ya que nuestra única defensa eficaz será hacer uso de la defensa y los subterfugios.
Aunque al comienzo puede que nos cueste acostumbrarnos a su sistema debido a la importancia de la citada defensa y el contraataque (el cual ejecutaremos al defendernos en el momento justo, seguido de unas breves escenas QTE), poco a poco iremos cogiendo el tranquillo, pero no os preocupéis, que eso no nos libra de los momentos en los que cogeríamos el mando y lo lanzaríamos por la ventana.
Tras las primeras horas veremos que es muy importante saber escoger el elemento con el que luchar según la situación que nos encontremos delante: agua si queremos atacar a nuestros enemigos a distancia, tierra si necesitamos contundencia e incapacitar a estos, fuego si tenemos que ser rápidos en nuestros ataques, y aire si nos vemos totalmente rodeados. Aparte de esto, también nos iremos dando cuenta de la gran importancia que acarrea el tener que cargar nuestras habilidades antes de lanzarnos contra las hordas enemigas, ya que la suma añadida de poder puede resultar determinante en algunos encontronazos (sobretodo en aquellos en los que nos enfrentamos contra más de un "maestro" de forma simultánea).
Nuestra maestría con los elementos va en aumento cuanto más los usemos, así que con el paso del tiempo haremos que suban de nivel y nos consigan diversas mejoras, que van desde nuevos combos hasta nuevas barras de carga para aumentar nuestro poder de ataque. Siendo así no os lo penséis e intentad subirlos todos porque uno no sabe cuando hará falta alguno en especial.
Un poco de todo
El juego presenta varias secuencias de video entre fases, en los cuales se nos va detallando la historia (eso sí, en inglés y con ninguna posibilidad de subtítulo), así que más vale que prestemos atención cuando empiezan a hablar para no perder el hilo de la historia. Además habrá para gusto de todos porque difieren mucho en duración entre ellos.
Siguiendo con lo de su origen arcade, también nos encontraremos con otro tipo de fases que vendrían a representar combates deportivos haciendo uso de las habilidades de los "maestros", fiel reflejo de lo visto en televisión. Estos enfrentamientos de 3 contra 3 exigen que intentemos derribar a los contrincantes antes de que lo hagan con nosotros, por lo que no podemos dormirnos en los laureles y tendremos que intentar derrotarlos lo antes posible.
El último tipo de pantallas que se nos presenta es uno basado en velocidad y reflejos. A lomos de Naga, la amistosa "perr-osa" de Korra, tendremos que intentar llegar a la meta mientras recogemos objetos, derrapamos y giramos a toda velocidad en cada esquina, y todo esto haciendo uso de las habilidades de nuestra heroína para salir del paso, ya que nos proporcionará alguna ayudita tan útil como generar un escudo de protección, realizar un salto más elevado o atacar a distancia con bolas de fuego.
En sí es bastante factible hacerse con los controles de Naga, y la presencia de puntos de guardado también nos alegra bastante la vida en estas carreras, pero cuando sí se nos puede complicar alguna que otra situación es a la hora de atacar. El daño que ocasionamos no es desproporcionado precisamente, por lo que tendremos que hacer gala de todos nuestros reflejos y artimañas para conseguir aguantar y asestar el golpe de gracia a quien se nos ponga por delante.
Al finalizar las fases podremos acceder a una tienda donde si queremos, canjearemos los puntos espirituales que hayamos recogido por objetos que nos otorgan grandes ventajas como la regeneración automática de vida con el paso del tiempo, o un contraataque extra garantizado. Aquí cada uno puede escoger lo que más le convenga (estos por ejemplo son dos de los objetos más caros, pero encontraremos de todos los gustos y colores), y desde luego variedad sí que nos encontraremos.
Una vez consigamos llegar al final del juego, seremos recompensados con la posibilidad de escoger una dificultad mayor, pero a cambio podemos empezar con todas nuestras habilidades desbloqueadas así que la balanza se equilibra bastante, y a mi parecer hace que el juego se disfrute más desde el principio.
El estilo de Platinum se nota
Se nota que los chicos de Platinum Games han echado mano en el asunto, ya que el sistema de lucha tiene algún ligero parecido con nuestra bruja videojueguil más sensual, pero esta vez se han quedado ligeramente cortos. La inclusión de los elementos y la forma de ejecutarlos es efectiva, pero se nota que el resultado es algo descafeinado. Se hubiera agradecido la presencia de más combos e incluso de otro tipo de ataques como algún que otro especial, ya que el juego se puede volver ligeramente repetitivo al tener que limitarnos a hacer casi siempre lo mismo. Sin embargo como ya he mencionado, la inclusión del sistema de uso de los elementos se agradece, ya que otorga un cierto atisbo de estrategia al conjunto.
A nivel gráfico nos encontramos con un cel-shading bastante bien implementado, pero que se olvida bastante de la profundidad y simpleza de los escenarios (algunos más que otros). Además, la repetición de enemigos es bastante contínua, lo que al final acaba por aburrir dado que siempre nos enfrentamos contra los mismos (ya he perdido la cuenta de las veces que he derrotado al mismo "maestro" de fuego).
Es un título claramente destinado a PS3 y Xbox 360, ya que la versión de PS4 (que es la que se corresponde a este análisis), de Xbox One y PC adolecen de ser muy simples teniendo en cuenta la potencia de estas máquinas en comparación con sus predecesoras.
Sin duda nos encontramos con un típico juego arcade que nos ofrece diversión finita a cambio de un desembolso menor (14'99 euros tanto en PSN como en XBOX Live). Tanto es así que la duración del mismo no nos llevará más de 5 horas, y después únicamente nos apetecerá rejugarlo alguna que otra vez para descargar adrenalina, o para volver a intentar esa pantalla concreta que generalmente se nos atraganta.