En los últimos tiempos está en boca de todos la tendencia de las desarrolladoras grandes a relanzar juegos antiguos para los nuevas consolas, en vez de nutrir el catálogo de estos sistemas con títulos inéditos. Podríamos decir que el máximo exponente de esta moda es, sin lugar a dudas, 'The Last Of Us Remasterizado'.
'Remaster' con quejas
En este análisis intentaremos no entrar a discutir si la remasterización de un juego que vio la luz hace poco más de un año, sino a examinar que es lo que realmente ofrece esta revisión del software. Recuerdo que cuando asistí a la presentación del juego en Madrid, Arne Meyer, el Community Strategist de Naughty Dog, comentó que el núcleo principal del juego había permanecido exactamente igual y que habían respetado todas las decisiones de diseño del 'The Last of Us' original.
En un primer momento esperé que bajo una afirmación tan inocente, y a primera vista tan lógica, no se escondiera una excusa bajo la que esconder un trabajo poco cuidado. No podemos decir que este software esté poco trabajado, puesto que estamos delante del mejor 'remaster' de la generación, pero hay fallos garrafales que permanecen en el juego y podrían haber aprovechado la ocasión para solucionar.
Me refiero, como no, a los problemas que acompañan a la IA de los aliados y enemigos de Joel a lo largo del juego. En un juego con un ambientación sublime resulta especialmente sangrante que algo tan básico termine por desmerecer el conjunto. Hay pocas cosas más molestas que disfrutar el juego en sus dificultades más altas, esquivar con éxito a varios clickers que se encuentran todos en la misma habitación para ser testigo como Ellie va corriendo de un lado a otro y ver como las restricciones que se te aplican a la hora de moverse no son validas para el resto de personajes.
En otros momentos tienes aliados que parecen estar a disgusto en el juego y habrían preferido formar parte del casting de 'Los Mercenarios 3'. En uno de los primeros niveles del juego, jugando con sigilo mientras Joel y su compañera se infiltran en una base enemiga, Tess decidió emprenderla a balazos con todo bicho viviente sin venir a cuento tras 15 minutos de eliminaciones silenciosas.
Esto no es una decisión de diseño, es un error que, de estar hecho a propósito, se convierte claramente en un simple error de diseño. Teniendo en cuenta que este apartado ha recibido no pocas quejas desde que el juego original llegó a las estanterías, una mejora en este aspecto habría hecho mucho por este título e incluso hubiera podido servir de justificación a la existencia de esta remasterización.
Otra queja que se le hizo a 'Last of Us' cuando salió a la venta en Europa fue la censura de los modos multijugador, que ven limitada la cantidad de sangre y casquería variada que podemos ver en pantalla. Esta decisión posiblemente se deba a las limitaciones que Alemania y Australia, que comparten la denominación PAL con nosotros, imponen a este tipo de contenidos. Sin embargo, la empresa desarrolladora podría haber preparado otra versión sin recortes de ningún tipo para el resto de países.
Sacando los colores al personal
Una vez comentadas los mayores "peros" que se le pueden echar a esta remasterización, toca repasar sus puntos fuertes, que no son precisamente pocos. Lo primero es recalcar una incomoda verdad: es posible que estemos delante del mejor apartado gráfico de cualquier juego actual de PlayStation 4. Resulta cuanto menos paradójico que un título nacido en la generación anterior tenga que llegar a la actual en forma de remasterización para mostrar de lo que son capaces las nuevas consolas y sacarle los colores al resto de títulos del catálogo.
La versión de PlayStation 3 del juego cuenta con unos gráficos notables para ese sistema, que mutan cual presa del cordyceps hasta convertirse en el espejo en el que deberán mirarse el resto de juegos que vayan apareciendo en la plataforma next-gen de Sony.
La resolución 1920x1080, a la que muchos optan y muy pocos alcanzan, y los ansiados 60 fotogramas por segundo llegan para demostrar que PlayStation 4 puede competir cara a cara con un PC de gama alta si el producto es tratado con el mimo y cariño que merece.
Los efectos de iluminación, que ya de por sí eran impresionantes en la primera versión del juego, vuelven dispuestos a impresionarnos en la nueva generación. Las luces de policía, los reflejos en el agua o los cristales, la manera en que el Sol se cuela por cualquier rendija y va variando dependiendo de nuestra posición en el escenario... Como se suele decir, el Diablo vive en los detalles, y este juego está cuidado hasta el extremo.
Cuando realicé el avance de este título me centré en las mejoras gráficas presentes en esta remasterización. Texturas de mayor calidad, resolución 1080p, ausencia de streaming de textura, decals mejorados... Todas y cada una de las mejoras que expliqué en su momento se encuentran perfectamente reflejadas en la versión final que encontramos en tiendas.
El resto de añadidos sirven para pulir la experiencia y ayudarnos a customizarla como es debido. Los 60 frames por segundo le sientan como un guante al juego, pero se ofrece el limitar el framerate en los clásicos 30 fps para quienes opten por disfrutar de un aspecto más cinematográfico. Otra opción importante a la hora de adaptar el juego a nuestros gustos y necesidades es la posibilidad de cambiar los controles y ajustarlos de la forma que más nos convenza. Por último tenemos el Modo Foto que llega, cargado con más filtros y opciones que la aplicación de Instagram, dispuesto a que desgastemos el botón de Share de nuestro mando.
Excepto por las más que evidentes mejoras del apartado visual y algunas en el apartado sonoro, que solo podrán percibir en todo su esplendor aquellos con un equipo de sonido de gama alta, el juego permanece exactamente igual. Nos incluye la campaña para un jugador de 'Left Behind', que profundiza en el personaje de Ellie, y dos packs de mapas para el modo multijugador.
En Conclusión
Por bueno que sea el título que hoy nos ocupa, no debemos olvidar que fundamentalmente se trata del mismo juego que pudimos disfrutar hace cosa de un año. Es por ello que el producto va especialmente dirigido a todos aquellos que no pudieron echarle el guante en su momento, puesto que ahora pueden hacerse con él a un precio reducido junto con los principales DLC en una especie de edición GOTY hiper-vitaminada.
El otro gran nicho de mercado para este juego son los fans más "hardcore" de la edición original, que verán en esta reedición la oportunidad de oro para rejugar a 'The Last of Us'. Por lo demás, las novedades ofrecidas por esta remasterización para la next-gen no resultarán suficientes para atraer a cualquier jugador que no se vea reflejado en uno de estos dos grupos.