Hay quien en el pasado pudo asustarse desde el anuncio de este título pensando que con este 'South Park' íbamos a recibir en los móviles una versión capada de 'Retaguardia en Peligro', pero no es el caso, por suerte. Si el nombrado dijimos que puede ser considerado uno de los mejores títulos (si no el mejor) basados en la serie, este de móviles le sigue de cerca aunque abandonando en gran medida el sentido narrativo y apostando por una mecánica más acorde con el formato que nos ocupa. 'South Park: Phone Destroyer' es un juego gratuito, divertido, absorbente y muy, muy completo.
La premisa del juego a nivel argumental es muy sencilla: el grupo de niños está aburrido ya de jugar a lo mismo. Ni les apetecen más magos (como en 'La Vara de la Verdad') ni más superhéroes ('Retaguardia en Peligro'): ahora van a jugar a los vaqueros. Y lo van a hacer de manera distinta; con un auténtico profesional: nosotros Así pues, Eric Cartman nos hace una videollamada y nos invita a unirnos. Ese el momento de crear nuestro avatar, y comienza la auténtica aventura. Nuestra función, como jugador profesional, es la de montar a un grupo de personajes mediante un mazo de cartas (cada una de ellas invoca a un personaje en concreto, con unas habilidades y defectos) y derrotar al enemigo, que hace lo propio. Estos personajes, por supuesto, son habitantes de South Park. Los más cercanos a la serie incluso podrían recordar el episodio número 13 de la quinta temporada, (llamado originalmente "Kenny dies") en el que Kenny muere para poder liderar desde la PSP dorada un ejército en el cielo, ganando la batalla contra los demonios.
La nueva situación
Ahora nos encontramos dentro del grupo de amigos que se comunican entre sí con mensajes de grupo, y los diálogos son exactamente igual de irreverentes que en la serie, además dan lugar a situaciones extremadamente cómicas. Si bien el estilo de juego ya podría haber sido relacionado por muchos con el de 'Clash Royale' (nada extraño a día de hoy), debemos decir que tiene un fuerte componente rolero a la vez que como Tower Defense. Le damos al avatar el aspecto que queramos, nos lanzamos al barrio y vemos cómo South Park pasa a dividirse en una especie de tablero con "botones" por niveles. Hay que tener claro lo siguiente: los niveles pueden repetirse las veces que queramos, e irán subiendo su dificultad. Aparte del "tablero" en sí, también contamos con un menú "home" en el que vemos a pie de calle los tres edificios más importantes para nuestra partida: nuestra casa, la casa de Cartman y la de Butters, como puntos de referencia.
Nuestra casa es nuestra base de operaciones. Allí, amén de cambiar nuestra indumentaria cuando queramos, podremos dedicarnos a modificar el mazo. Conforme avancemos podremos desbloquear nuevas cartas que se nos darán o que vamos a conseguir luchando, y es aquí donde podemos seleccionarlas para nuestro equipo. Podremos también mejorarlas, subir de nivel algunos atributos... pero de esto hablamos en seguida. La otra casa es la de Cartman, que hace las veces de tienda y a la vez de lugar en el que recogemos nuestro sobre gratis cada pocas horas (hay un contador que indica cuándo podemos hacernos con uno). Estamos en el apartado más "comprometido" del juego pues estamos ante auténticos "cofres de looteo", al ser aleatorio. Por supuesto, como es costumbre, tiene también un sistema de micropagos para hacernos con más cartas y mejorar más a base de ir soltando dinero. Allá cada uno: no es necesario pagar para mejorar, basta con jugar y repetir niveles. Por último, está la casa de Butters, que es donde tienen lugar los enfrentamientos jugador contra jugador. Si accedemos a entrar en batalla (a veces porque nos apetece, otras porque es necesario para avanzar) el juego nos empareja con otro jugador de un nivel similar.
Enfrentamientos por encima de todo
Este sistema multijugador tiene lugar en niveles pequeños, como un micro campo de fútbol en el que tenemos que mostrar nuestras cartas (valga el término) y acabar con el enemigo. Pero centrémonos en la jugabilidad y el sistema para mejorar cartas: el personaje central es nuestro avatar, y es el que debemos evitar que caiga en combate. Para ello, debemos tirar de cartas de cada uno de los personajes que son de varios tipos: tanque (véase el útil Sheriff Cartman), a distancia (Kyle con su arco) o daño directo, como algunos niños pequeños cuya vida es bastante escueta pero que son capaces de hacer estragos. Conforme avanzan los personajes, tenemos que ceñirnos a colocarlos a una altura u otra del escenario, de manera que reaccionen. Algunos simplemente lanzan explosivos, otros son rápidos. Y una vez conseguido un cierto nivel de batalla, podremos pulsar en el "especial" de cada uno de ellos, para que, dentro de su radio de acción provoquen un caos. Todo esto, por supuesto, hay que hacerlo contando con que se trata de un título para móviles y han optado por lo mejor: que cada personaje se mueva según su criterio de manera automática.
Cada combate ganado nos lleva a una serie de recompensas. Y como cabe esperar, seguir avanzando y terminar con todos los niveles es largo, pero también extraordinariamente difícil llegados a cierto punto. Requiere de mejores cartas, y para ello, lo mejor es repetir los ya superados (que también van subiendo de dificultad). Más nivel, más cartas y más atributos de estas mejoradas y podremos desatar el caos por las calles de South Park mientras controlamos cómo tenemos todos los flancos cubiertos. El nivel de adicción que esto puede provocar es difícil de describir.
Por último, hablemos del apartado visual: vale que no esté al nivel del último título para PS4, Xbox One y PC, pero os aseguramos que dentro de las posibilidades de un teléfono, estamos ante un auténtico episodio de la serie hecho aplicación. Es cómico, los personajes son reconocibles, los efectos "de papel" están más que presentes... una auténtica pasada. Eso sí, en este título no hay doblaje; nos toca leer. Pero no importa, porque además, en general todo se desarrolla mediante textos.
Conclusiones
Estamos ante un título gratis, y se dice que a caballo regalado no hay que mirarle los dientes. Pero también estamos ante una obra de buen gusto, un juego duradero y una dosis de risa importante. Un juego más que admirable a nivel técnico y una auténtica pasada en lo que se refiere a adicción. Sin más alardes, utiliza lo mejor de varios géneros para ofrecer una experiencia completa y divertida.