El diseño del mando Move consiguió desde su anuncio que muchos lo llamaran "la varita de Sony". La pelota que cambia de color le da un toque mágico al periférico. Un juego como 'Sorcery' le viene como anillo al dedo.
El juego de The Workshop nos traslada a una época mística y medieval, con un aire celta. Una ambientación muy clara, que llamará la atención de los más jóvenes lo suficiente. Empuñamos el Dual Shock y Move y comenzamos a sentir la magia correr por nuestras venas.
Más nos vale, porque como cualquier juego que requiere el accesorio, nos va a hacer sudar con los movimientos de varita. La jugabilidad no será evidentemente un misterio, a diferencia de los controles de 'Sorcery', que tendrían que ser más intuitivos.
Por suerte somos unos simples aprendices de mago cuando empezamos. Acompañados por una gata llena de secretos, una malvada hechicera quiere hacerse con el control del territorio soltando a toda una clase de monstruos. Nuestro maestro ha sido muy inoportuno al desaparecer justo ahora. No vamos a tener tiempo para aprender tranquilamente, hay que frenar la invasión de monstruos lo más pronto posible.
Comenzamos con un par de hechizos como armas. Podremos dirigir los ataques e incluso curvar los lanzamientos, primer problema con el que se encuentra Move. La precisión no es suficiente para controlar los rayos que salen de nuestra varita. Por momentos será algo frustrante lanzar hechizos como locos y no ser capaces de llegar a un punto elevado al que se supone que sí deberíamos poder.
Cuando vamos aprendiendo y acumulando hechizos se nos abre un abanico de ataques bastante interesante, con la opción de combinarlos para dar justo en las debilidades de los enemigos. La mayoría de ellos están relacionados con los elementos de la naturaleza, manteniendo el aspecto místico en 'Sorcery'.
Las recetas más potentes
Uno de los puntos fuertes, o por lo menos que más llaman la atención, son nuestras habilidades con la alquimia. En los cofres que encontramos por el escenario iremos descubriendo nuevos ingredientes que combinaremos en un menú especial. Tendremos que mezclarlas con mucho salero, espolvoreando, vertiendo y removiendo con el mando. De nuevo un curioso extra para los pequeños, que nos mete de lleno en las artes oscuras de la magia.
Cada poción tiene efectos distintos, algunos permanentes. Serán la forma de aumentar nuestros atributos, con pócimas que nos harán contar con mayores puntos de fuerza o de vida. Hay mucha variedad, aumentando la dificultad para encontrarlos todos.
Igual nivel de variedad encontramos al otro lado del cuadrilátero. Los enemigos serán bastante distintos, desde trolls muy sencillos a larguísimos enemigos finales. Tendremos que buscar la debilidad de cada uno, sobre todo cuando podamos combinar hechizos. La dificultad de algunos aleja a su grupo de interés, los jóvenes, que pueden cansarse pronto cuando se encuentren con hordas de villanos o un jefe que tardan muchísimo en debilitar.
Hordas de enemigos
El soltar bichos casi sin control, con unos escenarios realmente simples, es un punto en contra que sólo beneficia a llegar a una cierta monotonía. La exploración no dará pie a muchas vueltas, los caminos estarán bastante claros y tardaremos poco en recorrerlos. Los obstáculos, además de los enemigos, serán elementos arquitectónicos que tendremos que recolocar o puertas que abrir con un gesto o introduciendo una llave.
En el apartado técnico, 'Sorcery' destaca por la gran variedad de escenarios, mazmorras y exteriores, aunque ninguno de ellos contará con un gan lujo de detalles. Gráficamente podría haber dado más, y los torpes movimientos de cámara no ayudan mucho. Para colmo, el doblaje del protagonista es de los que tienden a poner a uno de los nervios.
Ello no quiere decir que el juego no sea una opción bastante entetenida para los más jóvenes (aunque tenga un PEGI exageradamente alto) y que saca mucho jugo al mando Move. La ambientación aprueba con nota, y quizás un poco de trabajo en los gráficos, las cámaras y rebajar la dificultad y frecuencia de aparición de enemigos habría conseguido mayor fluidez para el juego. 'Sorcery' sacará el mago que llevamos dentro, y nos planteará todo un reto con sus movimientos de varita.