El 4 de Febrero 2018 | 16:52
El año 2006 no fue agradable para los fans del erizo, Yuji Naka abandonaba la franquicia dejando a medio terminar su Sonic de nueva generación (más conocido como 'Sonic the Hedgehog 2006'), mientras que Game Boy Advance recibía una horrible conversión del primer 'Sonic the Hedgehog' de Mega Drive, que convertía uno de los mejores juegos de la historia en un injugable festival de bugs. Pero no todo fue malo en aquel año del 15 aniversario del erizo, pues PlayStation 2, Game Cube, y Xbox iban a recibir un interesante juego de carreras llamado 'Sonic Riders'.
Veloz como el viento
Metal City es esa ciudad futurista donde a todos nos gustaría vivir, un lugar donde la rueda es un invento primitivo y la gente se desplaza en espectaculares vehículos aerodeslizadores. Sonic, Tails, y Knuckles se encuentran en esta ciudad siguiendo el rastro de una de las Esmeraldas del Caos, cuando de pronto una banda conocida como los Babylon Rogues roba la esmeralda del lugar donde era custodiada. Sonic y sus amigos tratan de detenerles, pero los malhechores huyen a bordo de veloces tablas aerodeslizadoras contra las que ni siquiera la asombrosa velocidad de Sonic puede competir. Por suerte Knuckles logra derribar a uno de ellos y Sonic usa su tabla para alcanzar al líder del grupo, pero este lo derriba con explosión de aire y se mofa de él para después darse a la fuga. Casualmente al día siguiente el Doctor Eggman convoca un campeonato de tablas aerodeslizadoras, casualidad que se desvanece en el momento en que el científico dice que el gran premio del torneo son las Esmeraldas del Caos, entre ellas la que fue robada el día anterior. Está claro que ese villano está tramando algo y que esos ladronzuelos están detrás. ¡La próxima vez hará falta algo más que un vientecillo para detener a Sonic!
Aunque nuestra primera impresión puede ser que nos encontramos ante el enésimo clon de 'Mario Kart', lo cierto es que 'Sonic Riders' ofrece una propuesta bien distinta de la de la saga de carreras del fontanero, estando incluso más cercana a la de otras series como 'F-Zero' o 'Wipeout'. Y es que aquí no manejamos coches, ni motos, ni nada parecido, si no tablas voladoras antigravedad.
Dichas tablas se desplazan por anchos escenarios llenos de rutas alternativas y rampas con las que hacer toda clase de saltos acrobáticos, dichos saltos serán fundamentales en este juego ya que las tablas funcionan con aire, y si nuestra reserva de aire se agota nos tocará ir a pata. Podemos repostar más aire en unas estaciones especiales destinadas para tal uso, pero si lo hacemos perderemos bastante tiempo, por lo que más nos vale ser buenos saltando y haciendo maniobras en el aire.
Podemos usar casi cualquier cosa para darnos impulso y realizar algunas maniobras que recarguen nuestra tabla, ya sean rampas laterales, saltos obligatorios repartidos a lo largo del circuito, o incluso la estela que vaya dejando otro corredor que lleve activado el turbo. Dicho turbo nos permite desplazarnos a gran velocidad, pero a costa de consumir a lo bestia nuestra reserva de aire.
Todo esto le da un cierto componente estratégico al juego, ya que los saltos no estarán simplemente para hacer bonito o darnos un leve impulso como pasa en otros juegos similares. Si aprovechamos bien cada salto podemos ir siempre con el turbo puesto, ganando así más tiempo del que perderemos haciendo estas maniobras especiales.
Este sistema puede sonar complejo, pero lo cierto es que se puede jugar perfectamente desde un primer momento sin demasiadas complicaciones. A medida que vayamos jugando iremos aprendiendo estas técnicas avanzadas, y nuestros resultados en carrera mejorarán. Esto nos vendrá muy bien para cuando comience el verdadero desafío de este tipo de juegos, el modo multijugador.
Vuela solo o acompañado
Hasta cuatro jugadores se pueden unir a la fiesta, ya sea en carreras individuales o en dos modos batalla adicionales: El modo tag donde debemos dar caza a los otros corredores, y el modo supervivencia que se desarrolla en circuitos especialmente diseñados, recordando más al clásico modo batalla de este tipo de juegos.
El multijugador es sin duda una parte importante de 'Sonic Riders', sin embargo el Sonic Team no se olvidó de aquellos que gusten más de jugar en solitario, pues se nos ofrece un modo historia bastante interesante. En este modo historia viviremos una aventura del erizo propia de uno de sus juegos de plataformas, con secuencias entre misiones que nos van relatando la trama.
Este modo por si solo justifica de sobra la compra del juego por parte de cualquier fan del erizo, ya que presenta una historia más profunda e interesante de lo que cabe esperar de un título de este tipo. Además introduce nuevos personajes, y ofrece una duración bastante aceptable. Y por si esto no fuese suficiente, cuando completemos el modo historia desbloquearemos un modo misión donde poder jugar aún más horas en solitario.
Además a medida que progresemos en el juego iremos desbloqueando toda clase de nuevos elementos como personajes y circuitos, incluida alguna que otra sorpresa para los fans de Sega en forma de invitados especiales de otras franquicias de la compañía, o un par de circuitos que rinden homenaje a la historia de Sega.
Todo esto ya nos va a ofrecer semanas o incluso meses de juego, ya sea jugando solos o acompañados. Pero por si aún no os parece bastante, disponemos de una tienda donde podemos comprar nuevas tablas con los anillos que cojamos en cada carrera. Llegar a coleccionar todas las tablas nos puede llevar bastante tiempo, y también aquí nos encontraremos algunos guiños a otros clásicos de Sega.
Normalmente los personajes poseen atributos propios que les permiten aprovechar ciertas partes de cada trazado, por ejemplo los personajes de velocidad puede grindar raíles, los voladores pueden abrirse camino por el aire, y los fuertes pueden destrozar objetos que bloquean atajos especiales. Sin embargo con estas tablas que vayamos desbloqueando podemos cambiar los atributos de nuestro personaje, e incluso llegar a poder utilizar los tres a la vez.
¡Aquí van a saltar chispas!
Las variables dentro de una carrera multijugador pueden ser enormes, ya que la tabla que llevemos puede influir bastante dependiendo de en qué circuito vayamos a correr. Este componente estratégico asegura el pique con los amigos, y de hecho podemos dar lugar a competiciones verdaderamente reñidas, más incluso de lo habitual en este tipo de juegos.
El control de las tablas suele responder bien, aunque lógicamente depende de las habilidades de nuestro personaje y tabla. No es difícil cogerle el truco a los saltos, para los que simplemente hay que mantener apretado el botón de salto y tratar de soltarlo lo más cerca que podamos del borde de la rampa. Una vez en el aire, el stick analógico nos permitirá decidir que tipo de maniobras haremos, pero más nos vale vigilar el momento del aterrizaje o fracasaremos miserablemente.
El único problema achacable al control que nos encontraremos se produce cuando entramos en la estela de otro corredor que esté utilizando el turbo, ya que al ser succionados viajaremos a toda velocidad a donde él vaya, haciendo que el manejo se vuelva un tanto caótico. Aprender a dominar el juego en estas situaciones nos dará ventaja, pero lo más probable es que acabéis tratando de evitar este tipo de estelas, las cuales por cierto dificultan la visión del trazado.
En lo referente al apartado gráfico, solo la versión de PlayStation 2 se muestra por debajo del nivel del resto, con escenarios y personajes menos definidos y detallados, así como una menor fluidez. A pesar de esto, incluso en PS2 es un juego enteramente disfrutable y estos pequeños defectos se pueden pasar por alto.
Además la versión para PS2 ofrece una ventaja adicional que las demás no tienen, y es que es con diferencia la versión más fácil de encontrar hoy en día. La de PC no ha sido reeditada recientemente, y aunque algunos recopilatorios físicos del erizo la incluyen, a estas alturas ya son difíciles de encontrar. La de Game Cube es bastante más esquiva que la de PS2, especialmente si queréis la versión española. Pero si la encontráis recordad que podéis jugarla también en una Wii retrocompatible.
Probablemente la más complicada de conseguir sea la de Xbox, y es una pena porque esta es retrocompatible con Xbox 360. La distribución en nuestro país de esta versión fue prácticamente nula, por no decir inexistente. Aunque por suerte la edición italiana es exactamente la misma que la de aquí, así que podéis probar a importarla de allí.
De un modo u otro merece bastante la pena jugar a esta curiosa propuesta del erizo, que por algo cuenta con su pequeña legión de seguidores. De hecho dio pie a dos secuelas más: 'Sonic Riders Zero Gravity', y 'Sonic Free Riders'. Esta serie incluso llegó a coexistir con la saga 'Sonic & Sega All-Stars Racing', debido a la gran diferencia que hay entre una propuesta y otra.
Un golpe de aire fresco
Si os gustan los juegos de carreras con mascotas, pero estáis un poco cansados de tanto clon de 'Mario Kart', entonces 'Sonic Riders' es el juego que estáis buscando. Una propuesta original y de bastante calidad que os dará cientos de horas de diversión, ya sea jugando solos o con los amigos. Imprescindible para fans del erizo, así como para amantes de los viejos arcades de carreras de Sega.
Lo mejor:
Ofrece montones de horas de juego para un solo jugador. El multijugador puede ser bastante reñido gracias a su toque estratégico. Su original propuesta es un golpe de aire fresco dentro del género.
Lo peor:
El control puede volverse un poco loco a veces. La versión para PS2 esta algo menos cuidada que las demás.