Tras haber sido retrasado casi un año para efectuar mejoras, y de paso coincidir con el 25 aniversario de Sonic. Nos llega por fin el tercer juego basado en el nuevo spin off de la mascota de Sega, que recibe el nombre de 'Sonic Boom'. Tras la polémica con los dos primeros títulos de esta sub-franquicia para Wii U y 3DS, la serie de televisión ha llegado ya a todos los rincones del mundo (incluida España) y ha cosechado unos niveles de audiencia francamente buenos. Mientras se prepara su segunda temporada para televisión, 3DS recibe esta secuela directa de 'Sonic Boom Shattered Crystal', que ya analizamos aquí en su momento. ¿Qué tal le habrá ido esta vez a este Sonic pensado para los nuevos tiempos? Veámoslo.
Domina los elementos
El Doctor Eggman ha descubierto un nuevo elemento llamado Ragnio, con el que intenta una vez más pararle los pies a Sonic y sus amigos para siempre. Para ello construye un ejército de robots empleando dicho elemento, aprovechando que los dota de un gran poder. Sin embargo el Ragnio está provocando otros efectos dañinos, como repentinos cambios del clima, o la apertura de misteriosas brechas. Además uno de los robots creados por Eggman para buscar Ragnio, llamado D-Fekto, ha descubierto como emplear este nuevo elemento para adquirir poderes magnéticos, lo que le lleva a querer buscar más a fin de aumentar su poder. Dicho robot fue rechazado por el malvado científico al no cumplir con sus expectativas, y ahora busca la forma de demostrar que Eggman cometió un gran error al deshacerse de él. De este modo Sonic y sus amigos se lanzan de nuevo a la aventura para impedir que Eggman destruya el pueblo y la isla entera con sus diabólicas acciones, mientras se tropiezan una y otra vez con el escurridizo D-Fekto.
Al margen de polémicas por el diseño de los personajes, y de los problemas sufridos por el primer juego de 'Sonic Boom' para Wii U. El título que precedió a este en 3DS se presentó como un plataformas en 2D bastante sólido, en el que primaba la exploración por encima de la velocidad, y en el que recuperábamos por fin la posibilidad de jugar con más personajes además del azulado erizo.
Esta secuela directa sigue la misma fórmula, de hecho a priori parece que estemos jugando a una versión extendida del original. Sin embargo pronto comenzaremos a notar ese tiempo extra de desarrollo, y sentiremos cambios sustánciales para bien. Se aprecia bastante que los chicos de Sanzaru tomaron buena nota de los puntos que menos gustaron en el anterior juego, y que en este han buscado corregirlos.
Para empezar nos encontramos con un desarrollo más fluido, en el que los niveles ofrecen secciones más rápidas, y en el que la exploración ya no es tan protagonista. Aquí por ejemplo ya no será necesario encontrar ciertos objetos para poder continuar la aventura, pues podremos ir directamente a completar el nivel sin explorar nada y avanzar por el modo historia sin necesidad de repetir niveles.
No obstante los amantes de la exploración no quedarán decepcionados, pues las fases siguen ofreciendo un buen número de caminos alternativos y secretos para encontrar. La diferencia ahora es que es algo totalmente secundario, a fin de atender las peticiones de aquellos a los que el primero se les hizo demasiado lento y pesado.
El control básico sigue siendo prácticamente el mismo. Con el analógico controlamos al personaje para hacer que ande, pero si queremos que corra, deberemos mantener pulsado el botón Y. Estas dos velocidades permiten pasar de modo explorador, a modo veloz, dependiendo de qué necesitemos en cada momento.
Los personajes cuentan también con una habilidad especial propia, al igual que en el primero. De este modo Sonic puede realizar su clásico Spin Dash, que ahora por cierto es más rápido y efectivo que en el primero (como debe ser). Mientras que Tails disparará un pequeño cañón láser para eliminar ciertos obstáculos o derrotar enemigos.
Velocidad y exploración se dan la mano
El resto del sistema de control permanece igual, pudiendo emplear el látigo de energía a modo de liana para pasar por sobre fosos y otros peligros, y la clásica habilidad de salto, que vuelve a permitir realizar un doble salto en el aire y atacar enemigos mediante el habitual Homming Attack.
Todas estas habilidades permiten un control bastante complejo, pero eficiente del personaje, pudiendo usar algunas de ellas en combinación para lograr una mayor espectacularidad. Por ejemplo podemos combinar el doble salto y el Homming Attack con el Air Dash de Sonic; movimiento que le permite desplazarse por el aire y que por cierto ahora es mucho más ágil que en el primero.
Todo esto se traduce en una jugabilidad bastante más fluida y rápida, más propia de lo que cabe esperar en un Sonic, que nos permite recorrer los escenarios como un rayo realizando toda clase de maniobras espectaculares en el proceso. Esto hará las delicias de los habituales del erizo, mientras que los que busquen un plataformas más pausado y tranquilo, siguen pudiendo disfrutar de dicha opción.
Además 'Sonic Boom' Fire & Ice' no se llama así por casualidad, y es que el título hace referencia directa a la principal novedad jugable que ofrece esta entrega; la posibilidad de utilizar el fuego y el hielo a nuestro favor para avanzar por los escenarios. Por ejemplo encontraremos plataformas de agua que si tocamos con la habilidad de hielo activa, se congelaran y volverán sólidas.
Por otro lado podremos emplear la habilidad de fuego para derretir bloques de hielo, pudiendo acceder a nuevos caminos, o para descongelar una plataforma previamente solidificada. El cambio de fuego a hielo se presenta como una novedad ingeniosa e interesante que aumenta la complejidad del juego, al mismo tiempo que pondrá a prueba nuestros reflejos cuando el juego vaya a su máxima velocidad.
En la primera entrega podíamos manejar a cuatro personajes distintos: Sonic, Tails, Knuckles, y Sticks. Aprovechando las habilidades de cada uno para superar distintos obstáculos o tener ventaja en ciertos momentos. Para ello cambiábamos de un personaje a otro ya fuese empleando la cruz de control, o bien la pantalla táctil. Esta función permanece intacta en esta nueva entrega, con la salvedad de que ahora además de los cuatro personajes originales, se ha añadido a Amy como quinto miembro del equipo.
Al igual que en su predecesor, estos personajes no estarán disponibles desde el principio, pero no tardaremos mucho en desbloquearlos a medida que avancemos por los distintos mundos que componen el juego. Para desplazarnos por dichos mundos disponemos de un mapa por el que vamos moviendo a Sonic de una localización a otra, escogiendo los niveles que queremos jugar, buscando retos alternativos, o interactuando con otros personajes para conseguir nuevos extras.
También se nos ofrece la posibilidad de escoger directamente a qué nivel queremos ir mediante un menú, opción ideal para aquellos que no quieran perder tiempo desplazándose por el mapa. Otro elemento que vuelve son los niveles de bonus opcionales, como las carreras a través de un tubo que rinden homenaje a los niveles clásicos de este tipo ya habituales en la serie. O las fases a bordo del submarino Sea Fox de Tails.
Variedad al poder
También encontraremos nuevos niveles de bonificación, como las que nos permiten manejar un pequeño hovercraft en lo que recuerda poderosamente a un viejo matamarcianos de scroll vertical. Todas estas fases y otras, ayudan a romper la monotonía durante la partida, además de alargar notablemente la duración del juego.
Y ya que hablamos de duración, llegar a ver el final de la aventura no os llevará demasiado tiempo. Pero si queréis encontrar todos los extras y superar todos los retos, tendréis que dedicarle al juego bastantes horas. Las justas para que llegue a satisfaceros pero sin resultar cansino. La trama durante este modo historia no es gran cosa, pero al menos está doblada al castellano por los mismos actores que doblan la serie de televisión, e incluso podremos ver alguna secuencia CGI del mismo estilo y calidad a la vista en la serie.
Otro elemento que alarga la vida del juego, y del que Sanzaru tomó buena nota tras su predecesor, es el modo multijugador. Lamentablemente sigue sin explotarse el potencial cooperativo que ofrece el juego durante el modo principal, pero si que podemos echar carreras uno contra uno dentro de circuitos bidimensionales que recuerdan a juegos como 'Sonic Rivals', o los modos versus de los primeros títulos del erizo para Mega Drive.
Curiosamente en este modo multijugador no controlamos a los personajes principales, si no a unos robots de carreras que podremos ir desbloqueando a lo largo de la aventura, a medida que los derrotemos durante las batallas de velocidad que funcionan a modo de jefe durante el modo historia. Y ya que hablamos de jefes, esta vez si que encontraremos jefazos de final de fase a la vieja usanza, al contrario de lo que ocurría en la primera entrega que únicamente ofrecía el combate contra el jefe final.
En lo referente al aspecto gráfico el juego sigue muy de cerca el estilo del primero, con escenarios repletos de colorido y detalles que inundarán la pantalla de nuestra 3DS. Lamentablemente el efecto 3D en esta nueva entrega parece ser más tenue que en su predecesor, hasta el punto de que casi ni lo notaremos. Además este escaso efecto 3D puede suponer la diferencia entre sufrir pequeñas ralentizaciones durante la partida, o no sufrirlas, por lo que recomendamos jugar con él apagado.
Los personajes están bien animados y gozan de un alto grado de detalle. Sin embargo durante las secuencias realizadas con el motor del juego, la cámara se acera quizá demasiado a los modelos y es aquí donde más pueden dar el cante las texturas. Se podría haber solucionado empleando modelos de mayor calidad para estas secuencias, pero lamentablemente no ha sido así, aunque tampoco es algo demasiado grave.
La banda sonora vuelve a correr a cargo de Richard Jaques, viejo conocido en la serie de juegos del erizo, pues lleva trabajando en ella esporádicamente desde la época Saturn. Estas composiciones mejoran los resultados obtenidos en la primera entrega, y eso teniendo en cuenta que la banda sonora del primero ya era bastante buena. Aquí encontraremos temas más parecidos al estilo habitual de los juegos del erizo, además de ser más reconocible el particular estilo musical de este veterano compositor.
Finalmente quedan por tratar ciertos aspectos negativos que si bien no son graves, nunca esta de más mencionar. Como por ejemplo la función que devuelve a nuestro personaje a un lugar seguro tras recibir daños, algo que ya estaba en el primero, pero que aquí puede hacerse incluso más molesta. Especialmente durante los nuevos subniveles de desafío ocultos en las fases normales.
No es perfecto, pero va por buen camino
Dicha función tira hacía atrás de nuestro personaje si por ejemplo este cae a un foso de pinchos, y va destinada a que no nos quedemos tirados en un lugar peligroso. Sin embargo actúa de forma demasiado efusiva, y a veces nos retrotrae demasiado obligándonos a repetir una sección del nivel, lo que puede resultar ciertamente frustrante. Eso cuando no nos deja vendidos sin anillos frente al peligro.
Otro aspecto negativo es que al igual que en su predecesor, las secciones de velocidad son automáticas, por lo que una vez entremos en una de ellas perderemos el control de nuestro personaje. Esto puede resultar molesto si por ejemplo nos hemos dejado algo atrás y queremos frenar para volver a recogerlo. Si os ocurre durante la partida, os recomendamos cambiar rápidamente de personaje, ya que incomprensiblemente es la única forma eficiente de frenar a Sonic y sus amigos cuando entran en una zona de velocidad. Es un método poco ortodoxo pero eficiente.
Ninguno de estos pequeños aspectos negativos empaña lo suficiente el juego como para arruinar la experiencia, de modo que nos encontramos antes una aventura plataformera bastante digna que nos ayudará a insuflar vida a nuestra 3DS ahora que parece acercarse su final. Si os gustó la primera entrega, este os gustará más. Y si no os gustó su predecesor, este sin duda merece al menos que le deis una oportunidad, pues se nota el esfuerzo de Sega y de Sanzaru por mejorar la experiencia.