El 23 de Agosto 2012 | 17:12
Si hay un género con pocos representantes dignos de tal cargo es el de los sandbox. Mundos abiertos con un extenso mapeado y un sin fin de posibilidades jugables donde los vehículos y las misiones secundarias están a la orden del día. nadie puede discutir que 'Grand Theft Auto' siempre ha sido amo y señor en esta índole hasta que llegó 'Saints Row' y estableció un nuevo precedente con su estilo más cómico y desenfadado que por motivos diferentes y con otros pros y contras se hizo fácilmente un hueco.
Haciendo historia
Otro nombre que muchos recordarán, pero que no consiguió el éxito rotundo que hubiese deseado es 'True Crime', un juego que además tenía algún que otro pique con 'GTA' mediante bromas que se hacían entre ellos. Por ejemplo en 'True Crime' aparecía un personaje idéntico a Tommy Vercetti (protagonista de 'GTA:Vice City') con manguitos, pariodiando su incapacidad para nadar, mientras que en 'GTA' veíamos un cartel de "True Grime" (algo así como "Pura Mugre"). Como diferencia, este juego presentaba la curiosidad de que el protagonista no era un fuera de la ley o un personaje de moral ambigua como suele ocurrir en el género, sino que era un policía. La idea estuvo bien pero la ejecución no fue impecable.
Ahora Square Enix y United Front Games acuden a nosotros con un título que desciende de esa estirpe y todo hay que decirlo, lo hace con mayor estilo y mejor resultado. 'True Crime: Hong Kong', o como finalmente se ha llamado, 'Sleeping Dogs' trata la historia de Wei Shen, un chino de 28 años que tras su viaje a Estados Unidos regresa a su viejo barrio de Hong Kong convertido en un policía de San Francisco que tiene la difícil misión de acabar con las peligrosas bandas que imperan en la ciudad, las Tríadas. Estas tienen toda una red de tráfico de todo tipo de materiales, negocios ilegales aquí y allá, y la policía necesita tomar cartas en el asunto mediante uno de los temas más populares y que tan pocas veces se ha tratado en los videojuegos: los agentes encubiertos.
Un comienzo callejero
Wei se internará en una banda de bajo nivel gracias a un amigo y a partir de ahí irá subiendo puestos para alcanzar la cúpula, como suele ocurrir siempre en estos casos. Lo hará de una forma que a más de uno va a fascinar. Haciendo uso de sus brazos y sus piernas Wei se convierte en un espectacular Bruce Lee que cuenta con todo un arsenal de golpes y movimientos especiales para abatir a los enemigos. Estos movimientos irán aumentando a medida que gastemos puntos para descubrir nuevas habilidades. Por este motivo el progreso será muy importante.
Los enemigos pegan muy fuerte y nuestra vida no es tan extensa como nos gustaría, un par de golpes bien dados puede matarnos. De modo que habrá que familiarizarse bien con los combos y los controles. Y siempre que podamos buscar estatuas de jade que nos dan acceso a nuevos ataques en la escuela de artes marciales. Podremos aquí ejecutar potentes puñetazos y veloces patadas. Derribar enemigos, lanzarlos por los aires, dejarlos aturdidos o incluso romperles las extremidades con espectaculares ejecuciones que harán retroceder a los enemigos por el puro miedo. El escenario será de mucha ayuda, siempre encontraremos puertas de coches, cabinas telefónicas, cuadros eléctricos e incluso sistemas de ventilación donde acabar con cualquiera que tenga la torpeza de ser atrapado por nosotros.
Be water my friend
Es cierto que si prestamos atención a la iluminación en rojo de los enemigos cuando nos atacan no será difícil defenderse y ejecutar contra-ataques para, poco a poco, vencer sin sufrir muchos daños. Sin embargo, por muy buenos que seamos siempre se nos escapará alguna oportunidad y nos podemos llevar un buen golpe o incluso un navajazo, y es que las armas cuerpo a cuerpo será beneficios temporales que podremos robarles y utilizar en su contra. Cuchillos de carnicero, porras, palancas o incluso paraguas. Todo vale para arrear unos cuantos golpes.
Después tenemos las armas de fuego que tal como nos explica el Comisario no son muy abundantes en Hong Kong. Esto no es Norteamérica desde luego. Así que pistolas y rifles de asalto serán poco comunes pero muy peligrosos cuando el enemigo las tenga y nosotros no. Una vez nos hagamos con una, aprovecharemos las coberturas como viene siendo común. Nos cubrimos disparamos y avanzamos. Pero lo mejor es salir de la cobertura de un salto a cámara lenta y abatir a los malos uno por uno y tiro a tiro. Esta es una de las mejores partes de la acción.
El apartado de conducción es muy arcade, más o menos del estilo de 'Saints Row' pero eso lo hace en muchas ocasiones sencillo y sin complicaciones. Lo necesario para llegar del punto A al punto B, pero algo tosco si nos metemos en el mundo de las carreras. Los coches son mucho más fáciles de conducir que las motos y su física más estable. Pero si somos hábiles y le cogemos el truco, cualquier cosa será suficiente. Lo mejor de la conducción son las persecuciones a toda velocidad y con música a todo volumen. Asomarse por la ventanilla y disparar a cámara lenta a los neumáticos de quien nos persigue o huye de nosotros y ver como su coche sale despedido o explota no tiene precio.
Hong Kong ofrece muchos pasatiempos
La extensión del juego es muy acertada. Las 20 o 30 horas no nos las quita nadie si somos de los que presta atención a todo. Misiones principales y secundarias, actividades aleatorias como ayudar a ciudadanos o investigar jaleos callejeros. Buscar una prenda de ropa que nos guste entre las variadas tiendas o escoger el coche que más nos atraiga. Si queremos nos vamos al local de Karaoke o a las peleas de gallos. También hay garitos de apuestas e incluso masajistas callejeras que nos tratarán con mucho mimo. Todas estas acciones que hemos nombrado sirven a un propósito. mejoras temporales o permanentes de salud, regeneración de vida, mayor daño infligido o menor daño recibido. Más puntos de prestigio o con la policía o las tríadas. Siempre buscando facilidades en combate o mayor velocidad a la hora de subir niveles.
La ropa tendrá kits de tres prendas, como ocurre en muchos RPG clásicos. Prendas adicionales como gafas, relojes, gorras o pulseras nos dan aumentos extra. Podemos combinar como queramos para cubrir distintas áreas. La comida y la bebida o los mencionados masajes duran solo un tiempo pero su bajo coste y la extensa duración los hacen sencillos, recomendables y muy pero que muy útiles. Las cajas fuertes nos darán dinero y prendas especiales y los santuarios esparcidos por la ciudad nos aumentarán la salud permanentemente. Nunca debemos subestimar el poder de tener muchas de estas ayudas activas al mismo tiempo.
En cuanto al apartado técnico, los gráficos son más que aceptables, anotando una calidad notable sin llegar a ser perfecta, pero en general con un resultado muy agradable a la vista. Los modelados de los personajes se muy bueno en todos los casos e impecable si hablamos del protagonista. La textura de su piel, la iluminación, su carga poligonal, sus detalles faciales y sobre todo los tatuajes. Un compendio total que da la sensación de estar ante una dirección artística vistosa como pocas. La ciudad se lleva gran parte del protagonismo. Plazas, parques esmerados y llenos de vegetación, grandes edificios de cristal, andamios de bambú, callejones sucios y oscuros, barrios descuidados, grandes avenidas. La ciudad de los contrastes nos dejará sin palabras. Las luces nocturnas, los reflejos bajo la lluvia y el paso de multitudes a pie o en coche crean un escenario maravilloso que se lleva buena parte de la culpa de que el juego sea tan atractivo.
Enciende la radio y ponla a tope
La música acompaña de forma muy agradable con temas todos ellos originales y con licencia repartidos en varias emisoras de radio como se acostumbra en los sandbox. Muchos géneros para muy variados gustos, aunque los que tengan la mente abierta musicalmente hablando encontrarán buenos temas en casi todas las cadenas de radio. La acción se ve muy beneficiada sobre todo en las persecuciones que se apoyan en un ritmo musical frenético que nos mete de lleno en la acción. Los efectos de sonido de la ciudad dejan claro que está muy viva y nunca nos sacan de esa realidad, más bien nos abrazan con fuerza y crean un ambiente exótico y sugerente.
La historia no es muy compleja, pero resulta interesante y entretenida. El protagonista tiene bastante carisma comparado con muchos otros trabajos, pero no pasará a la historia ni mucho menos. La típica historia de la ambigüedad entre el bien y el mal siempre presente cuando el argumento trata de las operaciones encubiertas es aquí un factor visible que añade algo que no innova narrativamente pero cuya ausencia no se podría aceptar. No será la mejor historia de policías que nos cuenten, pero si una que nos hará disfrutar de cada minuto.
Conclusión
Como colofón a este análisis diremos que, pese a algunos bug sin importancia y lógicos en títulos de este tamaño, el juego es muy sólido mecánicamente. Todo en él nos atrae y nos pide que sigamos adelante. La acción es divertida aunque no innova salvo en el apartado de los combates cuerpo a cuerpo, donde como hemos dicho se sale fuera de lo común. Para aquellos que estén cansados de los tiros y prefieran que la sangre les salpique en la cara y no esconderse detrás de una fría cobertura, este es su juego. Si quieres viajar al lejano oriente, escuchar su música, experimentar sus costumbres, conducir sus coches y aprender sus artes marciales definitivamente 'Sleeping Dogs' es lo que buscas.
Lo mejor:
El escenario resulta impresionante en todos los aspectos. Los combates son muy divertidos y bastante desafiantes. El sistema de mejoras: activas pasivas, temporales y permanentes. Poder vestir como Bruce Lee.
Lo peor:
Poca variedad en las secundarias y los entretenimientos. Conducción muy poco elaborada.