El 28 de Abril 2012 | 21:58
Es indudable que, en los tiempos que corren actualmente, el usuario que disfruta de los videojuegos es muy diferente al jugador de hace 20 años (por ejemplo). Ahora los títulos deportivos están más presentes que nunca, a los que también hay que añadir los de acción (en primera o tercera persona) y los MMORPG.
Sin embargo, hace dos décadas el panorama era bien diferente y los juegos que gustaban por aquel entonces no son los mismos que ahora. Un género que "pasó de moda" (aunque todavía sigue desarrollándose) es el clásico shoot'em up: decenas de naves aparecen en pantalla con el único objetivo de acabar con nuestra "embarcación". Dentro de este sector aparece en este momento 'Sine Mora', un producto que busca captar a esos jugadores más antiguos y, por qué no, también meter a algunos nuevos.
Magia
Si hay algo claro en este tipo de género es que el trasfondo histórico por el cual se meten tiros es totalmente prescindible. No obstante, con 'Sine Mora' no ocurre así exactamente, sino que se presenta un increíble mundo donde futuro y pasado, unido con unas extrañas criaturas, se dan la mano para realizar un bello viaje (que tiene como objetivo rescatar a una princesa).
Vale, cierto es que tampoco se han comido mucho la cabeza pero ya es más que todos sus competidores directos. Los culpables de que esto sea así son Digital Reality y Grasshoper, dos estudios con bastante solera. De las cabezas de los segundos han salido títulos como 'No More Heroes' o el próximo 'Lollypop Chainsaw', por lo que es lógico que con este 'Sine Mora' se hayan cuidado más los aspectos narrativos.
Todo este argumento viene acompañado de un magistral apartado gráfico robusto, sólido y que denota firmeza. Trazos gruesos, marcados, como si de la técnica del Cell-Shading se tratase, son los predominantes durante toda la obra. Los colores, además, son muy variopintos y no se hacen repetitivos; mucho menos gracias a la técnica 2.5D, esa mezcla de 2D y 3D que tan bien le ha salido a juegos como 'Rayman Origins'.
De igual manera, las naves que se pilotan durante toda la historia son dignas de museo, con diseños muy bonitos, simples y, lo más importante, diferentes, ya que en cada misión se maneja un avión distinto al anterior. Esta línea también sigue con los enemigos, que tiene diferentes modelos en las misiones que se disputan. No obstante, hay que hacer una mención especial a las aeronaves de los jefes finales de fase, que entran en pantalla al más puro estilo película japonesa con bocetos grandilocuentes y dignos de elogiar.
Una jugabilidad que enamora
Lo habitual dentro de los shoot'em up es que millones de naves aparezcan disparando para acabar con nosotros sin piedad. Como es lógico, nos defenderemos de estos ataques aunque en 'Sine Mora' hay una gran particularidad: no hay barras de vitalidad ni otros elementos típicos de la interfaz de estos juegos. En este título la clave está en el tiempo.
'Sine Mora' se caracteriza porque en la parte superior de la pantalla se muestra una cuenta atrás. Este contador de tiempo aumenta o disminuye a medida que destruimos naves o recibimos golpes, respectivamente. Por tanto, es necesario estar siempre pendiente de la cuenta que, una vez lleguemos a una especie de checkpoint, se actualizará y volverá al tiempo de inicio.
Para hacer más fácil esta tarea el juego introduce una curiosa novedad: la posibilidad de ralentizar la acción. Con esta habilidad la nave queda en suspensión al más puro estilo Bullet Time de 'Matrix', dando una gran oportunidad para esquivar los proyectiles enemigos y, también, asestar golpes decisivos con nuestras naves (están los ataques simples y luego los especiales, diferentes éstos en cada avión).
'Sine Mora' es un gran shoot'em up que cuenta con un gran apartado visual y una jugabilidad que engancha y divierte. No introduce grandes mejoras dentro del género pero cumple sobradamente con las expectativas. Eso sí, se echa en falta (y mucho) un modo cooperativo, bien sea en local u online: estos juegos son más entretenidos si tienes un colega que muera antes que tú.
Lo mejor:
Vistoso y colorido. Divertido. Es bastante difícil para los neófitos.
Lo peor:
Tampoco mete grandes cambios en los shoot'em up. Olvidarse del cooperativo en este tipo de juegos es un pecado.