El 28 de Noviembre 2014 | 16:46
El caballero de la flamante armadura (de colores) ve la luz. En esta ocasión 'Shovel Knight' llega a Nintendo 3DS y Wii U con las novedades básicas y justas para hacer que la espera merezca la pena.
Vamos a ponernos en situación. Yatch Club nos trae un juego que rinde homenaje, no a uno ni dos, sino a varios títulos de los 8 bits que consiguieron tenernos enganchados en su día a los más viejunos del lugar.
Veremos clarísimas referencias a juegos como 'Megaman', 'Super Mario Bros.' o incluso 'Castlevania', no solamente en lo que a gráficos se refiere, sino también en el tema jugabilidad.
Nuestro Shovel Knight es un caballaro, otrora respetado y famoso, pero que cayó en desgracia y pesadumbre cuando un horrible devenir aconteciese sobre su compañero, Shield Knight, encerrándolo en una profunda torre maldita.
Sin embargo, el mundo vive un momento crítico tras la aparición de la Hechicera, y distintos caballeros han tomado posesión ilícita de territorios y aledaños. Pero como suelen decir, no hay mal que por bien no venga y la base de operaciones de esta misteriosa mujer no es otra que la Torre en la que encerrado se haya Shield Knight. Así que la cárcel en la que se encuentra el caballero está ahora abierta.
Presto y raudo, nuestro Shovel Knight decide ponerse en marcha de nuevo para salvar a su compañero, no sin dejar pasar la oportunidad de redimir pecados y poner en su sitio a los diferentes knights que han hecho que este mundo sea algo oscuro y siniestro.
Jugabilidad Clásica
'Shovel Knight' pretende recuperar esa jugabilidad de plataformas en 2D de antaño. Nos encontraremos con una serie de niveles, a los que podremos volver siempre que queramos, con una personalidad propia muy acusada.
Todos serán en dos dimensiones y nos propondrán diferentes retos, que pasan entre los saltos medidos al dedillo, las plataformas móviles, o esas malditas pantallas contrarreloj en las que no tendremos permitidos ni un mísero fallo.
Nuestro caballero contará con un listado de movimientos básicos pero efectivos. Por un lado, tendremos la pala, ese elemento que tanto nos caracterizará y que nos permitirá desenterrar objetos y, por supuesto, atacar.
Sin embargo tiene un par de usos más, ya que, al realizar el salto, con tan solo darle al pad hacia abajo, haremos un ataque en esa dirección permitiéndonos eliminar bloques que no estaban a nuestro alcance o incluso rebotar sobre enemigos para llegar más alto.
Además de esto, a lo largo de las diferentes fases, y en la ciudad, podremos obtener nuevos objetos o reliquias, que harán nuestro camino más fácil. Eso sí, no será fácil conseguirlas ya que cada una se encuentra escondida en un cofre especial dentro de cada zona. Una vez lo encontremos, por su fuera poco, tendremos que comprarlas. Nada es gratis, ni en tiempos de crisis.
Estas reliquias nos darán ataques, como la bola de fuego, movimientos nuevos, como el cuchillo, u otras habilidades curiosas, como la que nos hace invulnerables durante un par de segundos.
Aquí es donde radica la parte especial de Nintendo 3DS ya que, al igual que Wii U, nos permitirá usar la pantalla táctil para cambiar entre todas estas reliquias de nuestro inventario sin tener que pausar la partida.
Puede parecer una chorrada, pero realmente agiliza mucho el juego, ya que, de otra forma, hay que usar los comandos del menú para acceder a estos objetos. En la portátil de Nintendo el cambio es rápido y directo.
Retro recuerdos
Pese a que el juego es una joya jugablemente hablando, no se puede negar que su mayor atractivo reside en el hecho de que es un grato recuerdo para todos los jugadores que hemos vivido la época de los ochenta o principios de los noventa.
Los detalles gráficos, totalmente en 8 bits, son de agradecer porque el hecho de que esté todo pixelado no implica que no haya trabajo detrás. Los escenarios están cuidados al mínimo detalle y tienen toda suerte de elementos para complementarlos, cosa que, por desgracia, no pasaba con las consolas de aquel momento.
Además, Nintendo 3DS saca provecho de su 3D y aunque no es que sea algo revolucionario, sí es cierto que, en determinadas pantallas como la de la Torre, donde hay ventanas y una tormenta que se ve a través de ella, luce a las mil maravillas.
Pero, siendo sinceros, no lo he usado mucho ya que, por desgracia, al moverse un poco, cosa normal en este tipo de juegos, se pierde algo la perspectiva y esto es algo que el juego no te va a perdonar porque es difícil de narices, como los de antes.
La única diferencia con juegos de NES o Game Gear, por poner un par de ejemplos, radica en la posibilidad de guardar y de tener vidas infinitas.... aunque esto lo podemos cambiar si queremos.
A lo largo de las distintas fases, nos encontraremos con unos orbes que, al tocarlos, se iluminarán de un determinado color y guardarán nuestro progreso. Si fenecemos en algún momento entre este orbe y el próximo, apareceremos en el último que tocamos.
Sin embargo, podemos optar por romperlo y obtener de él sus recompensas (bastante suculentas), lo que elimina el punto de salvado. Así que, si queréis ese reto extra no tenéis más que ir destruyendo todos los que os encontréis a vuestro paso para poneros a prueba.
Conclusión
'Shovel Knight' es un correctísimo juego de plataformas orientado a un público al que le guste el estilo retro. Los gráficos, la música y la jugabilidad nos transportarán a esa época de 'Castle of Illusion', 'James Pond' o 'Quackshot' en la que tantas horas de diversión tuvimos y la que tantas veces esperamos poder volver a vivir.
Lo mejor:
El juego desprende amor retro por todos los costados. La música es espectacular y el 3D está muy cuidado.
Lo peor:
La curva de dificultad es demasiado alta. Quizás se hace demasiado corto, pero esto también es el sistema de los juegos antiguos.