Análisis 'Rocket League' PS4, el fútbol diferente de PS Plus

Cada mes el servicio PlayStation Plus de Sony nos presta unos cuantos juegos para que saquemos partido de sus consolas. Hoy analizamos el que desde mi humilde opinión es el mejor juego, a la par que sorpresa, de la hornada de julio, 'Rocket League'. Se trata de un juego "peculiar" que combina dos temáticas distintas que por separado cuentan con una gran cantidad de adeptos en el panorama nacional e internacional, una son los coches y la otra el fútbol. Después de meter todo esto en una coctelera y de agitarlo con ritmo, acaba saliendo un nuevo combinado realmente nuevo y refrescante que deja un magnífico sabor de boca a todo el que lo prueba.

La primera vez que uno se encuentra de cara el juego de Psyonix no suele llamarle la atención a no ser que sea un enfermo del fútbol (como en mi caso) o de los coches, sin embargo una vez uno se mete en la rueda es realmente difícil salir. Yo personalmente lo probé porque a todo juego en el cual haya una pelota de por medio le doy una oportunidad, la sorpresa vino cuando después de una partida vino la segunda, la tercera y así paso un buen rato. Es el típico juego en el cual las partidas son realmente rápidas y divertidas, eso hace que te vayas picando con el juego hasta acabar echándole unas cuantas horas como quien no quiere la cosa.

Algo nuevo que vale la pena probar

¿Qué es realmente 'Rocket League'? ¿Qué nos encontraremos al saltar al terreno de juego? Como dije antes es un juego que mezcla los coches con el fútbol, pero esto no tiene que tomarse al pie de la letra. Por un lado tenemos un campo de fútbol, con paredes y una cúpula circular para que esté totalmente cerrado, luego tenemos dos porterías empotradas en la pared y un balón que es el doble de grande que nuestros coches, que están representados como si fueran coches por radiocontrol. Pero ahí no acaban todos los cambios, no habrá 11 jugadores por equipo, el máximo serán 4 por equipo y lo más importante sin portero, defender y atacar es una labor de equipo. No hay árbitros, no hay faltas, no hay saques de banda, córner, centro o puerta y puedes moverte por cualquier parte del campo, paredes y techo incluidos.

El control del coche es lo realmente divertido, con los gatillos aceleraremos y frenaremos según nuestra necesidad en cada momento, con la equis saltaremos y haremos acrobacias en el aire para conseguir remates inverosímiles, además por el césped encontraremos repartidos nos objetos que nos permitirán utilizar el turbo en nuestro vehículo. Este elemento es clave y puede ser el factor decisivo de los partidos, con el círculo ejecutaremos esta energía extra que nos permitirá movernos a toda velocidad, con este extra podremos causar estragos ya que podremos cruzarnos el campo en un momento, realizar disparos y/o despejes muy potentes, combinarlo con el salto para alcanzar balones imposibles, y lo más importante destrozar rivales. Hablo de destrozar literalmente, ya que si vamos a máxima velocidad y colisionamos contra un adversario que no lleve una velocidad parecida a la nuestra, lo convertiremos en chatarra, y durante unos breves segundos el equipo rival se quedará en inferioridad numérica.

¿Pero que lo hace tan divertido? No hay una razón única, es la suma de muchos detalles distintos el primero es la brevedad de los partidos, que duran únicamente 5 minutos, esto hace que los partidos sean tremendamente rápidos y frenéticos, ya que es una cuenta atrás desde el primer momento. Otro gran punto a favor es que puedes darle la vuelta al partido en breves segundos con dos chupinazos desde tu casa (y suerte no nos engañemos), yo he llegado a ir perdiendo un partido 1-2 a falta de 20 segundos y acabar ganando 3-2 con un gol desde el centro del campo en el último momento. Esto unido a las constantes piruetas, colisiones y explosiones convierten a 'Rocket League' en un juego que es pura diversión, y si le añades la compañía de algunos amigos ya ni hablamos.

'Rocket League' nos trae una propuesta simple, divertida y efectiva enfocada claramente al multijugador. El juego se resume en realizar un partido tras otro, online o con la CPU, en tres modalidades distintas: 2 vs 2, 3 vs 3 y 4 vs 4 (1 vs 1 solo offline). La lástima es que entre ellas lo único que cambian son el número de participantes, aunque a veces más vale que una propuesta sea simple y funcione todo perfectamente, como ocurre en esta ocasión, a que tenga muchos modos de juego, que separen a la comunidad y luego por una cosa u otra no funcionen correctamente. Aunque sinceramente yo esperaba encontrarme con alguna que otra novedad en este apartado, porque durante la fase beta del juego ya pudimos disfrutar de todas estas modalidades, y por aquel entonces transmitía la sensación de que podrían hacer corto, veremos si en un futuro los chicos de Psyonix se animan con algún que otro añadido para mantener con vida su juego. ¡Ojo!, yo he centrado este punto en el online porque creo que es lo más importante, pero para todo aquel que quiera jugar en solitario, tiene la opción de realizar partidos contra la CPU e incluso una temporada, pero desde m humilde punto de vista no es lo mismo, no son ni de lejos las mismas sensaciones ni diversión.

Poca variedad de modos

El principal problema de 'Rocket League' puede venir por la profundidad del juego, que es prácticamente inexistente. El juego podría tener muchísimas más posibilidades, desde modos de juegos algo más trabajados como podría ser un modo donde se nos planteará una serie de desafíos por ejemplo gana un partido 2 vs 4, remonta tal resultado en X período de tiempo, etcétera. Además podría permitir crear un equipo con los colegas en el cual pudieras darle tus propios colores a los coches, vinilos o nombre así como ofrecer más variedad de coches, o que le pudieras substituir piezas aunque la diferencia entre una y otra fuera meramente estética (dejando a un lado los adornos y las ruedas). Aunque eso sí, actualmente tenemos más variedad que en la beta, puesto que tenemos unos pocos coches que iremos consiguiendo a medida que jugamos, así como algún que otro elemento de personalización, como la posibilidad de poner una banderita de nuestro país en el coche, o la posibilidad de cambiar el color de la combustión del turbo.

Parece claro que Rocket League fue concebido como un juego centro para el multijugador, y esto puede convertirse en un acierto fulgurante o en un error garrafal, ya que el éxito de este tipo de juegos tiene mucho que ver con el hecho de conseguir crear una comunidad solida y activa. Esto puede parecer una cosa relativamente sencilla, más aún si contamos con que el juego es bueno, pero la realidad es muy distinta, de hecho tenemos un ejemplo muy cercano 'Evolve'. El juego de Turtle Rock ha sido uno de los juegos que personalmente más me sorprendió este año, por lo poco que esperaba de él, sin embargo a pesar de ser un juego divertido la comunidad lo fue olvidando y apartando con el paso del tiempo, lo mismo que paso con 'Titanfall'. Es por eso que me parece un movimiento realmente inteligente el realizado por Sony, a la hora de regalarlo con PlayStation Plus, ya que de esta forma te aseguras de que llegue a mucha gente y esta como mínimo se anima a probarlo. Además que sinceramente pienso, que si la gente le da una oportunidad el juego acabará gustando y calando el comunidad PlayStation.

Conclusiones

En definitiva, 'Rocket League' es un juego que si bien puede levantar alguna duda entre los usuarios de PlayStation 4, si les tocará pagar un precio aproximado de 20 euros, no existe ninguna excusa para no aprovechar la suscripción a PlayStation Plus y disfrutar solo o en compañía con uno de los juegos más divertidos de los últimos tiempos. Por desgracia su estreno no ha sido el mejor posible, ya que se ha visto empañado por los problemas de conexión con los servidores, hecho que impedía poder disfrutar del modo multijugador el primer día. No será un portento gráfico, no será el juego con más modos de juego del mundo, ni el que tenga un editor descomunal, pero ahí es donde radica su virtud. Se trata de un juego sencillo, rápido y divertido el cual todo lo que hace funciona a la perfección, invitándote a jugar una partida tras otra, y haciendo que el tiempo vuele cuando coges el mando para sentarte un rato delante del televisor.