El mercado de los MMOs es un lugar peligroso donde impera la Ley de la Selva. No todos los jugadores de PC están dispuestos a pagar religiosamente una cuota por mantener extensísimos juegos que requieren una enorme manutención, por lo que cada título y compañía tiene que ideárselas como puede. La cosa se complica aún más cuando encontramos que estas inhóspitas tierras están dominadas por un título en concreto. Y es que podemos considerar 'World of Warcraft' como un auténtico monopolio de los juegos de suscripción mensual.
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Sin embargo, siempre hay compañías dispuestas a intentar destronar al rey. Siempre aparecen juegos de indiscutible calidad que intentan hacerse con su pequeño territorio en este mundo. Pero el rey es implacable y jugar en su terreno es muy difícil, por lo que la mayoría tienden a abandonar sus iniciativas originales y derivan al F2P, un modelo que cada vez se demuestra más efectivo.
Pero éste no es el caso de Trion Worlds. La compañía se mantiene firme con su título, 'Rift', que ya lleva unos meses en el mercado. 'Rift' sigue apostando por un modelo de suscripción idéntico al de 'WoW', con sus mismos precios. Y eso significa que es un título que apunta alto.
El mundo de Telara
La historia de 'Rift' nos traslada a Telara, un mundo con una afinidad excepcional a los elementos. Dicho privilegio la convierte en un lugar próspero, pero también la hace el foco de los dioses de la Tormenta Sangrienta. Éstos han llevado constantes ataques a lo largo de su historia, abriendo Fallas (Rifts) a los planos elementales para destruirla. La persistencia de la Tormenta Sangrienta dio sus frutos cuando un príncipe Mathosiano cumplió la voluntad de Regulos, el dios más poderoso.
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Dos facciones conviven en Telara: los Guardians y los Defiants. La afinidad a las máquinas de los segundos fue lo que causó la llegada de los dragones y el poder de Regulos. Nosotros despertaremos como un Ascended en un momento postapocalíptico en que Telara está en las últimas. Nuestro objetivo será viajar al pasado y evitar que el poder de Regulos se manifieste y Telara viva su trágico final.
Como cabe esperar, las dos facciones quedan irremediablemente enfrentadas. Mientras que los Defiants tienen ese punto tecnológico, los Guardians son más cercanos a la religión y a sus deidades iluminadas, despreciando las máquinas. Con ello justificamos el PvP del título.
Buscando la historia
'Rift' sigue el sistema tradicional de quests que impera en los MMOs y que alivian el aburrido grinding (matar enemigo tras enemigo durante horas para subir de nivel). Desgraciadamente, es un sistema que no favorece la narrativa, puesto que las misiones aportan un pequeño texto que nos ubica pero que la mayoría de las veces simplemente pone la excusa para las quests. Y presentar párrafos de texto que simplemente justifiquen matar diez lobos acabará por hacernos saltar lo que los NPCs nos tengan que decir. Es decir, que el jugador tiene que buscar la historia cuando es la historia la que tendría que buscar al jugador.
Un apartado técnico notable
Si de algo puede presumir el título de Trion Worlds es de su apartado gráfico. Y es que 'Rift' es un juego más que competente a nivel visual. Su estilo realista se funde muy bien con los colores vivos de la magia y los planos elementales. Los paisajes que encontramos mientras vivimos nuestras aventuras están llenos de vida y raramente encontraremos espacios vacíos. El nivel de detalle de las texturas en los personajes también es muy destacable.
El apartado sonoro no desmerece los artificios visuales, aunque tampoco los impulsa. La música juega un papel secundario, casi de relleno. Cumple, pero está carente de personalidad. Sin embargo, tanto los efectos sonoros como el doblaje son buenos y acompañan perfectamente al resto del apartado técnico. Quizá se echa en falta una mayor variedad de frases o que nuestros personajes profieran algo más que gritos guturales y gemidos, pero lo que hay es bueno.
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Lo que sí que es un fallo indiscutible es la localización. El juego está en completo inglés.
Creando un avatar
Al comenzar a jugar a 'Rift' obviamente tendremos que crearnos un personaje. Y para ello Trion Worlds nos ofrece una variedad de opciones considerable.
Para empezar, tendremos que elegir entre una de las dos facciones anteriormente citadas. Después elegiremos entre las distintas razas: mathosianos, altos elfos y enanos para los Guardians; y eth, kelari y bahmi para los Defiants. Tras elegir el sexo de nuestro avatar y su clase (de las que luego hablaremos), podremos configurar sus rasgos. Y aquí es donde empieza la verdadera creación.
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Las opciones están centradas fundamentalmente en la cara, relegando la modificación de la altura como única posibilidad de configuración para el cuerpo. El creador de personajes mezcla las paletas con las opciones fijas. Por ejemplo, podemos moldear la forma de la cara a voluntad, mientras que tendremos que elegir un peinado, o el maquillaje. Es un sistema competente, pues difícilmente encontraremos personajes clónicos.
Sistema de combate
Quizá el mayor problema de 'Rift' es que ha calcado de forma absoluta el sistema de combate de los MMOs tradicionales. Consiste en la opción del autoataque con la ejecución de habilidades mediante teclas de acceso rápido. Y, aunque es un sistema que funciona, se antoja anticuado, repetitivo y poco inmersivo. Todo aquél que haya jugado a 'WoW' no podrá evitar tener una sensación de deja vu, puesto que no innova en absolutamente nada al respecto.
Cuatro clases, cientos de posibilidades
Sin embargo, donde sí innova 'Rift' es en el sistema de clases y 'almas'. Cada una de las cuatro clases (Guerrero, Clérigo, Mago y Pícaro) tiene acceso a seis ramas de talentos (llamadas 'almas') más una adicional centrada en el PvP (jugador contra jugador). Nuestro personaje podrá equipar hasta tres de éstas e ir repartiendo los puntos que vaya adquiriendo al subir de nivel. Al invertir puntos en las ramas podremos ir accediendo a niveles superiores y a mayores beneficios. De la misma forma, cuantos más puntos invirtamos en una rama, más habilidades de ésta desbloquearemos.
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Así, las posibilidades se multiplican. Un mago puede ser el clásico lanzador de bolas de fuego o decantarse por la Nigromancia, por ejemplo. O podemos optar por ser un pícaro más orientado al sigilo y al cuerpo a cuerpo o a utilizar arcos, o mezclar ambos estilos. Y si queremos variar entre configuraciones podemos hacerlo comprando más 'roles'.
Desgraciadamente, el sistema de almas no es tan flexible como parece. Y es que al final estos sistemas suelen caer en el problema de la optimización. Muchas combinaciones, aunque nos gusten, no son óptimas. Y eso quiere decir que tendremos que sacrificar efectividad en combate si queremos usar unas ramas determinadas que quizá no casen bien entre ellas.
Jugando contra la máquina
El elemento clave del PvE (jugador contra entorno) del título son los Rifts y los eventos globales. Esparcidos por el mapa encontraremos distintas fallas elementales con enemigos en ellas y que normalmente necesitarán la colaboración de varios jugadores para ser selladas. Al acercarnos a una de éstas podremos unirnos al 'grupo público', de forma que entraremos en el grupo de gente cercana que está combatiendo con las criaturas de la falla elemental. Una vez cerrada, cada integrante recibirá una recompensa acorde con su aportación a la causa.
De manera parecida, se desencadenarán eventos globales en zonas completas del mapa. Normalmente consistirán en rechazar invasiones y habrá que realizar múltiples tareas en distintos puntos de la localización, tales como cerrar Rifts, evitar que los enemigos destruyan estructuras o recoger materiales. Los eventos globales también hacen uso de los grupos públicos y las recompensas individuales.
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Además de este importante elemento, 'Rift' aporta otros clásicos en los MMORPG: el questing (hasta el nivel 50 en este caso), las profesiones y el crafting (crear objetos) las mazmorras, las bandas... Las constantes actualizaciones del juego ayudan a que siempre tengamos cosas que hacer aunque hayamos completado el contenido.
Jugando contra otros
El PvP del título de Trion tiene dos vertientes: el PvP abierto y los Warfronts (Frentes de Batalla). La primera se basa en la enemistad entre las facciones y que nos enfrentará a cualquier jugador del otro bando con el que nos encontremos (exceptuando el caso de los reinos PvE, donde por defecto los jugadores no pueden atacarse). La segunda nos lleva a mapas cerrados donde dos equipos combaten bajo distintas circunstancias: capturar y mantener posiciones, captura la bandera, matar al comandante enemigo… También podremos retar a cualquier personaje de nuestra facción a un duelo amistoso.
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Competir contra otros jugadores nos otorga distintas 'monedas' con las que podremos comprar objetos, equipamiento o las almas dedicadas al PvP anteriormente citadas. En cualquier caso, se nota que Trion ha enfocado el PvP de 'Rift' como algo 'complementario'. No es que esté limitado, pero sus opciones son mucho menores que en el PvE. Y probablemente se deba a que no hay por qué especializarse en un modo u otro, simplemente nos equipamos con otro rol más apropiado para luchar contra jugadores y estaremos preparados.
Conclusiones
'Rift' es lo que es: un clon de 'WoW'. Pero allí donde otros clones no se le acercan ni a la suela de los zapatos, 'Rift' es capaz de mirarle a los ojos. El problema es que apenas innova, no aporta más que un par de conceptos que, sí, están bien ejecutados, pero no le sirven para desmarcarse. Y competir contra alguien que lleva tantos años haciendo algo en su mismo terreno no suele tener buenos resultados.
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Podemos afirmar que el título de Trion es uno de los MMORPG más completos del mercado. Ofrece mucho contenido, lo presenta de una forma espléndida y, para llevar tan poco tiempo, sufre muy pocos bugs y caídas. Es sólido y es una opción más que viable para nuestra cuota mensual. Sobre todo a aquéllos que busquen nuevos MMORPG. Eso sí, que nadie se espere nada nuevo, porque 'Rift' es un buen juego, pero es más de lo mismo.