El 7 de Diciembre 2014 | 15:35
Hubo un tiempo en el que el desarrollo de juegos en Europa no palidecía tan fácilmente frente al de otros territorios, la época en la que los ordenadores personales dominaban este continente, hablamos de los años 80 y principios de los 90. En este caldo de cultivo para grandes juegos europeos, los británicos de Bitmap Brothers nos dejaron más de una joya para el recuerdo, y hoy le vamos a rendir homenaje a una de ellas. 'Xenon 2 Megablast' conquistó buena parte de los ordenadores del momento, e incluso llegó a consolas gracias a sus conversiones para Master System, Mega Drive, y Game Boy.
It's a Megablast!
Los malvados Xenitas ya recibieron su merecido en el primer Conflicto Galáctico, pero estas formas de vida alienígenas tienen muy mal perder. Durante mucho tiempo han estado planeando su venganza, y su ira acumulada les lleva no solo a querer destruir a los responsables de su derrota, si no todo el universo también. ¡Si ellos no pueden quedárselo, nadie más podrá! Para llevar a cabo la madre de todas las venganzas, han colocado bombas de tiempo en lugares concretos de la historia. Estas bombas están ocultas en el interior de descomunales criaturas, seres que protegerán los artefactos con su vida si es preciso, y que para colmo tienen a un ejército de Xenitas protegiéndoles. Solo la nave Megablaster puede librar al universo de quedar reducido a un vacío infernal, estas naves ya les dieron para el pelo a los Xenitas en el pasado, pero aquello fue un juego de niños comparado con lo que espera ahora... ¡Esta vez es la guerra!
A priori puede parecer que este juego ofrece más de lo de siempre en materia de matamarcianos espaciales: Navecita navegando por el vacío cósmico, hordas de monstruitos extraterrestres acosándonos, y una lluvia de láseres friéndolos sin descanso. Pero 'Xenon 2 Megablast' tiene algunos ases en la manga para resultar original e interesante. Para empezar contamos con una perspectiva vertical, en lugar de la típica horizontal. Si, esto no es mucha novedad, pero si que lo es la posibilidad de retroceder pulsando abajo en el pad para dar marcha atrás.
Esta posibilidad de volver sobre nuestros pasos será esencial en algunos momentos, pues los niveles se tornan laberínticos en algunas zonas, y puede ocurrir que nos adentremos en un callejón sin salida no quedando más opción que recular. Aunque el avance de la nave es automático, esta curiosa función también nos permite volver atrás para aniquilar enemigos que se nos hayan escapado, pudiendo así lograr una mayor puntuación.
Otra peculiaridad de este juego son sus exigentes físicas de disparo, los erráticos Xenitas son capaces de pasar intactos entre nuestra lluvia de "bolitas" si estas no les tocan con exactitud. Esto, unido a la ausencia de un disparo rápido, hace que aquellos que tengan mayor rapidez al machacar el botón logren ventaja. Bueno, ellos y todo aquel que tenga un mando con autodisparo, claro. Existe no obstante un ítem especial que nos da autodisparo, pero primero habrá que encontrarlo, y aun así seguirá siendo más efectivo aporrear el botón de fuego cuando la situación lo requiera.
El resto de ítems mejoraran el arsenal de nuestra nave acoplando pequeñas unidades, o mejorando el disparo principal. Podemos llegar a convertir la pantalla en un infierno ante el que cualquier bicho espacial acabe hecho puré antes de poder decir "hola", especialmente con un ítem que nos dará unos segundos de un poder tan destructivo que hasta hará que sintamos pena por los pobres enemigos que nos salgan al paso.
Otro de los ítems nos permitirá "sumergirnos en el fondo" durante unos segundos para pasar inadvertidos entre los enemigos, lo cuál será muy útil en ciertas zonas. Lamentablemente esta habilidad es un pequeño alarde técnico que no estará disponible en todas las versiones del juego, debido a las limitaciones de hardware.
Crispin el buhonero de Raticulín
Estos ítems suelen venir flotando en capsulas que los liberarán una vez las destruyamos, pero también será posible comprarlos con el dinero que vayamos recogiendo al destruir enemigos. Hasta en dos ocasiones en cada nivel podremos visitar la tienda de un extraño extraterrestre llamado "Crispin" (o "Colin" en algunas versiones). Este tipo habla una lengua ininteligible, pero por fortuna disponemos de una ventanita que lo traduce lo que dice al cristiano (en inglés).
En esta curiosa tienda podremos comprar ítems, corazones para reponer la barra de daño de nuestra nave, e incluso consejos de Crispin para ver qué arma puede ser mejor en la zona que vamos a visitar a continuación. Esta información por lo general será fiable, pero en ocasiones Crispin dará rienda suelta a su vena trol y nos la jugará, así que tened cuidado.
Aunque no se trata ni mucho menos de un juego fácil, el hecho de que nuestra nave pueda recibir varios impactos y recuperarse de los daños recogiendo corazones, hace que el juego sea menos frustrante que aquellos matamarcianos en los que el impacto de una sola "bolita" condena a todo el universo. Esto unido a su buen control hace muy divertida la experiencia de juego para cualquiera, y no solo para los habituales del género.
Gráficamente el juego tiene un estilo un tanto extraño pero agradable, con seres y escenarios muy imaginativos. Naturalmente los gráficos dependerán y mucho de en qué sistema lo estemos jugando, pero su peculiar apartado artístico se mantendrá casi intacto de una versión a otra. En este apartado podría decirse que la versión para Amiga se encuentra en la cima, mientras que lógicamente la adaptación para la Game Boy clásica es la menos agraciada.
Hubo conversiones para gran cantidad de ordenadores personales de la época, como por ejemplo: Atari ST, Commodore Amiga, Sharp X68000, IBM PC, o el Acorn Archimedes. Todos grandes ordenadores de menor o mayor éxito aquí en Europa. De entre todas ellas la versión más destacable es la original para Amiga, no solo por sus gráficos, si no también por su sonido. Esto último es algo muy importante por motivos que veremos más adelante.
En cuanto a consolas, la de Game Boy pierde evidentemente gran parte de su encanto por las limitaciones técnicas, pero sigue siendo un matamarcianos muy divertido dentro del catálogo de la portátil. La de Master System es una conversión muy meritoria, a la que solamente se le puede achacar algo de flickering y la ausencia del último nivel del juego.
La versión para Mega Drive podría haber sido bastante mejor, y más si tenemos en cuenta las similitudes entre este sistema y el ordenador Amiga, pero aun así quedó un juego sólido y muy divertido al que solo se le puede achacar la adaptación de la música y, al igual que al de Master System, la ausencia del último nivel. Como dato curioso, este es de los pocos juegos de Mega Drive que solamente salió a la venta en sistema PAL, no llegando a pisar nunca territorios americanos o asiáticos.
Asalto en la Galaxia 13
Es posible que en las imágenes del juego hayáis reparado en el hecho de que hay dos marcadores de vida y de puntuación, lo que unido a la opción del menú principal que dice "2 Players" os puede inducir a error y haceros pensar que este juego tiene modo cooperativo simultáneo. Por desgracia no es así, este modo para dos jugadores es alternativo, es decir, pasaremos de un jugador a otro cuando uno de ellos pierda una vida. Una lástima, pues un modo cooperativo simultáneo le habría dado mucha vidilla.
Hablábamos antes de la importancia de la música en este juego, y esto es debido a que 'Xenon 2 Megablast' fue uno de los primeros intentos serios de incluir música con audio real en un videojuego, es decir, más allá de los típicos pitiditos. Para esta proeza se buscó la colaboración con el grupo de música británico "Bomb the Bass", concretamente para el uso de uno de sus temas hiphoperos del momento.
Este tema respondía al nombre de "Hip Hop on Precinct 13", debido a que a su vez estaba basado en el tema principal de la película de John Carpenter "Assault on Precinct 13" (traducida como "Asalto a la Comisaría del Distrito 13" en España). Este tema incluía toda clase de samples de voz y efectos impropios de los temas musicales de los juegos de entonces, haciendo que solamente los sistemas más potentes pudieran reproducir fielmente dicha música.
Curiosamente esta composición musical es la única que escucharemos durante el juego, en todos los niveles y situaciones, de principio a fin. Lo que puede hacerse pesado y molesto para algunos, especialmente a quienes no les guste este animado tema musical. El resto del apartado sonoro se cierra con unos efectos de sonido básicos que incluso pueden pecar de ser algo simples, quizá por evitar eclipsar el tema musical de fondo.
Si queréis jugarlo en la actualidad, olvidaos de reediciones. Solo podréis tirar de emulación o buscar los juegos originales. Las versiones para ordenador son raras y difíciles de encontrar, pero no ocurre lo mismo con las de consola, pues las tres versiones son bastante accesibles en eBay, así que solo os queda decidir en qué sistema lo queréis jugar.
Si buscáis un matamarcianos con un toque especial, y además os resulta curioso eso de que sea "Made in Europe", no dudéis en probarlo. Si, hay matamarcianos mejores, pero 'Xenon 2 Megablast' tiene un algo especial que lo hace único y probablemente irrepetible.
Lo mejor:
Su estilo tan particular. La innovación musical que supuso. Divertido y muy desafiante.
Lo peor:
Su único tema musical puede hacerse muy repetitivo. La versión para Mega Drive podría haber dado más de sí, especialmente en cuanto a la música.