En 1989 aterrizaba en salones arcade un nuevo título de la veterana Data East dispuesto a competir dentro de un género tan trillado como el de los matamarcianos, su buena acogida propició su posterior conversión a Mega Drive en Japón y Genesis en América, pero por desgracia su desembarco en Europa se vio truncado en el último momento y nos quedamos sin esta joya en el Viejo Continente. Su nombre completo es 'Vapor Trail: Hyper Offence Formation', y seguro que acabas queriendo añadirlo a la colección en cuanto termines de leer estas líneas.
¡Han secuestrado al mundo entero!
En 1999 la ciudad de Nueva York es víctima de un ataque sorpresa por parte de una organización terrorista conocida como Dagger, que para invalidar las defensas militares ha tomado el control de la red de satélites. Ahora toda la red de comunicaciones está bajo su control, y el ataque a Nueva York no es más que el comienzo. Una única demanda llega al centro de defensa de los Estados Unidos: Que todos los gobiernos del mundo cedan el poder a Dagger y se rindan ante el nuevo orden mundial. Si sus demandas no se satisfacen en el plazo establecido, lanzarán las armas nucleares de todos los países provocando el mismísimo Armagedón. Ante tal amenaza, el presidente decide llamar al único escuadrón de élite capaz de detener a Dagger, una fuerza aérea armada con lo último en tecnología que se ha convertido en la única esperanza de libertad para el mundo entero. Segundos después suena la alarma en un portaviones secreto ubicado en alguna parte del Pacifico, la operación "Vapor Trail" acaba de comenzar.
El catálogo de Mega Drive está repleto de clásicos matamarcianos gracias a la gran proliferación de este género en aquella época, y es precisamente por esta avalancha de shoot'em ups por lo que solamente algunos juegos lograban destacar. Títulos que apostaban por la originalidad, o por un espectacular apartado técnico, para que los escogiésemos a ellos en lugar de a cualquier otro de los múltiples juegos similares disponibles.
En el caso de 'Vapor Trail' nos encontramos ante ambas cosas, ya que por un lado los cazas de combate le daban un toque algo más fresco que las típicas naves espaciales, y además podemos gozar de un impresionante apartado técnico muy cercano al del arcade original. Elementos que no están nada mal si tenemos en cuenta que estamos ante un juego de 1991, es decir, casi de la primera hornada de esta consola que cumple ahora 30 años.
Para comenzar a jugar, primero debemos decidir si queremos volar en solitario o en formación con un segundo jugador. Y es que esa es una de las principales virtudes de 'Vapor Trail', su modo cooperativo. Ya que por aquel entonces era habitual prescindir de esta opción en las conversiones para consola, a fin de aligerar la carga gráfica para que todo funcionase con mayor fluidez. ¿Quiere eso decir que en modo cooperativo perderemos calidad visual? Para nada en absoluto, lo que tiene su mérito y refleja el cuidado puesto por los desarrolladores al realizar el port.
Tanto si vamos a ir solos o acompañados, el siguiente paso será escoger entre uno de los tres aviones disponibles con diferentes características. Así por ejemplo el caza Sylph ofrece un gran equilibrio entre capacidades ofensivas y defensivas, además de una gran maniobrabilidad. El Valkyrie se muestra implacable con los enemigos gracias a su descomunal potencia de fuego, pero su baja maniobrabilidad lo hace más vulnerable. Finalmente el Seylen es un alumno aventajado en labores defensivas, pero esto se resiente en su poder de ataque, especialmente contra los jefes.
Plan de vuelo
En el modo cooperativo podremos combinar las habilidades de estos tres cazas para formar un equipo equilibrado, por ejemplo utilizando el Seylen para escoltar y defender al poderoso pero lento Valkyrie. De nosotros depende escoger la mejor estrategia al empezar la partida y ser hábiles poniéndola después en práctica, especialmente contra los descomunales jefes que nos aguardan al final de cada fase.
También habrá que tener en cuenta los potenciadores, ya que sus efectos varían de un tipo de avión a otro. Estos aumentarán la potencia de nuestros disparos, nos otorgarán nuevo armamento como misiles o bombas, e incluso nos pueden ayudar reparando parte del daño de nuestra nave. Y es que en 'Vapor Trail' hace falta algo más que un simple impacto para derribar nuestro avión, algo que agradecerán y mucho todos aquellos que no sean especialmente hábiles con estos viejos matamarcianos.
Hasta tres impactos puede sufrir nuestro caza antes de ser derribado, y la capacidad de recuperarnos del daño ayuda a reducir bastante la frustración habitual de este tipo de juegos. Además podemos ajustar la dificultad y el número de vidas disponibles en las opciones, para poder escoger entre un desafío interesante para los expertos, o algo más relajado para los menos habituales.
Finalmente podemos equipar nuestro caza con las S-Unit, unidades de ataque que se acoplan a nuestro avión y que nos otorgan un poder gran poder destructivo que varía según el tipo de aeronave que estemos pilotando. Este poder de fuego extra nos acompañará hasta que nuestro avión sufra algún tipo de daño, o hasta que nosotros mismos decidamos desprendernos de él provocando una gran explosión que dañe a todos los enemigos en pantalla.
Además si no llevamos equipada ninguna S-Unit, o si hemos liberado la que llevábamos, podremos ejecutar un "Barrel Roll" que nos volverá completamente invulnerables al enemigo durante unos segundos. Esto nos permite por ejemplo lanzar un ataque kamikaze contra los jefes finales para dispararles nuestras armas a bocajarro sin preocuparnos del fuego enemigo. Dicha habilidad solo se podrá utilizar cuando la barra de poder esté llena, y una vez vaciada nos tocará esperar un rato a que se llene sola otra vez.
¿Nos echamos una partidita?
A pesar de todas estas ayudas y de la posibilidad de ir acompañados de otro jugador, 'Vapor Trail' sigue suponiendo todo un reto que os costará superar. Esto os puede dar varias tardes de diversión junto a algún amigo, además de ofrecer un alto nivel de rejugabilidad, pues es de esos juegos a los que siempre apetece echar un cooperativo por muchas veces que nos lo hayamos pasado.
Gráficamente nos encontraremos con un apartado visual muy trabajado, tanto que en ocasiones tendremos la sensación de estar sobrevolando una pequeña maqueta. Los distintos planos de scroll recrean muy bien los árboles, nubes, o edificios sobre los que volamos, e incluso sirven para que los enemigos se oculten en ellos y nos ataquen por sorpresa. Todo moviéndose además con bastante fluidez, incluso en el modo cooperativo.
Finalmente y como es habitual en el género, nos acompañará una banda sonora de lo más cañera que ayuda a imprimir un carácter aún más frenético a cada partida. Además podremos volver a disfrutar de estos temas cuando queramos gracias al test de sonido que encontraremos en las opciones. También allí podremos escuchar sus variados efectos de sonido y algunas voces digitalizadas incluidas, voces que tal vez podrían haber sonado con algo más de claridad.
En resumen, un gran matamarcianos capaz de hacer que cualquier habitual de este género quiera tener una Mega Drive donde poder disfrutarlo. Y esa es la única opción que hay sin recurrir a la emulación o a meter el arcade en casa, ya que desgraciadamente este juego nunca ha sido reeditado. Lo único que podemos encontrar es un par de secuelas para recreativa dentro de la saga 'Kuuga' (nombre que recibe en Japón), las cuales fueron porteadas a Saturn y PlayStation en exclusiva para territorio nipón.
Si lo que buscáis es el cartucho original para vuestra fiel Mega Drive (o Genesis), os recomendamos buscar la versión americana, ya que es un poco más asequible que la japonesa, la cual puede alcanzar sin problemas precios de tres cifras. Por desgracia la versión americana tampoco es precisamente barata, pero merece la pena pagar un poco más por el que es sin duda uno de los mejores shoot'em up de esta consola.