RETRO 'ToeJam & Earl Panic on Funkotron', analizamos este carismático plataformas incluido en 'Sega Mega Drive Classics'

Aunque la idea inicial era la de hacer una secuela del 'ToeJam & Earl' original al uso, la época dorada de las plataformas hizo que en Sega America les pareciese más interesante un cambio de estilo acorde con los tiempos. Sin embargo este cambio no era del todo del agrado de su creador, el cual no volvería a retomar la serie hasta muchos años más tarde en la primera Xbox. A pesar de todo nos quedó un plataformas bastante majo que acaba de regresar gracias a 'Sega Mega Drive Classics' para PS4, One, y PC.

¡Tío, menudo lio!

ToeJam y Earl lograron escapar por los pelos (y eso que no tienen) de ese planeta de locos llamado Tierra, tras lo cual pusieron rumbo a su hogar en el planeta Funkotron. Pero lo que nuestros amigos no sabían, es que esos terrícolas corta-rollos les habían seguido hasta allí. ¡Y ahora amenazaban con erradicar toda la marcha y el buen rollo del planeta Funkotron! El pánico y el caos se extienden por todas partes, mientras que todo el mundo les acusa de haber traído esa plaga tan chunga. Ahora lo único que pueden hacer es enviar a esos molestos terrícolas de una patada a su planeta y limpiar su imagen. ¿Lograrán salvar Funkotron a tiempo? ¿O acabará su hogar invadido por los chiflados terrícolas? ¡Ayúdales colega, que se juegan su reputación!

El primer 'ToeJam & Earl' nos proponía explorar niveles que incluso podían ser generados aleatoriamente haciendo que cada partida resultase distinta, mientras recolectábamos montones de ítems extraños e interactuábamos con toda clase de seres estrambóticos. Una aventura totalmente atípica que incluso hoy en día sigue resultando de lo más curiosa y original.

Esta mecánica hizo las delicias de muchos jugadores, que lo recuerdan con gran cariño. Pero otros tantos se sintieron un tanto perdidos entre tanto nivel caótico y hubiesen preferido un desarrollo más convencional. Es por esto que para la secuela se optó por una jugabilidad plataformera clásica con scroll lateral, donde se intentó mantener la mayor cantidad posible de elementos del juego original a pesar del enorme cambio jugable.

No obstante estos nuevos niveles de plataformas en 2D no se juegan de la manera convencional en este tipo de juegos, es decir, yendo del punto A al punto B. Sino que deben ser explorados hasta el último rincón, a fin de encontrar a todos los molestos terrícolas que pululan por ellos. Algunos serán bien visibles y no nos complicarán mucho las cosas, pero otros se esconderán y nos obligarán a sondear cada rincón del escenario.

Contamos con diversas ayudas para encontrarlos, como un pequeño radar o un sistema de visión especial que revela los elementos ocultos del escenario. Pero aun así no estará de más emplear tiempo extra en explorar, ya que contamos con una misión paralela que definirá el resultado final al terminar la partida. Para ello debemos encontrar una serie de objetos específicos, objetos que no parecen tener sentido ni relación alguna, pero que cobrarán su lógica al final del juego.

¡Hazte con todos!

Para librarnos de la plaga de terrícolas no bastará con encontrarlos, también deberemos capturarlos en unos botes especiales que minimizan su tamaño. De este modo podremos incapacitarlos y llevarlos a la nave con destino a la Tierra que encontraremos al final de cada fase. Algunos terrícolas opondrán más resistencia que otros, pero debemos procurar que no se nos escape ninguno si queremos completar nuestra misión.

Al principio el juego puede resultar algo abrumador, ya que hay muchas cosas para hacer y puede llevar su tiempo aprender a dominarlas todas. Por suerte contamos con una especie de "modo para niños" el cual sirve como entrenamiento, ya que aquí los protagonistas serán invencibles. Este modo va perfecto para aprender las mecánicas necesarias durante el resto de la partida, así como para familiarizarnos con los controles y los niveles.

Sin embargo en este modo fácil tan solo podremos superar los 5 primeros niveles, por lo que deberemos tomárnoslo como una especie de tutorial previo a la verdadera aventura principal. La cual por cierto posee una duración sorprendentemente larga, ya que si queremos cumplir con todos los objetivos disponibles podemos tardar tranquilamente unas 5 horas, incluso aunque ya nos conozcamos el juego.

Para afrontar esta larga odisea disponemos de un sistema de passwords que nos mostrarán cada vez que completemos un nivel, esto nos permitirá abandonar y retomar más tarde nuestra partida, aunque resulta un sistema algo engorroso. Si estamos jugando en algún tipo de reedición moderna agradeceremos bastante la opción de poder guardar partida en cualquier momento, lo que le da un punto extra de interés al juego, ya que en condiciones normales puede hacerse algo pesado mantenerse tantas horas frente a la consola, o andar recurriendo a los complicados passwords.

Además hay que añadir un importante factor rejugable a la aventura, ya que es poco probable que logremos cumplir todos los objetivos en nuestra primera partida. Esta combinación de duración y rejugabilidad, unida a su dificultad moderada, nos puede ofrecer una ingente cantidad de horas de diversión, bastantes más de lo que era habitual en un plataformas de aquella época. Para colmo podemos pasarnos el juego con cualquiera de los dos protagonistas, lo que varía ligeramente la trama dependiendo de cuál llevemos y es la excusa perfecta para tener que pasárnoslo al menos dos veces si queremos verlo todo.

Colegas hasta el final

A esto hay que sumarle el modo cooperativo, que era sin duda uno de los puntos más fuertes de su predecesor y que aquí se consiguió mantener intacto. Si encontramos a alguien que nos acompañe en esta aventura nos lo pasaremos en grande cooperando para encontrar todos los secretos, y ayudándonos el uno al otro cuando sea necesario. Y es que si ya de por si este juego resulta muy divertido y completo en solitario, en cooperativo gana incluso bastante más.

A esta interesante mezcla hay que sumarle un apartado gráfico magistral, con diseños desbordantes de imaginación y fantasía, personajes carismáticos con animaciones muy cuidadas, y entornos que rebosan colorido con toda esa estética funk y noventera tan especial propia de la serie. El sentido del humor será predominante durante todo el juego, y no será difícil que estos simpáticos personajes nos arranquen más de una carcajada.

Y por si eso no fuera suficiente, el aspecto técnico lo redondea un apartado sonoro como para quitase el sombrero, con un inteligente uso de samples de sonido tanto para los efectos, como para las geniales composiciones musicales. Es sin duda uno de los títulos que mejor provecho le saca a las capacidades sonoras de la consola, incluidas un gran número de voces digitalizadas que suenan con una claridad cristalina.

Largo, completo, jugable, carismático, simpático, con cooperativo opcional, precioso a nivel gráfico y con un gran apartado sonoro. Es difícil encontrarle pegas al que probablemente sea uno de los juegos más divertidos de esta consola. Puede que su propuesta sea muy distinta a la de su predecesor, pero eso le da además un toque original y fresco muy de agradecer. Todo esto lo convierte en un completo imprescindible para amantes de las buenas plataformas, especialmente si os gusta el particular estilo de estos personajes.

Podéis añadir el cartucho original a la colección por unos 20 o 30 euros, pero si optáis por jugarlo en el nuevo 'Sega Mega Drive Classics' podréis guardar partida siempre que queráis sin tener que andar apuntando passwords, además de poder disfrutar de su divertido cooperativo ya sea de forma local o en modo online. Así ya no tendréis excusa para no compartir esta formidable aventura con otro jugador, aunque esté al otro lado del mundo. Hay varios títulos capaces de justificar por si solos la compra de este nuevo recopilatorio, y este es sin duda uno de ellos.