En 1990 TechnoSoft publicaba para Mega Drive la tercera entrega de la serie 'Thunder Force', que comenzaría a dar popularidad y forma definitiva a la saga. Tras su éxito en la consola de Sega, ambas compañías se aliarían para llevar el juego a las recreativas bajo el nombre de 'Thunder Force AC', corriendo sobre la placa System C2 que básicamente era una Mega Drive con algunos cambios. Curiosamente no terminaría aquí su historia, ya que después este arcade sería a su vez porteado a Super Nintendo bajo el nombre de 'Thunder Spirits'.
La batalla continúa
Tras la última y devastadora guerra entre el Imperio ORN, y la Federación de Galaxias, el malvado imperio quedó tocado pero no destruido, y ahora prepara su venganza tras un impenetrable muro defensivo. Dicha defensa consiste en una serie de dispositivos de camuflaje instalados en los planetas y bases del Imperio ORN, lo que hace muy complicado atacarlos. Y además han desplegado a su nuevo destructor espacial, el Cerberus, un arma con tal poder destructivo que puede arrasar una flota entera en cuestión de segundos. Cualquier intento de ataque a estas colonias camufladas, se traduce en una rápida y devastadora respuesta del destructor Cerberus. La única solución es construir un nuevo caza capaz de infiltrarse en estas colonias y destruir los dispositivos de camuflaje antes de ser detectado, pero para pilotar dicho caza hace falta un piloto con mucho valor y pericia. ¿Serás tú ese piloto?
Si buscáis originalidad, no es en este juego donde la vais a encontrar. Y es que estamos ante la clásica combinación de navecita espacial luchando en el espacio contra hordas de enemigos mientras esquiva un océano de disparos en forma de bolitas. Pero eso le basta y le sobra como excusa a todo buen amante del género para descargar tensiones masacrando todo bicho viviente, a la vez que pone a prueba su destreza y sus reflejos.
Nuestro objetivo no difiere de lo habitual, superar la fase destruyendo a tantos enemigos como podamos para alimentar nuestro marcador de puntos, mientras recogemos valiosos power-ups que potencien nuestra nave. Todo a la vez que evitamos chocar con el terreno de unos escenarios que en ocasiones serán más laberínticos de lo que nos esperamos.
Por descontado que el jefazo de turno nos hará una visita poco cordial al final de cada fase, retándonos a encontrar y castigar su punto débil antes de que convierta nuestra nave en polvo estelar. Ya decimos que la fórmula no es muy diferente de lo habitual en este género, pero eso es algo que no hace falta cuando el juego viene tan bien construido y diseñado, que es al fin y al cabo lo que hace grande un viejo matamarcianos.
El control responde bien en todas las versiones, y el nivel de dificultad se encuentra a un nivel intermedio más bien tirando a alto. Esto lo convierte en un juego ideal para habituales de este tipo de juegos, pero sin alejarlo de los no habituados, que pueden adaptarse poco a poco a su dificultad creciente sin ser presa de la frustración. Saber aprender de nuestros errores será tan importante como nuestra habilidad o nuestros reflejos. Aún así os avisamos que no os vendrá mal algo de paciencia.
El sonido del trueno
La banda sonora es sencillamente magistral en todas las versiones del juego, algo que no es de extrañar sabiendo como se las gasta habitualmente la saga 'Thunder Force' en este aspecto. Sin embargo encontraremos diferencias apreciables dependiendo de en qué sistema lo juguemos. Así por ejemplo la versión arcade se aprovecha de sus ventajas de sonido frente al hardware original de Mega Drive, especialmente en lo referente a efectos de sonido.
La versión para Super Nintendo se basa en el arcade, con lo que podremos encontrar unos efectos de sonido algo más nítidos, especialmente en las voces digitalizadas. Sin embargo el tipo de composiciones que conforman la banda sonora parece llevarse mejor con el hardware de sonido de Mega Drive, o al menos parece sacarle mejor provecho, por lo que el sonido queda equilibrado entre ambos sistemas domésticos.
De vosotros depende ya escoger si os gusta más como suena en Mega Drive, o en Super Nintendo. Pero eso es ya decisión vuestra, pues es básicamente como escoger si te gusta más como suena una guitarra, o un piano. Cada uno tiene sus gustos musicales y a él le corresponde decidir lo que más deleita a sus tímpanos. En cualquier caso el apartado sonoro es cuanto menos de lujo en todas las versiones, por lo que no se puede poner ninguna pega al juego en este apartado.
Hay que tener en cuenta que la versión original es la de Mega Drive, es decir, que el juego se hizo específicamente en base al hardware de la consola de 16 bits de Sega. Esto no supuso problema alguno al portearlo a la placa arcade System C2, prima hermana de Mega Drive. Sin embargo en esta versión se decidieron cambiar algunos detalles, como ciertos elementos gráficos y sonoros, así como algunos niveles.
La versión para Super Nintendo viene de la de arcades, por lo que incluye estos cambios realizados con respecto a la versión para Mega Drive. Así por ejemplo se omite la pantalla de selección de fase que aparecía en la consola de Sega, donde de paso se nos daba información sobre el nivel, y pistas para derrotar a su jefe final. En Super Nintendo afrontamos el mismo desarrollo que en el arcade, pasando directamente de una fase a otra sin poder escoger el orden.
¿Por qué escoger?
Hay que tener en cuenta que varios de los niveles que nos encontraremos hacia la mitad del juego son completamente diferentes entre las versiones para Mega Drive y Super Nintendo, por lo que es bastante recomendable jugarse ambas versiones para poder disfrutar de esta obra maestra en todo su esplendor.
No obstante la conversión para la consola de Nintendo no corrió a cargo de la propia TechnoSoft, lo que provocó algo de descuido a la hora de mimar la conversión. Si a esto le sumamos las diferencias de hardware entre ambas máquinas, podremos encontrar algunas mejoras pero también más de un problema.
Así por ejemplo se mejoran algunos gráficos, añadiendo más colores a los fondos. Sin embargo a cambio nos toca sufrir unas molestas ralentizaciones durante prácticamente todo el juego, así como un framerate menos fluido y suave. Algunos efectos gráficos como el fuego ondulante del segundo nivel, también lucen mejor en Mega Drive. Y los niveles exclusivos de la adaptación para Super Nintendo están un poco menos cuidados que los originales a los que reemplazan.
Es básicamente por estos motivos por los que unánimemente se suele preferir la versión para Mega Drive (o para arcade) antes que la de Super Nintendo, sin embargo nosotros os recomendamos no escoger, y si tenéis ocasión jugad a ambas versiones. Y es que puede que la consola de Sega recibiese una versión más cuidada, pero aún así la de Super Nintendo es sin duda un autentico juegazo, y un matamarcianos altamente recomendable dentro del catálogo de la 16 bits de Nintendo.
Existen bastantes diferencias entre ambas versiones como para que merezca la pena jugarlas ambas, por lo que si sois amantes de los buenos matamarcianos, seguro que lo recibís con los brazos abiertos en cualquiera de estas dos míticas consolas. Además a pesar de las pequeñas diferencias técnicas, el juego luce espectacularmente en ambas máquinas, por lo que os espera una fiesta para los ojos en cualquiera de sus versiones.
La búsqueda del tesoro
Jugarlo en la actualidad no es nada sencillo, ya que ni 'Thunder Force 3', ni 'Thunder Spirits' llegaron nunca al Viejo Continente. En su día se importaron algunas copias americanas para Mega Drive (o mejor dicho para Genesis) a esta parte del mundo, pero si ya era difícil hacerse con una de ellas en su día, imaginaos ahora... Esto hace que l versión para Mega Drive sea difícil de ver por Ebay por menos de 40 euros (aunque no imposible). Y la de Super Nintendo es aún más rara, pero por suerte la versión japonesa bastante asequible especialmente si os conformáis con el cartucho suelto.
Las únicas reediciones que salieron con el tiempo fueron la conversión para Saturn, que es incluso más difícil de conseguir, o la incluida en el tercer recopilatorio de los 'Sega 3D Classics' para 3DS, publicado solamente en Japón. Esta versión añade además un fantástico efecto 3D, y fue fruto directo de que Sega comprase los derechos de la saga 'Thunder Force' así como la propia TechnoSoft, a fin de salvar a ambas de la extinción.
Ojala Sega aproveche para ir reeditando la serie 'Thunder Force' en el futuro, tal vez dentro de su nuevo servicio Sega Forever para móviles. Pero mientras tanto solo nos queda rebuscar los cartuchos originales, o acudir a la siempre socorrida emulación. De un modo u otro os recomendamos encarecidamente jugar a esta joya, especialmente si os gusta el género. Y si ya además rompéis las barreras entre marcas y los jugáis tanto en Mega Drive como en Super Nintendo, pues mejor que mejor.