Nacido en 1988 en las entrañas del mítico ordenador X68000, 'Thunder Force 2' daría el salto unos meses más tarde a la por entonces recién estrenada consola de 16 bits de Sega. Comenzaría así una fructífera relación entre esta serie y la compañía del erizo azul, que terminaría de consagrarse en tiempos recientes cuando Sega adquirió los derechos de toda la franquicia ante la inminente quiebra de Technosoft, los creadores originales de esta popular serie.
El Imperio ORN contrataca
Tras una cruenta batalla, la Federación de Galaxias logró poner fin al reinado del terror del Imperio ORN. Pero ahora la amenaza ha regresado en la forma del nuevo crucero de batalla Plealos, una poderosa nave construida por lo que quedaba del Imperio ORN para tratar de recuperar el poder. El Plealos ya ha sido empleado para atacar los planetas Reda y Nepura, pero mientras que Reda fue totalmente destruido, Nepura ha sido convertido en la nueva capital del Imperio ORN. Es allí donde descansa el crucero Plealos cuando no está en activo, por lo que es el lugar propicio para que la Federación de Galaxias ponga a prueba su nueva arma contra el Imperio ORN. Esta consiste en un nuevo caza de combate mejorado, el Fire LEO-02 Exceliza, una versión más poderosa del mismo caza que puso contra las cuerdas al Imperio en la primera batalla. ¿Se podrá detener está nueva amenaza antes de que caigan más planetas? ¡El destino de toda la galaxia está en nuestros pulgares!
La versión de 'Thunder Force 2' para Mega Drive tiene el curioso mérito de ser el primer juego third party que llegó a esta legendaria consola, y lo hizo justo cuando esta más lo necesitaba, es decir en su lanzamiento. Y es que ya desde bien pronto la consola de Sega empezó a dar guerra de la buena, pues conseguir en exclusiva este port del original de X68000 fue todo un acierto.
Por desgracia en el camino se tuvieron que quedar algunas cosas del original de X68000, principalmente debido a la falta de espacio en aquellos primeros cartuchos de Mega Drive de tan solo 4 megabits. De haber llegado más tarde se habría conseguido sin duda una conversión más fidedigna, pero aun así la conversión cumplía sobradamente para quién no pudiera permitirse tener este estupendo pero poco común ordenador.
Tal vez lo más destacable de este juego frente a la gran cantidad de títulos similares que habitaban este género, fuese su curiosa mezcla de fases clásicas con scroll lateral, y niveles con una perspectiva aérea donde podíamos desplazarnos libremente por el escenario de combate. Es en una de estas fases donde comenzaremos nuestra aventura espacial, y donde empezará a quedarnos bien claro que estamos sin duda ante un shoot'em up de calidad.
Nuestro objetivo aquí consiste en destruir una serie de bases enemigas dispersas por el escenario, todas ellas fuertemente protegidas con todo tipo de armamento. Podemos desplazarnos en ocho direcciones distintas mientras esquivamos disparos enemigos y tratamos de sumar la mayor cantidad de potenciadores posible.
¡Tienes uno en tu cola!
Estos potenciadores se irán añadiendo a una barra situada en la parte superior de la pantalla, mostrándose el que tenemos activado en color rojo. Esto nos permite cambiar de un potenciador a otro con tan solo pulsar un botón, algo que nos será muy útil en determinadas situaciones, como por ejemplo cuando un grupo de enemigos nos persigan por la retaguardia y cambiemos al disparo trasero.
Estos niveles son probablemente la parte más interesante del juego si estáis buscando un poco de originalidad, ya que las fases con scroll lateral ostentan un desarrollo bastante más clásico, aunque no por ello peor. De hecho este tipo de niveles son los que se acabarían imponiendo en futuras entregas de la saga, como 'Thunder Force 3' o el tan deseado como cotizado 'Thunder Force IV'.
En estas fases típicas bastará con disparar a todo lo que se mueva a la vez que esquivamos los disparos enemigos y los peligros propios del escenario, como muros y trampas de todo tipo. Un solo impacto acabará con nuestra nave como es habitual en la mayoría de estos juegos, pero en las fases con perspectiva aérea simplemente perderemos una vida y continuaremos como si nada. Esto puede hacernos creer que nuestra nave aguanta varios impactos, pero por desgracia no es así, de modo que habrá que andarse con mucho cuidado si no queremos ver el "game over" antes de lo previsto.
En las fases de scroll lateral tendremos algún que otro encontronazo con los habituales jefes de este tipo de juegos. Si, los mismos que acostumbran a llenar media pantalla haciendo que nuestra nave parezca una mosca atacando a un elefante. Por descontado que acabar con ellos no será sencillo, y de hecho el nivel de dificultad es ligeramente mayor en esta versión para consola de lo que era en ordenador, a fin de compensar la pérdida de algunos niveles con una mayor dificultad.
Los habituales del género no deberían tardar mucho en terminarlo, pero para el resto de los mortales puede llevar bastante más tiempo conseguir llegar a ver los créditos del final. Por suerte, y aunque a priori parezca que el juego no ofrece ningún tipo de opciones de configuración, si que podemos ajustar la dificultad mediante un sencillo truco bastante habitual en los primeros juegos de Mega Drive.
Este truco consiste simplemente en mantener pulsado el botón A mientras pulsamos el Start en la pantalla de presentación, lo que nos dará acceso al menú de opciones. Esto que en principio pueda parecer el típico truco de la época, era algo habitual en los primeros cartuchos de esta consola, hasta que en Sega se dieron cuenta de que era más fácil poner un sencillo menú de selección. Podemos realizar este "truco" en otros muchos de los primeros títulos de Mega Drive, como por ejemplo 'Altered Beast', 'Super Hang On', o en otra de las grandes joyas de Technosoft para esta consola como es 'Elemental Master'.
El truco del almendruco
Desde este menú podemos ajustar el nivel de dificultad del juego tanto a más difícil, como a más fácil (lo que curiosamente también cambia el color de las pantallas que preceden a cada fase). Además podemos ajustar el stock de vidas, el disparo automático o manual, e incluso elegir nivel. También podremos acceder al test de sonido, donde deleitarnos con la genial banda sonora del juego que nos acompañará imprimiendo un ritmo muy especial a cada fase.
Lo que no suena tan bien son las voces digitalizadas, que fueron también pasto de la limitada capacidad del cartucho y suenan tan comprimidas que es verdaderamente difícil entender lo que dicen. Por suerte en un juego como este no son más que un adorno, pero es otra de las cosas donde podéis echar de menos una calidad más cercana a la del original.
En general nos queda un matamarcianos clásico que tal vez no destaque demasiado entre el estupendo catálogo de juegos de este tipo que Mega Drive iría recibiendo conforme avanzaban los años, pero que aún hoy en día sigue siendo realmente divertido y desafiante. Además fue el origen de la relación entre esta saga y Sega, la cual esperamos que dé frutos en un futuro con algún tipo de recopilatorio de la serie para sistemas actuales.
Y es que no existen reediciones de esta entrega para sistemas modernos, ni siquiera en la Consola Virtual. El nuevo recopilatorio 'Mega Drive Classics' habría sido una estupenda ocasión para incluir al menos las entregas para esta consola, pero por desgracia no ha sido así. Lo más reciente que tenemos es el 'Thunder Force Gold Pack 1' para Saturn, que incluye este juego y su inmediata secuela. Pero este recopilatorio es definitivamente más difícil de conseguir que el propio 'Thunder Force 2' original.
Dicho cartucho original se puede conseguir por precios que varían entre los 20 y los 40 euros dependiendo del estado, por lo que definitivamente merece la pena buscar la versión original de Mega Drive para añadirla a la colección. Esperemos que Sega se dé cuenta pronto del potencial de esta saga y la reedite en condiciones, a ser posible incluyendo también la versión para X68000.
No será el shmup más legendario de Mega Drive, pero si que fue el primero, y ese mérito ya nadie se lo puede quitar. Además os dará buenas horas de diversión a poco que os guste este género, y será un buen primer paso para adentraros en esta maravillosa saga. Sin duda un cartucho que merece la pena tener entre vuestros clásicos más queridos de Mega Drive.