El 22 de Mayo 2016 | 15:55
No puede decirse que Titus sea precisamente una compañía con una reputación intachable dentro del mundo del video juego, y es que ellos fueron los responsables nada menos que de 'Superman 64'. Pero a pesar de su mala fama, de Titus salieron algunos grandes títulos a lo largo de su larga historia. ¿Será el juego que analizamos uno de ellos? The Blues Brothers nació como un número cómico protagonizado por John Belushi y Dan Aykroyd en el famoso programa estadounidense Saturday Night Live a finales de los 70, y ya en 1980 se convirtió en una exitosa película que dio a conocer a estos carismáticos personajes al mundo entero. Años más tarde llegarían los juegos basados en estos personajes, y tras su paso por: NES, IBM PC, Amstrad CPC, Atari ST, Amiga, Commodore 64, y Game Boy. Llegaría la adaptación para Super Nintendo que hoy analizamos, y que sería ligeramente distinta de las demás.
Estamos en una misión de Dios
Tras conseguir reunir a la banda, los hermanos Jake y Elwood Blues inician una gira de conciertos por todo el país. Gira en la que no podía faltar Chicago, su ciudad de origen. El concierto promete ser todo un éxito, y ya se han vendido todas las entradas. Sin embargo las cosas se complican cuando los hermanos se encuentran con una maquina de discos maldita, que al intentar hacerla funcionar, los atrapa y envía a un misterioso mundo habitado por extrañas criaturas. Ahora Jake y Elwood deben escapar de este loco universo y librarse de la maldición de la maquina de discos, y tienen que hacerlo antes de que llegue la hora del concierto. ¡O se meterán en un buen lío! Ellos forman un equipo formidable, pero no podrán salir de esta sin tu ayuda. ¿Te apuntas a convertirte en el tercer hermano del blues? ¡Pues agarra ese mando y ofrece un espectáculo como nunca antes se había visto!
No es necesario decir que no encontrareis demasiado parecido entre la película original y este juego, pues es algo de lo que os daréis cuenta en cuanto lo conectéis. Sin embargo el juego tampoco parece querer pretender eso, si no ofrecer una visión más amigable de los Blues Brothers más apta para toda la familia. La excusa es el extraño mundo al que Jake y Elwood son transportados cuando la maquina de discos maldita hace de las suyas, de modo que es recomendable tomarse el juego con no demasiada seriedad.
La mecánica es bastante sencilla, no vais a encontrar nada revolucionario dentro del mundo de las plataformas. Saltar, correr, y procurar no dar un paso en falso cayendo al vacío, o a un foso de pinchos. Por el camino nos asaltaran criaturas de lo más variopinto, a las que podemos derrotar lanzándoles discos de vinilo que vamos recogiendo a lo largo de la fase. No hay otra manera de atacarles, así que si se agota la "munición", solo podremos tratar de esquivarles.
Hay que advertir que no estamos ante un juego precisamente fácil, de hecho puede acabar siendo bastante frustrante. Los amantes de los retos encontraran aquí uno a su medida, pero el resto de los mortales es muy probable que acaben arrojando el mando de su Super Nintendo por la ventana. Las mecánicas de juego no siempre son lógicas, y por lo general tienden a castigar al jugador con excesiva dureza.
Si por ejemplo recibimos el impacto de un enemigo, nuestro personaje saldrá disparado hacía atrás, lo que un juego de este tipo puede dar como resultado acabar en un foso mortal o caernos de esa plataforma a la que tanto nos ha costado llegar. También hacen falta buenos reflejos al pulsar el botón de salto, ya que Jake y Elwood parecen haberse traído zapatos muy elegantes, pero que no tienen demasiado agarre, lo que provoca cierta tendencia al "patinaje".
Otra cosa que no ayuda a reducir la dificultad, es el continuo "respameo" de enemigos. Acaba con un monstruo, da un paso atrás, y el mismo enemigo volverá a aparecer. Aquí retroceder se penaliza así, por lo que no es raro que perdamos una vida a manos de un enemigo al que ya hemos derrotado anteriormente. En algunos niveles podremos ir montados en una especie de serpiente voladora, en un pequeño alarde de originalidad bastante curioso. Sin embargo manejar a este ser volador no es precisamente sencillo, y puede convertirse fácilmente en otro elemento generador de frustración.
Completar la aventura no será precisamente como dar un paseo por el parque, y además disponemos de una cantidad bastante generosa de fases con dificultad creciente, por lo que ya os podéis imaginar lo que os espera en la parte final. Para colmo hay que añadir cierta monotonía a la lista de problemas, ya que los niveles tienden a repetirse, los enemigos son siempre los mismos, no hay jefes de final de fase que supongan un reto variado, ni tampoco hay fases de bonus. Las partes con la serpiente son las únicas que rompen el ritmo habitual de la aventura.
Everybody needs somebody
El juego cuenta con un modo cooperativo simultáneo para dos jugadores, en el que cada uno tomará el papel de uno de los hermanos del blues. Normalmente los modos cooperativos ayudan a rebajar la dificultad, pero en este caso es más bien al contrario, ya que compartimos pantalla y el scroll va empujando al jugador que se quede atrás. Es bastante frecuente tirar a nuestro compañero sin querer, por lo que hace falta una buena sincronización para conseguir terminar el juego.
Si jugamos acompañados de otro jugador, la aventura será más corta que si jugamos en solitario, debido a que algunos niveles no permiten la presencia de dos personajes. En principio esto hace el juego más corto y sencillo, ya que nos libraremos de algunas de las fases más complicadas. Pero como decimos; no es nada sencillo trabajar en equipo, y es bastante probable que alguno de los dos jugadores acabe desistiendo por pura frustración, o que la cosa acabe en una pequeña "guerra civil" domestica por un "quítame allá esas plataformas".
Si os gustan los modos cooperativos, y encontráis a alguien lo bastante paciente y habilidoso, podéis disfrutar bastante del juego de principio a fin. Teniendo claro desde un primer momento a qué nos enfrentamos, ya que así el juego puede resultar bastante más divertido y jugable de lo que aparenta en un principio. Además yendo con dos personajes se puede subir uno sobre el otro, para poder así alcanzar lugares elevados. Si a pesar de todo, el cooperativo no nos convence, siempre nos quedará la opción de ir sin compañía.
En caso de optar por jugar en solitario podremos escoger si queremos jugar con Jake, o con Elwood. Pero ambos personajes son prácticamente iguales, de modo que dará igual a cuál escojamos. El juego no ofrece retos alternativos, por lo que una vez terminado podréis pasar a otra cosa. Está la opción de pasárselo en cooperativo, o con el otro personaje. Pero es muy probable que os lo quitéis del medio en una o dos tardes, ya sea por conseguir terminarlo, o por haber renunciado a hacerlo debido a la frustración.
Aprobado el empleo de violencia innecesaria
En el apartado gráfico no hay demasiada pega que poner, el juego luce aceptablemente bien, y Jake y Elwood muestran diseños simpáticos y acorde con los personajes originales. De hecho son prácticamente lo único que conecta este juego con la franquicia en la que se basa. Se habría agradecido bastante algo más de variedad en escenarios y enemigos, o algún que otro guiñó más a las aventuras originales de los Blues Brothers. Pero por desgracia los desarrolladores no parecieron estimarlo oportuno.
No obstante si que hay otro elemento que nos recuerda a qué franquicia pertenece este título, y ese es la música. La banda sonora está formada por temas de sobra bien conocidos, que si bien no aprovechan a tope las capacidades sonoras de Super Nintendo, si que ayudan a hacernos sentir que estamos ante un producto relacionado con los Blues Brothers, y acompañan y animan de principio a fin.
Tal vez aquí tampoco le habría venido mal algo más de variedad, pues los temas tienden a repetirse, pero se le perdona. Para terminar con lo referente al apartado sonoro, quedan los efectos de sonido. Estos son bastante simpáticos y casan bien con el particular estilo del juego, aunque algunos pueden hacerse algo cansinos, como el "yeah" que suena cada vez que recogemos un disco de vinilo.
No es difícil darse cuenta de que no estamos precisamente ante el mejor juego de plataformas de Super Nintendo. Su jugabilidad puede frustrar al más paciente, y su repetitividad general no ayuda a la hora de encontrar alicientes para terminarlo, al igual que su casi inexistente trama. Sin embargo tiene un extraño encanto que puede llegar a picaros a terminarlo, y es que a pesar de estar muy alejado de la franquicia a la que representa, aún sigue destilando parte del infinito carisma de los Blues Brothers.
Arranca el Bluesmobile
Si queréis jugarlo, vuestra única opción es haceros con el cartucho original, que no es nada sencillo de encontrar. Por suerte ronda precios asequibles, y podéis conseguir el cartucho suelto por precios entorno a los 15 o 20 euros. La única alternativa a eso es la emulación, a la cuál os recomendamos encarecidamente acudir antes de invertir un solo euro en el cartucho original, a fin de evitar arrepentimientos. Y es que aunque si bien no es imposible que os enganche, si que es complicado que os guste. De modo que quedáis avisados.
Lo mejor:
El carisma de los Blues Brothers. La banda sonora. El modo cooperativo (si lográis haceros con él).
Lo peor:
Jugabilidad bastante correosa, no gustará a todo el mundo. Está demasiado alejado del concepto original de los personajes de John Belushi y Dan Aykroyd.