El 1 de Septiembre 2019 | 16:03
Puede que los más ancianos del lugar recordéis una serie de dibujos animados de principios de los 90 que tenía como protagonista a Taz, el diablo de Tasmania que acompañaba a Bugs Bunny y otros personajes clásicos de los 'Looney Tunes'. Eran los tiempos de los 'Tiny Toons' y 'Animaniacs', y al igual que ellos, esta serie también tuvo su correspondiente adaptación al mundo del videojuego. O deberíamos decir adaptaciones, ya que prácticamente cada consola tuvo su propia entrega exclusiva y diferente de las demás.
¿Qué hay hoy para comer?
Las tripas de Taz comienzan a rugir furiosamente en cuanto este cae en la cuenta de que ya han pasado 5 minutos desde su decimoquinto desayuno, tal vez vaya siendo hora de buscar algo para almorzar... Sin embargo la indecisión se apodera del insaciable diablo de Tasmania, pues se le presentan dos propuestas diferentes para el menú de hoy: La primera le sugiere ponerse morado a kiwis, pero no la jugosa fruta en la que estáis pensando, sino los peculiares pájaros corredores que están ahora en plena época de apareamiento por oleadas. La segunda propuesta le llega a Taz con la leyenda que le cuenta su padre acerca de unas gigantescas aves marinas que habitaban antiguamente la isla. Pero aunque todavía existiesen, estos pájaros serian demasiado grandes como para caberle a Taz en la bocaza, así que habría que conformarse con sus huevos para hacer una gigantesca y deliciosa tortilla. ¿Podéis echarle una mano a Taz para decirse por uno de estos menús? Aunque si le preguntáis a él, la respuesta será por supuesto que los quiere ambos (eso si es que lográis descifrar lo que dice).
Tres consolas distintas, y tres interpretaciones diferentes entre sí. Hoy en día estamos acostumbrados a que un mismo juego que sale para varias plataformas apenas cambie de una a otra, y de hecho las protestas suelen aflorar cuando hay la más mínima diferencia de una a otra versión. Claro está que entonces las diferencias de un hardware a otro eran mayores, y para evitar comparativas odiosas, en ocasiones como esta se optaba por hacer versiones específicas para cada plataforma.
La propuesta para Super Nintendo es sin duda la más extraña y original de las tres, ya que nuestro objetivo será guiar a Taz en perspectiva 3D con la cámara situada a su espalda, todo mientras corre a toda velocidad para cazar a los escurridizos kiwis. Palmeras, señales de tráfico, autobuses, ríos... No serán pocos los obstáculos que nos salgan al paso, y chocar contra ellos se traducirá en la perdida de algunos valiosos segundos en el contador.
La mejor forma de describir esta versión es que os imaginéis un juego de coches de la época, pero en el que el vehículo ha sido reemplazado por Taz. Suena extraño, pero así es. De hecho nuestro principal enemigo será el cronómetro que corre en nuestra contra, pues si se termina, tocará recomenzar, de modo que habrá que pisar el acelerador para atrapar a todos los kiwis antes de que el cronómetro llegue a cero. Dicho acelerador será el característico torbellino de Taz, que hará las veces de turbo a costa de vaciar parte de nuestra barra de energía.
En ocasiones habrá que combatir con algún jefe, así como a acceder a fases de bonus en las que simplemente deberemos "comer" tanto como podamos. Pero por lo general el juego nos propone siempre lo mismo: Correr, esquivar, y tragar. Cabe destacar que no todo el menú estará compuesto por kiwis, sino que a veces nos encontraremos con otras criaturas. Eso si, no os sintáis mal por zampároslas, ya que al final de cada fase Taz se quedará dormido y escupirá todo lo que se haya tragado.
Recorriendo Tasmania
La fórmula es simple y quizá algo repetitiva, pero os puede enganchar con su sensación de velocidad y sus coloridos gráficos. Eso si, os advertimos que el nivel de dificultad es más bien tirando a elevado, disparándose gradualmente hacía la mitad del juego y poniendo seriamente a prueba nuestros reflejos.
En el caso de Mega Drive, es fácil que nuestro primer contacto con el juego nos recuerde a otros grandes clásicos de las plataformas para esta consola, como 'Quackshot' o 'Castle of Illusion'. El aspecto de los escenarios es muy de su época en cuanto a plataformas de Mega Drive se refiere, lo que se traduce en fondos coloridos repletos de detalles. El sprite de Taz está estupendamente animado y es bastante fiel al personaje, algo que también podremos apreciar en el resto de personajes.
Cabe destacar el curioso apartado sonoro de esta versión, pues los temas musicales imitan a los habituales de los dibujos animados de Warner, pero con un extraño toque discordante que os puede chocar al principio. Lo mismo ocurre con los efectos de sonido, que cuanto mínimo son calificables de "raros". Es difícil describir lo que se van a encontrar vuestros oídos en este juego, pero ya os avisamos que probablemente no os deje indiferentes.
Con todo esto tendríamos buenos ingredientes para sumar otro plataformas imprescindible para la consola, sin embargo debemos advertiros de que el nivel de dificultad también está un pelín alto aquí, llegando a volverse ciertamente frustrante por momentos. Esto quedará bastante patente en el nivel de la mina, donde primero tendremos que vérnoslas con una vagoneta infernal que os puede hacer dar gracias si estáis jugando a la versión PAL a 50 hercios, pues su lentitud os ayudará bastante...
Pero si el nivel de la vagoneta no acaba con vuestra paciencia, es posible que lo consigan los ascensores de la siguiente fase, especialmente uno en concreto capaz de dejar pequeños los traumas que os provocase aquel barril rojo del nivel de Carnival Night en 'Sonic the Hedgehog 3'. Lo peor es que estas subidas de dificultad no son graduales, sino que la curva sube y baja provocando más de un momento en el que acabéis sintiendo verdaderos deseos de tirar la toalla.
Si no puedes con tus enemigos. ¡Comételos!
Un apartado técnico bastante bueno que oculta un reto solo a la altura de los más pacientes y persistentes, lo que no será problema para los jugadores que busquen algo de dificultad que les complique un poco la vida. El resto de mortales es probable que acabe teniendo pesadillas con vagonetas y ascensores, y si este es vuestro caso, os recomendamos encarecidamente prestarle atención a la tercera propuesta que os traemos.
La versión para Master System comparte varias cosas en común con la de Mega Drive, con una jugabilidad parecida, y compartiendo algunos enemigos y el aspecto visual de algunos niveles. Al igual que en Mega Drive podremos combatir enemigos con el torbellino, e incluso zampárnoslos, sin embargo el torbellino de Taz estará limitado por una barra de energía que se rellena por si sola descansando un poco.
Esto podría dar a pensar que la dificultad sería algo mayor, pero es más bien todo lo contrario, pues nos encontramos ante un juego bastante más amigable que las otras dos propuestas, con una curva de dificultad gradual bien ajustada y sin partes que nos hagan desear tirar el mando por la ventana. No tendréis demasiados problemas en pasároslo en una tarde incluso en vuestra primera partida, ya que su duración no es mucha. Pero se trata de uno de esos juegos que suelen incitar a ser rejugados, y no es de extrañar que acabéis queriendo repetir tan agradable experiencia.
Además su apartado gráfico es realmente bueno, con un Taz que poco tiene que envidiarle al de la versión para Mega Drive, lo que también ocurre con enemigos y escenarios. Niveles que por cierto ofrecen un grado de exploración más bien alto para lo que es habitual en el sistema, así que no temáis perderos un poco por las fases buscando valiosos (y jugosos) ítems.
Es de elogiar que en esta ocasión no nos encontrásemos con un mero port de la versión para Game Gear, la cual por cierto es bien distinta. Lo mismo ocurre con la adaptación para Game Boy, pero de las versiones portátiles ya tocará hablar en otro momento. De las tres que analizamos, la de SNES es sin duda la indicada para aquellos que busquen algo diferente y a la vez desafiante. La de Mega Drive es idónea para amantes de los viejos plataformas que no teman a la dificultad. Y la de Master System es perfecta para quien simplemente quiera un plataformas bonito que poder rejugar de vez en cuando sin complicaciones.
La potencia no lo es todo
Tres propuestas bien distintas entre las que a buen seguro encontráis la adecuada para pasarlo en grande con este personaje, y si os resultan interesantes las tres, pues el triple que os lleváis. Además ninguna de las tres versiones es difícil de conseguir, ya que rondan precios de entre 10 a 20 euros gracias a que son bastante comunes por la popularidad del personaje. Eso si, ya sabéis que en Super Nintendo se dispara un poco el precio si lo queréis con caja y manual, en cuyo caso se os puede llegar a poner en 30 o 40 euros según estado.
No existen reediciones modernas de ninguno de los tres, pero no son difíciles de conseguir, de modo que no hay excusa posible para no hacerse con ellos si os llaman la atención. Si hubiese que destacar alguna de las tres versiones, probablemente sería la de Master System, ya que perfectamente puede codearse con la élite del género para esta consola, además de ser la que mejor aprovecha las capacidades del sistema. Si vais a empezar por una sola de estas versiones, os recomendamos hacerlo por esta.
Lo mejor:
El carisma de Taz y compañía. Tres propuestas diferentes y a la vez interesantes. Le podéis sumar alguna décima más de puntuación a la versión para Master System.
Lo peor:
Las versiones para Mega Drive y Super Nintendo pondrán muy a prueba vuestra paciencia.