El 5 de Junio 2016 | 14:35
Publicado en 1995 en exclusiva para el mercado japonés, este juego nos ofrecía una aventura protagonizada en solitario por Tails; el inseparable compañero de Sonic. De haber salido hoy en día, habría sido con bastante seguridad un juego para móviles, pero entonces fue presentado como "un juego para jóvenes". Sus sencillas mecánicas están lejos de lo que cabría esperar de un título de esta serie para consola, sin embargo resulta bastante más desafiante y complejo de lo que aparenta. Su desarrollo corrió a manos de SIMS, compañía que creó muchos otros grandes juegos para Sega, como 'Master of Darkness', 'Out Run 2019', o la formidable versión para Game Gear de 'Ristar'.
Una aventura de altos vuelos
Cuando no está viviendo alguna frenética aventura con Sonic, a Tails le gusta explorar el mundo por su cuenta buscando sus propias aventuras, a fin de no depender siempre del erizo para que le salve de los peligros. Durante una de estas incursiones, Tails se adentra en una misteriosa isla que parece estar surcada por lo que parecen ser vías de tren. Picado por la curiosidad, Tails se propone averiguar el origen de esta intrincada red de ferrocarriles, pero no parece pasar tren alguno por las vías. Entonces Tails advierte la presencia de una extraña vagoneta que se desplaza a toda velocidad por ellas, abordo viaja una extraña señora que parece ser la única que utiliza tan extraña red de transporte. Se trata de la bruja Witchcart, que está empeñada en dominar toda la isla y que ha obligado a sus habitantes a construir estas vías para poder desplazarse en su vagoneta. ¡Todo aquel que se oponga a sus designios, será convertido en cristal! Pero Tails no cree en cuentos de brujas, y decide lanzarse a la acción para liberar a los habitantes de la isla de esta malvada bruja. ¡Es hora de patrullar los cielos para poner fin a la tiranía de Witchcart!
No es muy conocido el hecho de que hubo hasta dos juegos protagonizados en solitario por Tails; el zorrito de doble cola que acompaña a Sonic allá donde vaya desde 'Sonic the Hedgehog 2'. El más conocido de estos es 'Tails Adventures', un genial juego de plataformas que si tuvimos la suerte de poder degustar por estas tierras. Pero por alguna razón, el 'Tails Skypatrol' que analizamos jamás salió de Japón, quizá por su peculiar estilo y aparente sencillez. ¿Pero esconderá en realidad algún as en la manga? Veamos.
No es extraño dar por hecho que estamos ante un título demasiado simple, y es que el juego ni se molesta en ofrecer diferentes opciones, le damos al start y empezamos a jugar. La primera fase funciona a modo de tutorial, donde aprenderemos a manejar a Tails y controlar sus distintas habilidades. En este juego Tails no deja nunca de volar, ya que si toca el suelo perderá una vida. El scroll se desplaza de forma semi-automática, y nosotros decidimos si queremos que Tails vaya más rápido o más despacio, al tiempo que subimos o bajamos para evitar enemigos y obstáculos.
Cada fase ofrece diferentes rutas, y algunas habrá que desbloquearlas. Ya sea destrozando algún muro, o activando un interruptor. Estas rutas suelen esconder valiosos ítems, pero también podemos pagar caro el entretenernos al tratar de acceder a una de ellas. Hay que recordar que Tails no puede detenerse, así que si nos quedamos muy atrás, chocaremos con algo y perderemos una valiosa vida.
También habrá otro tipo de obstáculos, como bolas de pinchos, o cañones antiaéreos que nos disparan. Recibir un impacto de uno de ellos provocará que Tails pierda el control y se precipite a tierra, por lo que deberemos machacar los botones para que se recupere antes de que toque el suelo o una pared. Los enemigos también pueden derribarnos, de modo que habrá que acabar con ellos o esquivarlos antes de que ellos lo hagan con nosotros.
El anillo único
La principal arma de Tails es un anillo que utiliza a modo de bumerán, al pulsar el botón de ataque, dicho anillo saldrá despedido hacía delante para después regresar a las manos de Tails. Esto hace que por momentos el juego parezca una especie de matamarcianos, pero hay que tener en cuenta que no podemos disparar de nuevo el anillo hasta que haya regresado. Dicho anillo se dispara con un cierto grado de autodirección, para que sea más fácil acertarle a los objetivos.
Lanzar el anillo no solo permite acabar con los enemigos, también sirve para destruir paredes, activar interruptores, o poderlo enganchar a diferentes cosas para que nos transporten. Por ejemplo podemos tirarlo contra una vagoneta para que nos arrastre durante un rato, o arrojarlo hacía cadenas con flechas para guiarnos por ellas y poder movernos así más rápidamente por el escenario. Incluso podemos usarlo para desplazarnos hacía atrás y volver sobre nuestros "pasos".
Aunque todo esto parece bastante sencillo, y de hecho lo es, el juego no resulta tan fácil como pueda parecer. Esto se agradece, ya que de lo contrario estaríamos ante un juego bastante soso. Llegar a superar cada fase es un reto interesante, lo que además añade duración a un juego que no va precisamente sobrado de niveles. Apenas contamos con cinco fases, y no se nos ofrecen demasiados alicientes para rejugar, excepto tratar de encontrar todas las rutas alternativas y secretos.
Para aumentar aún más la dificultad, Tails no puede volar indefinidamente, ya que se cansa al igual que en otros títulos del erizo. Para saber cómo de cansado está Tails, disponemos de una barra de energía en la parte superior de la pantalla. Dicha barra se va vaciando conforme volamos, especialmente si aceleramos para avanzar más deprisa. Si la barra se agota, Tails caerá con fatales consecuencias. Por suerte podremos ir rellenándola a base de recolectar caramelos de menta, los favoritos del simpático zorrito volador.
No cabe duda de que 'Tails Skypatrol' apuesta por la originalidad, ya que probablemente no veáis otro juego como este. Su particular sistema de juego casi parece más propio de un juego de móviles de hoy en día, pero ni siquiera ahí es probable que encontréis otro título igual. Ese plus de originalidad añade interés, y es un aliciente más que suficiente como para darle al menos una oportunidad.
Al final de cada fase nos estará esperando uno de los secuaces de la bruja Witchcart, al que habrá que derrotar en un pequeño combate aéreo mediante diferentes tácticas. Los niveles son bastante más grandes de lo que aparentan, y su diseño va variando para no resultar monótonos. El camino que aparenta ser más fácil, no siempre lo es. Por lo que aquel que se arriesgue a probar rutas alternativas puede verse bien recompensado.
Gráficamente por las nubes
En lo referente al aspecto gráfico, probablemente sea de lo más destacado del juego. El sprite de Tails es bastante grande y está bien animado. Los escenarios por su parte lucen tremendamente bien, y por momentos parecen más propios de Mega Drive que de Game Gear. De hecho reutiliza algunas cosas del 'Sonic the Hedgehog 2' de Mega Drive, lo que resulta sorprendente tratándose de la portátil de Sega. El juego en general entra muy bien por los ojos, y de hecho es muy capaz de hacerle sombra en este aspecto a otros títulos del erizo bastante conocidos para esta misma consola.
La banda sonora es muy parecida a la de otros Sonic para sistemas de 8 bits, por lo que encontraremos temas animados que acompañen a la simpatía general que rebosa el juego. Eso si, no os fiéis de su encantador aspecto y su propuesta aparentemente sencilla, pues es bastante más desafiante de lo que aparenta. No cometáis el error de pensar que es "un juego para niños", pues puede acabar sin contemplaciones con la paciencia de los más impacientes.
Nos encontramos así ante un título que ofrece mucho más de lo que aparenta, y que aunque en un primer momento parece un juego de segunda sin demasiado que ofrecer, pronto se descubrirá como algo muy capaz de mantenernos pegados a la consola sin remedio. Quizá su mayor inconveniente sea la duración, pero al no tratarse de un juego fácil, tendréis diversión para un buen rato.
Si queremos jugarlo hoy en día, lo más fácil es buscar el recopilatorio 'Sonic Gems Collection' para PS2 y Game Cube, pues lo incluye de serie. También viene incluido en 'Sonic Adventure DX Director's Cut' para Game Cube y PC, pero ahí habrá que desbloquearlo. Incomprensiblemente no está disponible para la Consola Virtual de 3DS, al contrario que 'Tails Adventures' y otros títulos del erizo para Game Gear. Se especuló durante un tiempo con la posibilidad de que llegase, pero por desgracia parece que Sega se cansó de seguir reeditando estos títulos en la portátil de Nintendo.
Si lo que queréis es el cartucho original para vuestra colección, sabed que se trata de uno de los juegos más difíciles de conseguir y más cotizados del erizo. Actualmente es harto complicado conseguirlo completo por menos de 100 euros, y eso que ha bajado bastante de precio en los últimos años. Hace no demasiado podían pedirse tranquilamente hasta 400 euros por uno completo, así que si lo queréis tener, aprovechad ahora no sea que vuelva a subir.
Puede que no sea el mejor "Sonic" para Game Gear, pero os mantendrá pegados a la consola de manera bastante eficiente. En lo referente al nivel técnico resulta realmente bueno, y su apartado gráfico os sorprenderá muy gratamente. También os sorprenderá su original jugabilidad, ya que es prácticamente única, algo que pocos juegos pueden decir. Todo esto es bastante más de lo que cabría esperar en un principio, por lo que recomendamos no subestimarlo y darle al menos una oportunidad.
Lo mejor:
Sorprendente apartado gráfico. Su original jugabilidad. Acaba resultando ser bastante más de lo que aparenta inicialmente.
Lo peor:
No le habría venido mal algún nivel más.