El 27 de Noviembre 2016 | 15:10
A finales de 1990 llegaba a las tiendas niponas la tan deseada Super Famicom, la respuesta de Nintendo a las PC Engine de NEC y Mega Drive de Sega. Con semejantes rivales, era necesario que la maquina demostrase desde un primer momento sus intenciones de dominar este complicado mercado, y por ello llegó pisando fuerte con títulos como el que hoy analizamos. De este modo el cuarto 'Super Mario Bros.' hizo muy felices a los afortunados poseedores de la maquina, tanto en Japón como en el resto del mundo a medida que la leyenda de Super Nintendo se fue extendiendo.
Eh, ¿dónde está Peach? Oh no, otra vez no...
La paz parecía haber regresado al Reino Champiñón después de que Mario y Luigi le diesen una buena lección a Bowser y rescatasen a la princesa Peach. De modo que los hermanos deciden pasar unas vacaciones junto con la princesa en Dinosaur Land, una tierra perdida que está habitada por dinosaurios de todo tipo. Sin embargo las cosas no tardan mucho en torcerse, ya que Peach desaparece sin dejar ni rastro al poco de llegar al lugar. Mario y Luigi emprenden la búsqueda, pero en lugar de encontrar a la princesa, lo que encuentran es un huevo de dinosaurio que eclosiona ante sus atónitos ojos. De su interior emerge un joven dinosaurio llamado Yoshi, pero para sorpresa de los hermanos, esta criatura no acaba de nacer, si no que ha sido encerrada allí por los malvados Koopas junto con otros miembros de su especie. Sabiendo que los Koopas andan cerca, comienza a ser desagradablemente evidente el motivo de la desaparición de Peach... De este modo comienza de nuevo la misión de rescate de la princesa, así como de los amigos de Yoshi, que para ayudar a Mario y Luigi les hace entrega de una misteriosa capa con poderes especiales. Ese malvado de Bowser no aprende nunca, ¡es hora de darle su merecido de una vez por todas!
Aunque su origen debemos buscarlo en NES, sistema donde comenzó a gestarse, los de la gran N pensaron que este sería un estupendo título de lanzamiento para su nueva consola, decisión que acabó siendo bastante acertada. Este salto a mitad del desarrollo trajo alguna que otra complicación por las prisas para tenerlo listo a tiempo, como ocurrió con otros de los títulos de lanzamiento de Super Nintendo, pero finalmente Miyamoto y su equipo lograron sobreponerse y el resultado no pudo ser mejor.
Por desgracia aquí en Europa tardaríamos aún casi dos años en poder disfrutar de esta nueva aventura del fontanero, algo que por otro lado consiguió disparar el deseo por poder jugar por fin con la sucesora de NES. Esto quedó bien patente en las revistas de la época, que se deshicieron en elogios ante este nuevo Mario que superaba todo lo visto hasta entonces en las aventuras del buque insignia de Nintendo.
Y es que 'Super Mario World' lograba llevar un paso más allá la jugabilidad y la capacidad de enganchar de sus predecesores, todo gracias a la mayor fluidez que permitía la nueva maquina. Esto hacía que pronto comenzásemos a disfrutar de nuevas mecánicas de juego que daban pie a una aventura más compleja, pero sin renunciar a los ingredientes que habían hecho grande a Mario en el pasado.
Comenzamos la aventura desplazándonos por un mapa similar al visto en 'Super Mario Bros 3', pero con un diseño más complejo. Ya nada más empezar podemos escoger la ruta a seguir entre dos posibles, de modo que el juego no cuenta con un único primer nivel. Escoger por donde ir marcará nuestros primeros pasos por el juego, y eso será algo que deberemos aprender muy bien, pues 'Super Mario World' oculta toda clase de niveles secretos y rutas alternativas.
Un diseño de nivel
Básicamente es como si cada fase fuese un enorme puzzle, en el que muchas veces habrá escondido bastante más de lo que se ve. La construcción de los niveles solamente puede ser calificada como magistral, y es probablemente el mayor punto fuerte del juego. Basta con usar un ítem especifico de cierta forma en un lugar concreto, para que encontremos una sección oculta de un nivel que nos abra una nueva ruta en el mapa.
El juego no duda en cambiar las tornas y ser él quien "juegue" con nosotros, engañándonos a la vista para ocultar tesoros, o hacernos caer en trampas si no andamos atentos. Para jugar bien a 'Super Mario World' no solo debemos fiarnos de lo que vemos, si no también de lo que no vemos, dejándonos llevar por nuestra intuición, ya que esta puede ayudarnos a encontrar nuevos secretos.
Este ingenioso diseño de los niveles garantiza además una duración descomunal, ya que incluso habiendo completado la aventura, aún quedarán por descubrir niveles secretos, nuevas rutas, e incluso partes ocultas del mapa. Llegar a conseguir superarlo todo es un reto que solamente con perseverancia y muchas horas de juego lograremos conseguir, así como una buena dosis de habilidad con el mando.
Vuelven a la carga viejos ítems como el Súper Champiñón, o la Flor de Fuego, pero también encontraremos nuevos poderes como la pluma que nos permite usar la capa de Mario, o la habilidad de hinchar al fontanero como si fuera un globo para poder flotar por el aire. No obstante la novedad más destacada a este respecto son sin duda los Yoshi.
Estos simpáticos dinosaurios vienen representados en diferentes colores, cada uno con propiedades distintas. El más común es el verde, quién ya se ha convertido en todo un ícono de la gran N, e incluso tiene su propia y exitosa saga de juegos. Si encontramos un huevo, este eclosionará y de él saldrá un Yoshi, será entonces cuando Mario pueda montarse en él y pasemos a manejarlo.
Super Jurassic World
Los Yoshi abren todo un mundo de posibilidades, ya que protegen a Mario contra un ataque (aunque al hacerlo saldrán huyendo), pueden engullir a cualquier enemigo pequeño, y aumentan notablemente su capacidad de salto. Además de los especiales que bajo ciertas circunstancias nos permiten hacer cosas como volar, o escupir bolas de fuego. Estas criaturas dan muchísimo juego a lo largo de la aventura, y sus habilidades se pueden combinar con las de otros ítems.
Es bastante habitual que tengamos que repetir un nivel para hacer, o recoger algo, que nos pasó inadvertido. Otras veces tocará repetir un nivel tras haber activado algo en uno posterior, como los bloques de colores con admiración. Esto en principio podría parecer algo pesado, pero lo cierto es que le da al juego un componente aventurero bastante profundo, y a buen seguro que os acabará picando y desatando vuestra vena exploradora.
Además el juego permite que compartamos la aventura con otro jugador, que tendrá que manejar a Luigi. Este modo cooperativo se realiza por turnos, y nos da la opción por ejemplo de seguir a la vez dos rutas alternativas diferentes por el mapa, duplicando nuestra capacidad de exploración. Podemos formar equipo para ayudarnos, o simplemente picarnos por ver quién logra terminar antes el juego. Ambas opciones le dan bastante vidilla, y también aumentan su ya de por si grande rejugabilidad.
Los escenarios tienden a repetir lo mismos patrones visuales, pero esto no se hace pesado debido a que se van alternando. Además podemos encontrar fases especiales de bonus con divertidos mini-juegos que dan más variedad. Los temas musicales también tienden a repetirse, pero gracias a la magistral composición del genial Koji Kondo, tampoco nos cansaremos de ellos. De hecho corréis un alto riesgo de acabar tarareando estas entrañables músicas por el resto de vuestras vidas.
En lo referente al apartado gráfico, hay que recordar una vez más que estamos ante uno de los primeros juegos de la consola, por lo que no exprime el potencial de la maquina tan bien como lo hicieron juegos similares posteriores, como por ejemplo 'Yoshi's Island' que técnicamente es la secuela de este título. Sin embargo los niveles son bastante coloridos y agradables a la vista, y los personajes lucen diseños simpáticos muy acorde con el resto del juego.
Mamma mia!
También veremos efectos propios de Super Nintendo como la deformación de sprites, o las transparencias. Aunque curiosamente estas últimas tan solo se emplean en ciertas partes del juego, como en la niebla que hay a la entrada de las casas fantasma, mientras que el efecto de agua en otras fases se realiza mediante técnicas más primitivas que no aprovechan el potencial de la maquina. Esto es muy probablemente a causa de su complicado desarrollo para llegar a tiempo al nacimiento de Super Nintendo, por lo que se le puede perdonar.
Si queremos jugar en la actualidad, Nintendo nos lo pone muy fácil. Podemos descargarlo para las consolas virtuales de Wii, Wii U, y New 3DS, además de poder buscar la versión para Game Boy Advance lanzada como 'Super Mario Advance 2'. Esta reedición para la portátil introducía algunos cambios menores en ciertos niveles, así como voces para los personajes. A cambio perdía el modo para dos jugadores, aunque permitía seleccionar a Mario o Luigi libremente para jugar en solitario.
Si lo que queremos es el cartucho original para nuestra fiel Super Nintendo, podemos encontrarlo a muy buen precio gracias a su popularidad, por precios entorno a 15 euros. Eso siempre que nos conformemos con el cartucho suelto, pues con caja y manual su precio se dispara bastante. También podemos buscar el cartucho recopilatorio que lo incluía junto a 'Super Mario All-Stars' en un combo magistral.
'Super Mario World' es sin lugar a dudas uno de los mejores títulos protagonizados por el fontanero, y todavía hoy en día sigue siendo tan adictivo y divertido como lo era hace 26 años. Es sin duda un autentico imprescindible para todo buen amante del género de plataformas, y algo tan imprescindible si tenéis Super Nintendo como puedan serlo la propia consola y sus mandos.
Lo mejor:
Pura jugabilidad concentrada. Derrocha ingenio, especialmente en la construcción de sus niveles. Banda sonora inolvidable. Rejugabilidad garantizada por años, ¡o incluso décadas!
Lo peor:
Por ponerle alguna pega, no es el juego que mejor aprovecha el potencial técnico de Super Nintendo, pero se le perdona fácilmente.