En 1985 Yu Suzuki sorprendería al mundo con 'Hang On', un arcade espectacular que simulaba la conducción de una moto real mediante un descomunal mueble en forma de moto. Su éxito perduró durante años, e incluso recientemente ha vuelto a nosotros gracias a la reedición de 'Shenmue'. Pero en 1987 iba a verse superado por 'Super Hang On', su sucesor directo que iba a mejorarlo en prácticamente todo. Tras esto, el arcade fue porteado a numerosos ordenadores de la época, pero en consolas la única afortunada en tenerlo sería la recién lanzada Mega Drive, con una formidable conversión que añadía interesantes novedades con respecto al original.
El mundo es tu circuito
La actividad antes de la carrera es frenética, los mecánicos corriendo a realizar los últimos ajustes, tu rival tratando de ponerte nervioso, y el patrocinador amenazando con retirar su apoyo si no mejoran los resultados. Pero pronto todo ese jaleo será acallado por el feroz rugido de tu moto, al que tan solo acompañará el relajante tema musical que tú mismo hayas escogido. Por delante te esperan cientos de kilómetros por recorrer alrededor de todo el mundo, teniendo que preocuparte únicamente de mantener la moto sobre la cinta gris de asfalto y no chocar con los otros corredores mientras los adelantas uno por uno a toda velocidad. Concéntrate, gana la carrera, y todo irá bien. Serás aclamado y podrás correr un día más. Pero si dejas que la presión te afecte, es muy posible que tus sueños no sean lo único que termine por los suelos...
No es difícil encontrar parecidos entre 'Super Hang On' y otros clásicos de Sega como 'Out Run', pues la fórmula básica es muy parecida. Corremos contrarreloj tratando de superar el mayor número de checkpoints para poder seguir corriendo, mientras esquivamos otros vehículos y afrontamos las sinuosas curvas del trazado. Una mecánica que no por poco original resulta menos atrayente, pues la pura diversión arcade nos espera.
Además, ahora disponemos de un botón de turbo capaz de imprimirle al juego una sensación de velocidad endiablada, por si no lo era ya de por sí hasta ahora. A esto habrá que sumarle la consiguiente mejora de gráficos con respecto a su predecesor, con unos escenarios rebosantes de color con todo el sello personal de Sega.
Otro elemento heredado de 'Out Run' es la posibilidad de escoger la música que nos va a acompañar durante la partida, para lo cual podremos elegir entre cuatro temas distintos. Por descontado que se trata de una banda sonora a la altura de las mejores composiciones salidas de Sega en aquella época, con temas que incitan a seguir jugando y que muy probablemente querréis llevaros por ahí de acompañante incluso cuando no estéis frente al juego.
En 'Super Hang On' no podremos escoger nuestro camino sobre la marcha, pero si antes de comenzar la carrera. Para lo cual dispondremos de cuatro rutas diferentes ubicadas en distintas partes del mundo. La dificultad varía de un trazado a otro, por lo que los pilotos novatos podrán empezar por el más fácil e ir subiendo poco a poco.
No es en absoluto complicado cogerle el truco a una jugabilidad tan arcade y directa, pues simplemente tendremos que esquivar, girar, y dar algún pequeño frenazo, además de saber encontrar el momento idóneo para utilizar el turbo y recortar algunos segundos. Los rivales están más bien para molestar e incrementar nuestra puntuación, ya que lo importante será siempre el cronómetro que corre en nuestra contra.
No hacía falta más para que un arcade tan espectacular triunfase en su época, y gracias a ello vimos múltiples conversiones a sistemas como: Commodore 64, Amiga, ZX Spectrum, Atari ST, Amstrad CPC, X68000, e incluso Macintosh. Conversiones que no corrieron a cargo de la propia Sega, pero que lograron encontrar su hueco en los catálogos de tan emblemáticos sistemas.
Barriendo para casa
Sin embargo, había una versión de la que si se iba a encargar la propia Sega, y esa es lógicamente la de Mega Drive. 'Super Hang On' se convirtió en uno de los primeros títulos para la consola, siendo publicado en 1989 cuando la máquina ni siquiera llevaba un año en el mercado nipón. Esto podría hacer presagiar una conversión discreta que no aprovechase bien la consola, pero en vez de eso nos llevamos una muy grata sorpresa.
A nivel técnico la conversión a Mega Drive de 'Super Hang On' logra una aproximación realmente aceptable al arcade. Sin tener lógicamente el mismo grado de detalle o la misma sensación de velocidad, pero consiguiendo transmitir las mismas sensaciones con resultados realmente buenos. Ya solo con esto podría haber servido para los estándares de la época, pero en esta ocasión Sega quiso ir un paso más allá.
Y es que, además del modo arcade que nos permite jugar como en la recreativa original, nos encontraremos con una interesante novedad llamada "Modo Original". A priori puede parecer el típico extra para compensar la diferencia técnica, pero lo cierto es que esconde más, mucho más. Hasta el punto de que no sea descabellado decir que incluso logra superar al arcade original.
Este modo consiste, ni más ni menos, que en un modo carrera en toda regla, con un nivel de complejidad verdaderamente asombroso para la época y haciendo que sea el "Modo Arcade" el que parezca un extra. Básicamente nos pondremos en la piel de un piloto que busca llegar a lo más alto, pero para ello deberá comenzar desde lo más bajo, con una modesta montura y un equipo que prácticamente parece de andar por casa.
Nuestra primera labor será contratar un mecánico, al cual podemos despedir si no creemos que lo esté haciendo bien, o que podemos contratar a otro mejor. También habrá que buscar patrocinador, pero en este caso será más bien él (o ella) quién nos busque a nosotros en base a nuestros resultados sobre la pista.
A medida que corramos iremos ganando créditos con los que mejorar la moto, pero también será necesario guardar una parte del presupuesto para reparar los daños que se hayan producido durante la carrera. Y es que, incluso aunque no choquemos, las piezas se irán desgastando y necesitarán ser reemplazadas antes de que fallen. Si no tenemos cuidado podemos quedarnos tirados incluso antes de que comience la competición, lo cual puede poner fin a nuestra a nuestra carrera como piloto.
También deberemos competir contra rivales especiales, los cuales variarán dependiendo de la categoría en la que estemos. Si nuestros resultados son buenos iremos ascendiendo de categoría, pero si no, iremos retrocediendo hasta volver al principio. Además, cada rival tiene su propia personalidad y se comportará de forma distinta sobre la pista, lo que es bastante sorprendente para un juego de la época.
No es solo correr
De hecho, todos los personajes de este modo tienen su propia personalidad con nombres y apellidos como si de un modo historia se tratase, y todo ello con una estética anime muy japonesa y colorida. En el manual de instrucciones se nos darán datos de cada rival, de cada patrocinador, y de cada mecánico, a modo de pista para que sepamos a qué atenernos. Llegar a completar este modo nos puede llevar muchas horas, para lo cual dispondremos de un sistema de passwords que nos permita hacer un descanso y retomar la partida cuando queramos.
La mejora de piezas mecánicas de la moto también resulta sorprendentemente compleja e incluso realista para la época, pudiendo alterar un amplio abanico de parámetros de la moto que tendrán sus consecuencias durante la carrera. Y así este modo de juego es, por sí solo, capaz de justificar el que juguemos a la versión para Mega Drive por mucho que ya podamos jugar al arcade mediante diversas reediciones.
Hasta hace bien poco era posible comprar la versión arcade para Wii en la Consola Virtual de la misma, pero por desgracia dicha opción ya no está disponible. No obstante, el juego fue publicado también en Xbox 360 y PlayStation 3 de forma digital, gracias a una estupenda conversión de los chicos de M2, a quienes también les debemos la reedición del arcade dentro de la serie Sega 3D Classics para Nintendo 3DS, la cual por cierto incluye jugosas novedades exclusivas.
Es bastante probable que se acabe reeditando también en la serie Sega Ages para Switch, y ojalá que entonces se incluya el mencionado Modo Original de la versión para Mega Drive. De este modo tendríamos por fin la versión definitiva de 'Super Hang On', con los gráficos y la velocidad del arcade, además de los cientos de horas de diversión del modo carrera de Mega Drive.
Mientras tanto, y si queréis añadir la formidable versión para Mega Drive a la colección, la labor no os resultará nada complicada, ya que se trata de un juego bastante común dentro del catálogo de esta consola. Podéis llegar a encontrar la edición original completa por unos 15 euros, u optar por uno de los múltiples cartuchos recopilatorios que lo incluyen, como el inolvidable 'Mega Games 1' con el que muchos conocieron este título en su época.
Si os gustan los viejos arcades de velocidad, y en especial los de Sega, 'Super Hang On' es un título que no puede faltarte. Si además quieres montones de horas de diversión, la conversión para Mega Drive te las dará casi sin darte cuenta. Y todo esto con una banda sonora de las que marcan de por vida. ¿Se puede pedir más por menos?