El 30 de Noviembre 2014 | 16:47
Ni la propia Sega se esperaba el tremendo éxito que tuvo el primer 'Sonic the Hedgehog', pero la azulada compañía no se durmió en los laureles y comenzó a trabajar en la secuela para tenerla lista lo antes posible. Tan solo un año después del nacimiento de Sonic, nos llegaba este segundo juego en dos versiones diferentes: La de Mega Drive, y la de Master System y Game Gear. Hoy analizamos ambos como si fueran uno solo, a pesar de las enormes diferencias entre las dos ediciones.
¡Dos aventuras en una!
Tras derrotar al Dr. Robotnik (alias Eggman), la fama y la popularidad de Sonic se dispararon, todos le admiraban y querían ser como él. Pero había alguien que buscaba eso con mayor ahínco que nadie; Miles Prower, un joven zorro al que todos llamaban "Tails" por su singular cola bífida que podía usar para volar. Tails iba con Sonic a todas partes, y era el único que podía seguir el ritmo del erizo azul gracias al impulso extra que le daban sus colas al correr. Sonic se estaba empezando a acostumbrar a la presencia de Tails cuando un día se percató de que el zorrito no le seguía como de costumbre. El azulado erizo se estaba empezando a preguntar que habría pasado cuando la respuesta llegó en forma de repugnante risa diabólica. Eggman había vuelto, y se llevaba a Tails secuestrado en su nave voladora. Sonic trató de alcanzarlos pero fue imposible, solo acertó escuchar a Eggman decir que si quería volver a ver a Tails debería encontrar las Esmeraldas del Caos y llevarlas a su fortaleza. Sonic sabía que aquello era algún tipo de trampa, pero no podía hacer otra cosa salvo obedecer al villano, pues la vida de Tails dependía de ello. No sin dificultad logró evitar las trampas de Robotnik y rescatar a Tails, pero antes de que ambos pudieran celebrarlo descubrieron que todo había sido una cortina de humo para ocultar su verdadero plan maestro de Eggman. Este había construido un imperio del mal aprovechando la ausencia del erizo, con fábricas, refinerías, e incluso ciudades. Pero lo más temible de todo era la Death Egg, una nave espacial gigantesca desde la que Eggman pretendía someter al mundo entero. Ahora Sonic y Tails deberán permanecer más unidos que nunca y luchar codo con codo para detener al desquiciado científico, su gran aventura acaba de comenzar.
Tras terminar el primer juego de Sonic, Yuji Naka viajó de Japón a Estados Unidos para hacer allí la segunda parte de la saga. Mientras tanto el Sonic Team se encargaría del futuro juego de Sonic para Mega CD, que acabaría siendo el 'Sonic CD' que todos conocemos. Sega of America le asignó un nuevo equipo a Naka, equipo que a la postre se convertiría en el Sega Technical Institute, y que acabaría creado juegazos como 'Comix Zone', o 'The Ooze'. Las diferencias culturales e idiomáticas complicaron el desarrollo del juego, que tuvo que sufrir algunos recortes de última hora Por suerte el resultado final fue satisfactorio, aunque Naka nunca lo creyó así, y por este motivo regresó a Japón para trabajar en 'Sonic the Hedgehog 3'.
Por su parte los chicos de Aspect comenzaron a desarrollar la versión de 8 bits del juego, pero este desarrollo fue más tranquilo y calmado, lo que dio como resultado que esta versión saliese a la venta antes que la de Mega Drive. De hecho la versión de Master System fue la primera en ver la luz, y lo hizo aquí en Europa, pues llegó a las tiendas el 16 de octubre de 1992, antes incluso que en Game Gear. Esto dio como curioso resultado el que Tails, el nuevo amigo de Sonic, debutase en Master System, al contrario de lo que mucha gente cree y que piensa que nació en Mega Drive.
Probablemente el hecho de que un juego se desarrollase en Estados Unidos y el otro en Japón, complicó la comunicación entre ambos equipos, lo que dio como resultado dos juegos completamente diferentes entre sí que solamente compartían los personajes y el título. Pero gracias a esto el 'Sonic the Hedgehog 2' de 8 bits no es un mero "downgrade" del original, si no que es un juego diferente especialmente adaptado a las limitaciones de estos sistemas.
Esta versión de 8 bits muestra un aspecto verdaderamente sólido y bien rematado, con unos gráficos muy cuidados y una jugabilidad bien pulida. No obstante algunos consideran a esta versión como un juego demasiado difícil, siendo la versión de Game Gear incluso más difícil que la de Master System. El manejo de algunos vehículos como el ala delta, o las batallas contra jefes finales a pecho descubierto (es decir, sin anillos), le hicieron ganarse su fama. Más de uno aun tendrá pesadillas con aquella ala delta de peculiar manejo, o con la dichosa hormiga león robot que hacía de jefe en el primer nivel.
No obstante la mayoría vio esta dificultad como un interesante reto al que adaptarse, y de hecho no es poca la gente que hasta prefiere esta versión de 8 bits por encima del de Mega Drive. Algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta su cuidado diseño de niveles tanto en aspecto visual como en construcción, sus desafiantes jefes, su exploración en busca de las preciadas Esmeraldas del Caos, o el haber introducido a personajes como Tails o la primera y malvada versión robótica de Sonic; Silver Sonic.
I wanna fly Sky High
Una de las curiosidades de este juego para Master System y Game Gear es que algunos niveles presentan un diseño muy diferente en su segundo acto, lo que le da una variedad muy de agradecer. Por ejemplo mientras que el primer acto de Sky High Zone transcurre entre nubes blancas en un bello paisaje montañoso, el segundo acto presenta una furiosa tormenta con lluvia, rayos, y fuertes corrientes de aire que afectaran al manejo de nuestra ala delta. Y es que como decíamos, este juego presenta también diferentes vehículos para Sonic, como vagonetas, las mencionadas alas delta, o incluso burbujas con las que flotar debajo del agua.
Otra curiosidad de esta versión es que solamente podremos acceder al último nivel del juego si hemos logrado recolectar todas las Esmeraldas del Caos. Hallar estas cinco joyas no será nada sencillo, pues están muy bien ocultas en los niveles. Si las conseguimos todas, Silver Sonic nos dará la sexta de ellas al ser derrotado y podremos acceder al último y espectacular nivel final, donde lucharemos a muerte con Eggman para liberar al pobre Tails.
El juego luce un aspecto gráfico formidable, con un colorido muy especial para los niveles, y unas cuidadas animaciones para Sonic. Redondeando todo esto encontramos una genial banda sonora cuyos temas musicales quedarán grabados para siempre en vuestra memoria. Todo esto da como resultado final un juego excepcional que es sin duda de lo mejor que se puede encontrar dentro del catálogo de estas consolas. Una maravilla totalmente imprescindible.
En cuanto a las diferencias entre las versiones de Master System y Game Gear, en esta ocasión son incluso menores que en las del primer juego de la saga. Hay pequeños cambios en la construcción de los niveles, y además tenemos el típico zoom característico de los juegos de Game Gear, que de paso aumenta la dificultad casi sin quererlo. También encontraremos algunas diferencias en la banda sonora, aunque la mayoría de temas son comunes en ambas versiones.
Por lo que respecta a la versión de Mega Drive, la formula del primer Sonic permanece aquí, pero con un estilo más veloz y espectacular, menos centrado en el plataformeo pero sin olvidarse de él. En esta ocasión los niveles tendrán tan solo dos actos, en lugar de tres como en su predecesor. Para compensar esto tendremos una mayor cantidad de fases, lo que ayuda de paso a darle mayor variedad al juego. Tan solo una de las fases estará compuesta por tres actos, y esa es Metropolis Zone, uno de los últimos niveles del juego.
Aquí las Esmeraldas del caos no estarán escondidas por los niveles como en el de 8 bits, si no que habrá que acceder a las espectaculares fases de bonus en 3D que ya se han convertido en sello habitual de la saga. En estos niveles recorreremos un tubo y deberemos ir recogiendo las cantidades de anillos que nos indiquen, evitando las molestas bombas que encontremos. Conseguir las siete esmeraldas (aquí se añadió una séptima esmeralda) no será nada fácil, pero si nos hacemos con todas podremos asistir al nacimiento del espectacular Super Sonic. Para entrar a estas fases de bonus será necesario portar al menos 50 anillos, tocar un poste de estrella, y entrar en el círculo de estrellas que aparece.
Sonic Blast Processing
La versión de Mega Drive nos permite jugar en modo cooperativo manejando a Sonic y Tails, aunque el segundo jugador puede acabar bastante frustrado de quedarse atrás una y otra vez. Para compensar esto, Tails es prácticamente invulnerable, de modo que ir con él supone una importante ventaja, especialmente contra los jefes. Cuando juguemos solos será recomendable dejar a Tails en casa, pues puede ser un verdadero incordio que no deje de distraernos cuando es manejado por la consola.
También podemos jugar por separado solo con Sonic, o solo con Tails. Lamentablemente no podremos volar cuando juguemos con Tails, ya que según parece esta habilidad iba a estar disponible, pero los problemas en el desarrollo del juego hicieron que zorro solamente vuele cuando es manejado por la consola. Una lástima, pues de este modo la única ventaja de jugar con Tails es tener algo de variedad visual, que aunque tampoco es que sea gran cosa, algo se agradece.
La banda sonora corrió una vez más a cargo de Masato Nakamura, quién ya compuso los temas musicales del primer Sonic. En esta ocasión se optó por temas más animados y apropiados para el juego, lo que dio como resultado una de las bandas sonoras más queridas y recordadas del erizo. Todos estos temas se pueden escuchar en el test de sonido, con el que además podemos hacer algunos trucos interesantes para descubrir nuevas posibilidades.
El apartado gráfico de esta versión de Mega Drive es sencillamente espectacular, llegando a superar incluso a su predecesor. El diseño de los niveles es muy variado e imaginativo, y los personajes lucen unas animaciones de lujo con unos sprites muy detallados. Y todo ello se mueve además a grandes velocidades sin que apenas se produzcan ralentizaciones, lo que le vino de perlas a Sega para demostrar aquello del "Blast Processing".
Sonic cuenta casi con los mismos movimientos y power ups del primer juego, sin embargo en esta ocasión añadió un valioso movimiento a su arsenal; el Spin Dash. Manteniendo pulsado abajo y pulsando repetidamente el botón de salto, Sonic (o Tails) comenzará a girar en el suelo, y tras soltarlo saldrá despedido a gran velocidad. Este útil movimiento aumenta aun más la velocidad del juego, y evita que tengamos que andar cogiendo carrerilla para por ejemplo, subir una cuesta, o hacer un looping.
Y hablando de loopings, en ese juego los giros, rampas, loopings, y demás parafernalia, han aumentado a fin de incrementar la espectacularidad. De hecho hay quién cree que su presencia es algo excesiva, y que esto provoca que en muchas ocasiones nos convirtamos en meros observadores de lo que los personajes están haciendo en pantalla sin tener el menor control sobre ellos. Además la mayoría de niveles están pensados para correr, siendo las últimas fases casi las únicas las que nos exijan ir plataformeando con más calma.
Ashura the Hedgehog
Además del modo cooperativo, existe la opción de jugar en modo versus a pantalla partida. Este modo de juego fue añadido a última hora del desarrollo, y presenta algunos problemas como ralentizaciones, o sprites demasiado aplastados que dan una imagen extraña. Este modo está compuesto tan solo por cuatro fases, y en la última competiremos en los niveles especiales de bonus. Lamentablemente la competición en este nivel especial básicamente se reduce a una lucha continua de saltos para ponerse delante y poder recoger así más anillos. A pesar de estos problemas, este modo versus aun es capaz de divertir si sabéis aprovecharlo, y al fin y al cabo es tan solo un añadido.
Este "apresurado" modo versus no fue el único inconveniente con el que vino el juego, y es que el problemático desarrollo tuvo como consecuencia algunos bugs menores. Como el que deja a Sonic flotando en el aire tras una fallida transformación en Super Sonic después de completar un nivel, o la capacidad de Sonic y Tails para atravesar paredes si nos pasábamos con la velocidad. Algunos de estos fallos no nos dejaban más opción que resetear la consola, perdiendo así todo nuestro avance. Pero por suerte son fácilmente evitables, o no se dan con demasiada frecuencia.
La versión de Mega Drive de 'Sonic the Hedgehog 2' es quizá uno de los juegos del erizo más recordados y queridos, tal vez por ser la que llegó a más hogares gracias a sus formidables ventas. Todo esto demuestra que por muchos problemas que pueda tener un juego durante su desarrollo no significa que sea malo. 'Sonic the Hedgehog 2' tuvo la suerte de salir en una época en la que los problemas de desarrollo y los bugs no le importaban a nadie, y la gente simplemente se limitaba a jugar y disfrutar en lugar de quejarse por todo. Una época mejor que algunos echamos especialmente de menos...
Si vosotros también añoráis aquellos tiempos, podéis volver a disfrutar de cualquiera de las tres versiones de 'Sonic the Hedgehog 2' gracias a las Consolas Virtuales de Nintendo. Tenéis las versiones de Mega Drive y Master System en la Consola Virtual de Wii, y la de Game Gear en la de 3DS. Si no tenéis una consola de Nintendo podéis jugar a la versión de Mega Drive de mil maneras diferentes, gracias a que Sega suele reeditarlo en todo sistema existente. De todas estas reediciones destacamos la de iOS, que añade nuevas funciones, la posibilidad de jugar con Knuckles, e incluso el nivel perdido de Hidden Palace Zone.
Si sois de los pocos que aun no han jugado a este genial título, no tenéis excusa para no hacerlo. Cualquiera de sus tres versiones se encuentra sin duda entre los mejores juegos de sus respectivos sistemas, y eso son palabras mayores. No importa que prefiráis el de 8 o el de 16 bits, pues 'Sonic the Hedgehog 2' es simplemente genial en todas sus formas.
Lo mejor:
Tremenda secuela de uno de los mejores juegos de todos los tiempos, tanto la versión de 8, como la de 16 bits. Tails, el compañero ideal para Sonic. Inmejorable apartado gráfico y sonoro en ambas versiones.
Lo peor:
Los pequeños problemas de la versión para Mega Drive. Que la estupenda versión de iOS aun no haya llegado a otros sistemas.