El 30 de Agosto 2015 | 15:40
Tras el complicado desarrollo de 'Sonic the Hedgehog 2', Yuji Naka regresó a Japón para ponerse al frente del futuro 'Sonic the Hedgehog 3', dejando en América al equipo con el que había creado la segunda entrega. Este equipo pasó a recibir el nombre de Sega Technical Institute, y con el tiempo daría a luz obras maestras como 'Comix Zone' o 'The Ooze' para la propia Mega Drive. Pero antes de eso nos iban a ofrecer un nuevo título del erizo que explotaba la faceta tipo "pinball" que ya habíamos visto en niveles de entregas anteriores como Spring Yard Zone, o Casino Night Zone. Ese juego sería el peculiar, y a su modo genial, 'Sonic Spinball'.
Venganza Spinball
El Dr. Robotnik (alias Eggman) ha vuelto a las andadas, esta vez no solo ha secuestrado montones de animalitos inocentes, si no también han caído en sus garras los compañeros más allegados de Sonic. Junto con este secuestro masivo llega la amenaza de transformarlos en robots esclavos carentes de voluntad propia, y no se trata de ningún farol, pues las primeras victimas ya defienden la nueva fortaleza del desquiciado doctor. Este complejo acorazado recibe el nombre de Veg-O Fortress, y se encuentra situado en una remota isla volcánica. Robotnik utiliza la energía geotérmica que genera el volcán en continua erupción para mantener funcionando este siniestro complejo, lo que le proporciona total autosuficiencia y lo aleja de erizos entrometidos. Para colmo la fortaleza cuenta con un sistema de defensa "pinball" específicamente diseñado por si Sonic tuviese la osadía de acercarse al lugar. Con lo que el científico no contaba es con que el erizo tuviese redaños de sobra para eso y mucho más, pues Sonic y Tails se dirigen hacía la isla montados en un pequeño planeador esperando no ser descubiertos. Por desgracia para nuestros héroes, el plan fracasa y los cañones de la fortaleza derriban el aparato haciendo caer a Sonic a las frías y oscuras aguas... Eggman cree haber ganado, pero Sonic tiene amigos hasta en la profundidad del océano que lo rescatan y lo llevan hasta las alcantarillas de la fortaleza. Sonic se ha salvado, pero por delante tendrá que hacer frente al pinball defensivo si quiere salvar a sus compañeros, incluido el recién capturado Tails. Si crees que tienes lo necesario para aceptar este reto más vale que te agarres fuerte, pues este va a ser sin duda un viaje muy movidito.
La idea de crear un juego de Sonic de pinball no era ninguna locura, ya habíamos visto al erizo afrontar situaciones similares en prácticamente todos sus juegos, y el motor de físicas creado por Yuji Naka estaba especialmente diseñado para estos menesteres. Sin embargo el creativo nipón no había llevado bien el choque cultural durante el desarrollo de 'Sonic the Hedgehog 2', y se negó a ceder su eficiente motor de físicas para este proyecto. Naka es sin duda un tipo con un carácter muy peculiar, algo que quedó más que claro a los miembros del recién creado Sega Technical Institute. Si querían que su Sonic de pinball saliese adelante, iban a tener que crearlo ellos solos desde cero.
El desarrollo no fue fácil, pues no era nada sencillo replicar el motor de Yuji Naka. Finalmente se logró algo cercano, pero con algo menos de fluidez y con un Sonic que parecía calzar zapatos de plomo en las escasas ocasiones en las que lo llevábamos andando. En estas partes Sonic puede realizar su característico "Spin Dash", a fin de poder pasar al "modo bola" más fácilmente. En cuanto nos adentremos en las partes de pinball pasaremos a controlar el erizo con los flippers, aunque podremos usar el pad de control para cambiar ligeramente la dirección de Sonic en el aire. Esto básicamente se traduce en poder darle algo de efecto a la bola.
Aunque no lo parezca, el tener algo de control sobre la bola resulta algo más que interesante, y lo diferencia de otros juegos de pinball donde la bola está plenamente a merced de inercias y rebotes. De hecho para poder apuntar bien hacía ciertos objetivos, será muy recomendable usar el pad y apuntar bien en lugar de limitarnos a machacar los flippers sin orden ni concierto. La clásica técnica de "parar la bola" manteniendo levantado el flipper, no faltará aquí. De modo que con la combinación de estos dos elementos logramos un control no muy común en este tipo de juegos, pero que resulta absolutamente genial una vez lo dominéis.
Otro elemento que diferencia a 'Sonic Spinball' de otros títulos del género, es el componente aventurero. El juego no está compuesto por mesas simples, si no que está formado por fases de diferentes niveles que deberemos explorar para poder avanzar. En cada una de las cuatro fases deberemos encontrar y conseguir las habituales Esmeraldas del Caos, aunque en esta ocasión todas tienen el mismo diseño y su número es mayor de lo habitual. Cada esmeralda nos supondrá un reto distinto, y hasta que no tengamos todas las de ese nivel, no podremos pasar a vernos las caras con el jefe de final de fase.
Estos jefes son la prueba final a superar para conseguir acceso al siguiente nivel, y para derrotarlos será necesario golpear su punto débil cierto número de veces. Cada uno propone un desafío diferente, lo que requerirá una estrategia específica para cada enemigo. Si los eliminamos, completaremos el nivel y pasaremos a la fase de bonus. Esta consiste en un pequeño pinball tradicional manejado por el propio Sonic, cada una propone un desafío distinto, y tan solo contamos con tres bolas para superarla. Aquí será mucho más fácil perder la bola, pero podemos hacer faltas moviendo la mesa si pulsamos el pad direccional. Eso si, no hagáis demasiadas o de lo contrario os penalizarán.
Encontraremos un total de tres fases de bonus normales, pero es posible acceder a otras cuatro más, una por cada fase principal. Para acceder a ellas hay que conseguir todos los anillos de oro que hay escondidos en una fase, al hacerlo se abrirá un portal especial y podremos entrar a este nivel secreto. Ganar o perder en estos niveles de bonus no afecta a nuestra partida principal, tan solo sirven para aumentar nuestra puntuación, como en todo buen pinball.
No te pilles un rebote
La dificultad aumenta fase tras fase, pero ya desde el primer momento puede que el juego se nos haga demasiado cuesta arriba. Si no sois habituales de este tipo de títulos, os costará acostumbraros a sus mecánicas y puede que no logréis completar ni el primer nivel. No es más difícil que otros juegos de pinball, pero eso para alguien no habituado al género puede ser bastante frustrante. En otras palabras; conviene estar algo familiarizado con los pinball antes de empezar a jugar a este título.
Llegados a este punto cabe destacar la presencia de algún que otro bug que nos puede hacer atravesar partes del escenario, aunque curiosamente estos suelen tener tendencia a ayudarnos, como acceder antes de tiempo a cierta zona del nivel. Por suerte (o por desgracia, según se mire) las versiones europea y japonesa son revisiones mejor pulidas, y estos bugs de atravesar paredes no suelen ocurrir.
Como dato curioso, cuando el juego llegó a las tiendas norteamericanas contaba con un tema musical distinto de las demás versiones. Este sonaba durante la pantalla de presentación, y era un remix del tema que sonaba en las pantallas de presentación de los anteriores juegos de Sonic. Tan solo un pequeño porcentaje de copias cuenta con este tema, y es debido a que dicho tema fue compuesto por Masato Nakamura para el primer juego del erizo, pero el compositor no estaba al corriente ni había sido contratado para este juego, por lo que los desarrolladores tuvieron que cambiar dicho tema a toda prisa y retirar las copias no vendidas a fin de evitar una demanda.
Este cambio musical de última hora corrió a cargo de Howard Drossin, quién había compuesto el resto de la banda sonora del título. El nuevo tema, que es el que incluyen casi todas las copias del juego, tuvo que ser creado a toda velocidad a fin de poder actualizar todas las copias no vendidas sin afectar al suministro de juegos para las tiendas. Toda la banda sonora cuenta con un peculiar estilo, donde abundan las guitarras eléctricas, y ese particular toque que Howard Drossin le pone a todas sus composiciones, como ya dejó patente en 'Comix Zone' y 'The Ooze'.
Los efectos de sonido recrean bastante bien los de un pinball, y vienen a redondear un apartado sonoro bastante bueno, aunque puede que para algunos oídos esta banda sonora resulte algo machacona. Como posible punto negativo en este aspecto, solamente encontramos los extraños y lastimeros chirridos que Sonic emite cada vez que muere, más propios de un juego de terror que de uno de pinball.
Gráficamente cada nivel cuenta con un diseño muy imaginativo y repleto de detalles, sin embargo las animaciones de Sonic son un tanto "ortopédicas" cuando anda, por no mencionar que su sprite parece haber sido aplastado. Por suerte la mayor parte del tiempo se lo pasará convertido en bola, y ahí no hay la menor queja. Los personajes que acompañan al erizo en esta aventura están extraídos de sus primeras series de televisión, no obstante estos personajes apenas aparecen en el juego, tan solo una fracción de segundo cuando son liberados de las capsulas en las que son retenidos por Eggman durante una de las fases de bonus.
En el aspecto técnico quizá el punto más flojo sea el scroll de pantalla, ya que a veces parece costarle podernos seguir. Además puede hacerse raro que tratándose de un juego de pinball, no podamos ver hacía dónde estamos enviando "la bola" debido al gran tamaño de cada fase. Es todo cuestión de acostumbrarse, pero los que están acostumbrados a la fluidez de otros juegos de Sonic, quizá lo tengan más difícil para adaptarse.
¡A la mesa!
La duración del juego es bastante aceptable, y además como buen pinball ofrece un alto componente rejugable para mejorar nuestra puntuación. Llegados a este punto tal vez habría sido de agradecer una opción para poder acceder a cada fase libremente y jugarlas de forma independiente. Existe un truco de selección de nivel que nos permite escoger en qué nivel queremos comenzar, pero habría estado bien poder jugar independientemente cada "mesa" con su propia tabla de récords.
Hasta cuatro jugadores pueden disfrutar de 'Sonic Spinball', aunque no simultáneamente si no por turnos. Puede parecer una opción escasa, pero reunir a varios amigos en casa e irnos pasando el mando puede darnos una interesante tarde de diversión y pique por ver quién llega más lejos, o quién logra más puntos. El número de jugadores se elige en el menú de opciones, donde también podemos cambiar la velocidad del juego.
Las versiones para Master System y Game Gear son prácticamente idénticas entre si, cambiando la relación de pantalla como es habitual en estos casos. Curiosamente esta versiones "ochobiteras" exprimen mejor sus respectivos hardware que la de Mega Drive, por lo que son altamente recomendables en ambas consolas. La mayoría de niveles son casi idénticos entre 8 y 16 bits, excepto la primera fase, que es radicalmente distinta en uno u otro.
Otro aspecto que cambia bastante entre los 8 y los 16 bits son las fases de bonus, ya que en la versión para consolas de menor potencia encontraremos unos niveles exclusivos con la misma jugabilidad de los niveles principales, pero más pequeños. Estos niveles de bonus cuentan con diseños propios, y en ellos debemos encontrar y romper unas capsulas que retienen a los animales secuestrados antes de que se agote el tiempo.
Jugar en la actualidad a 'Sonic Spinball' resulta bastante sencillo, pues encontramos reediciones de la versión de Mega Drive tanto en iOS como en Steam. En lo que respecta a consolas, el juego fue incluido en el recopilatorio 'Sega Mega Drive Ultimate Collection' para 360 y PS3, y también podemos descargarlo desde la Consola Virtual de Wii (compatible con Wii U). También fue incluido en recopilatorios como 'Sonic Mega Collection' para PS2, Xbox, y Game Cube. Así como en el 'Sega Smash Pack' para Game Boy Advance junto con 'Ecco the Dolphin' y 'Golden Axe', eso si, con unos ports de una calidad más que dudosa.
Si lo que queremos es la versión para 8 bits, será mejor que no la busquemos en la Consola Virtual. Inexplicablemente no está entre los títulos del erizo de Master System para Wii, y a pesar de que llegó a ser anunciado que estaría disponible para la Consola Virtual de 3DS la versión de Game Gear, aun seguimos esperando. De este modo nuestras únicas opciones son desbloquearlo como extra en 'Sonic Adventure DX Director's Cut' para Game Cube y PC, o jugarlo en PS2 y de nuevo Game Cube por medio del recopilatorio 'Sonic Gems Collection'.
Si no queréis reediciones ni emulaciones, si no los cartuchos originales, la versión de Game Gear es bastante fácil de conseguir debido a una reedición de la empresa Majesco de principios de la década de 2000. La siguiente en accesibilidad es la de Mega Drive, que podéis conseguir completa con caja y manual por un precio realmente asequible. En la otra punta de la accesibilidad se encuentra la versión para Master System, ya que es uno de los títulos más raros y difíciles de encontrar de esta consola, debido a que llegó al final de la vida de esta. No os asustéis si os piden 100 euros por el juego completo con su caja y su manual.
Más pinball que Sonic
Puede que 'Sonic Spinball' no sea el mejor juego del erizo, ni el más jugable, pero si le cogéis el gustillo puede daros montones de horas de diversión e incluso acabar entre vuestros Sonic favoritos. Su particular estilo lo hace único, y extrañamente no hemos tenido muchas más ocasiones de ver un juego entero de pinball de Sonic, tan solo con 'Sonic Pinball Party' para Game Boy Advance. Curiosamente esta misma consola fue testigo de otro juego similar a 'Sonic Spinball' pero protagonizado nada menos que por Mario. Su nombre es 'Super Mario Ball', y se trata de un título que también os recomendamos probar si os gusta esto de los pinball.
No cabe duda de que el particular estilo que rezuma 'Sonic Spinball' pueda resultar chocante para los fans habituales del erizo, pero también se agradece el cambio de aires para variar. Esto convierte a este juego en uno de esos títulos que o se ama, o se odia, pero que hacen difícil permanecer en terreno neutral. Nosotros os recomendamos probarlo, pues merece la pena darle al menos una oportunidad. Eso si, más como juego de pinball que como juego del erizo, quedáis avisados.
Lo mejor:
Funciona realmente bien como juego de pinball. Poder controlar parcialmente "la bola" con el pad. Niveles enormes para explorar.
Lo peor:
Su dificultad puede hacer desistir a más de uno. No podemos dejar de preguntarnos cómo habría sido el juego con el motor de físicas de Yuji Naka.