En 1994 llegaba a los ordenadores del momento la secuela del exitoso 'Sim City', que nació en 1989 de la mano del genial Will Wright al frente de la recientemente desaparecida Maxis. Esta continuación venía dispuesta a superar a su predecesor en todo, tanto en el apartado técnico como en crítica y éxito, y lo consiguió. En 1995 este título comenzaba su periplo por diversas consolas, estrechando los siempre difíciles lazos entre estrategia y consola. Saturn, SNES, PlayStation, Nintendo 64, y Game Boy Advance fueron las elegidas, con diferentes resultados y versiones. ¿Estará alguna de ellas a la altura del original para ordenador?
Buenos días señor alcalde
Hoy te has levantado, has desayunado, has construido un estadio, un zoológico, y 50 kilómetros de carretera. Y Antes de la pausa para comer te ha dado tiempo a añadir un nuevo aeropuerto. Por delante te espera una tarde ajetreada en la que deberás hacer realidad una red de metro que ayude a acabar con los problemas de trafico, y si te queda tiempo habrá que hacer algo para renovar esa vieja central nuclear que esta apunto de venirse abajo de vieja. Sin embargo un alboroto en la calle interrumpe tu postre, se oyen gritos y sirenas. Te asomas a la ventana y... ¡Es ese monstruo alienígena otra vez! ¡Y se esta merendando tu nuevo y caro aeropuerto! Lo que parecía una tarde tranquila se ha convertido en el regreso de tú mayor pesadilla, mejor llamar a la policía, los bomberos, e incluso el ejército antes de que esa cosa del espacio provoque más destrozos... ¡Oh no! ¡Se dirige a la vieja central nuclear! Estupendo... Mañana todos tus ciudadanos protestaran porque les ha salido un tercer brazo extra... ¡Que duro es ser alcalde!
Hubo un tiempo en el que no había que preocuparse de DRM's, ni conexiones permanentes a Internet, ni nada de eso. Solo de monstruos espaciales y fusiones nucleares. Un tiempo en el que 'Sim City' era un fenómeno de masas entre los usuarios de ordenador de la época. Si, ordenadores, pues el PC solo era uno más de estos sistemas informáticos. 'Sim City 2000' visitó los circuitos de sistemas como Amiga, Mac OS, Acorn Archimedes, y FM Towns. Para llegar también a PC DOS, y más tarde Windows PC.
El objetivo era construir desde cero nuestra propia ciudad, para después dirigirla y hacer frente a los problemas que fueran surgiendo. En esto no se diferenciaba de su predecesor, pero si lo hacía en el nuevo y genial aspecto gráfico que lucía. Ahora contemplábamos nuestra metrópoli desde una perspectiva isométrica, con edificios más detallados que nunca recreados con gráficos de vivos colores.
A nuestra disposición teníamos todo tipo de herramientas de construcción (y destrucción), edificábamos centrales eléctricas, carreteras, redes de abastecimiento de agua potable, parques, y edificios oficiales como las comisarías de policía, los parques de bomberos, los hospitales, o las escuelas. También podíamos comprar terreno para hacerlo urbanizable, eligiendo si en esa zona se iban a construir viviendas, industrias, o zonas comerciales.
Este tipo de edificios no los construiríamos directamente nosotros, si no que de ello se encargarían nuestros "sims". Si, esos seres simulados tan populares hoy en día, nacieron aquí, como los habitantes de nuestras urbes de ensueño a merced de nuestros designios. Pero los "sims" no son ni mucho menos conformistas, por lo que debíamos manejar con cuidado las herramientas a nuestra disposición si no queríamos tener problemas. Una brusca subida de impuestos podía desatar disturbios en las calles, y un elevado nivel de contaminación afectaría a la salud de los habitantes impidiendo a la ciudad crecer adecuadamente.
Si nuestra gestión era correcta, nuestros "sims" serían felices y nos recompensarían por ello, por ejemplo regalándonos un ayuntamiento, o una estatua en nuestro honor. Por el contrarío si su paciencia se agotaba, no dudarían en ponernos de patitas en la calle echándonos de la ciudad que nosotros mismos habíamos construido. Manejar adecuadamente el presupuesto era crucial, pues debíamos mantenernos fuera de los números rojos si queríamos que todo fuese bien. Para ayudarnos contábamos con diversos asesores, a los que más valía hacer caso si no queríamos lamentarlo.
Una buena estrategia a la hora de construir era la clave para hacer una ciudad sostenible, por ejemplo no colocando zonas residenciales junto a zonas industriales para evitar el exceso de contaminación. Si la criminalidad se disparaba en un barrio concreto, una comisaría de policía sería la solución. Construir bombas de agua junto a un río o lago, haría que estas bombeasen más agua y necesitásemos hacer menos para llevar el líquido elemento a las casas.
Mantén contento al electorado
Construir parques mejoraría la calidad de vida de nuestros ciudadanos, y ayudaría a paliar la contaminación. Si la industria exigía mejores sistemas de comunicación como aeropuertos y ferrocarriles, debíamos hacerles caso o se marcharían de nuestra ciudad y aumentaría el paro. Y si por ejemplo disminuíamos el presupuesto de los bomberos, o no construíamos centrales suficientes para ellos, corríamos el riesgo de que se produjesen incendios y tendríamos menos efectivos para hacerles frente.
La complejidad del juego suponía un reto ideal para aquellos que quisieran poner a prueba su mente y su capacidad para solventar problemas, este era un ejercicio mental estupendo para el día a día, lo que convertía a títulos como 'Sim City' en mucho más que simples juegos. Esto atraía a público de todo tipo, tanto adultos, como niños, siendo una formidable herramienta didáctica para estos últimos.
A medida que nuestra ciudad crecía nos íbamos enfrentando a nuevos retos, por ejemplo llevar energía eléctrica a todos los hogares suponía un verdadero quebradero de cabeza en una gran ciudad, y era fácil sucumbir a la tentación de construir una central nuclear con el peligro que ello conllevaba. También podíamos recibir una oferta del gobierno para construir una base militar, lo que traería más ingresos pero también problemas, pues por ejemplo ya nunca podríamos eliminar dicha base.
Nuestro objetivo final era construir una ciudad tan grande que necesitásemos "arcalogías", edificios desc5munales que prácticamente eran una ciudad dentro de una ciudad. Algunas de estas arcalogías tenían la capacidad de ser lanzadas al espacio para colonizar nuevos mundos, pudiendo así aumentar nuestra población aunque ya no quede más terreno para construir. Naturalmente este objetivo era opcional, pues si queríamos podíamos limitarnos a hacer una pequeña cuidad sin grandes pretensiones. El límite aquí lo ponía nuestra imaginación.
Si un día nos levantábamos de mal humor, podíamos dar rienda suelta a nuestra vena más sádica invocando nosotros mismos distintos desastres sobre la ciudad, tales como tornados, inundaciones, terremotos, o disturbios. Estos desastres también podían ocurrir aleatoriamente o debido a nuestras actuaciones durante la partida siempre que tuviéramos activadas las catástrofes, pues era posible desactivarlas si solamente queríamos construir tranquilos.
Para mantenernos informados de todo lo que ocurría en nuestra cuidad, cada cierto tiempo nos llegaban periódicos con las últimas noticias. Era recomendable leer estos periódicos, pues nos daban pistas sobre si por ejemplo la contaminación se estaba disparando, o si nuestros impuestos estaban causando estragos entre la población. Cuanto mayor fuese nuestra ciudad, más periódicos estarían disponibles. Y estos no solo nos daban claves sobre nuestra urbe, si no que también ofrecían pinceladas de humor con un estilo muy peculiar.
La calidad de la banda sonora varía lógicamente dependiendo del hardware donde lo estemos jugando, pero en todas las versiones se mantiene la misma tónica y casi los mismos temas, que son bastante animados y acompañan realmente bien llegando a hacerse pegadizos. La misma diversidad de calidad afecta a los efectos de sonido, pero estos juegan un papel muy discreto y poco relevante.
Las versiones para ordenador son muy similares entre sí, respetando todas ellas un estilo característico donde por ejemplo dominan los temas musicales en formato MIDI. Por lo que si queréis jugarlo en ordenador podéis recurrir sin problemas a la versión para PC que esta disponible en Origin, donde por cierto ha estado gratis en alguna ocasión. En su día se publicaron algunas expansiones, como una que nos permitía hacer nuestros propios edificios y distintos packs con ciudades predeterminadas que proponían retos especiales.
Haciendo frente a la crisis
Estos escenarios predeterminados nos ponen al mando de una ciudad ya construida y nos retan a cumplir el objetivo solicitado en un periodo de tiempo concreto. Si lo lográbamos podíamos seguir como alcaldes hasta que nos aburriéramos, pero si no seríamos expulsados y el objetivo se daba por fallido. Estos escenarios predeterminados suponían un reto alternativo al de construir nuestra propia ciudad desde cero, y evitaban la monotonía.
La primera de las versiones para consola fue la de Sega Saturn, este se convirtió en uno de los juegos de lanzamiento para dicha maquina, y contó con la colaboración de la propia Sega durante el desarrollo, lo que facilitó el trabajo de la gente de Maxis. Los propios desarrolladores agradecían el apoyo de Sega en los créditos del juego e incluso añadieron una estatua de Sonic y un edificio de Sega en agradecimiento. Esta colaboración dio sus frutos, y no cometemos ninguna locura si nos atrevemos a decir que esta versión para Saturn puede ser calificada perfectamente como la mejor de todas las disponibles.
Para empezar se mejoraron tanto los gráficos como el sonido, aprovechándose para esto último de las capacidades del CD. Ahora el juego lucía mejor que nunca, y ninguna otra versión tuvo mejor aspecto que esta. Además se añadieron diferentes fases evolutivas para los edificios de nuestra ciudad, algo que representaba nuestra ciudad con tres aspectos distintos: El del pasado, con casitas pequeñas tipo pueblecito. El del presente, que era el mismo de las demás versiones. Y el del futuro, que presentaba edificios de aspecto futurista y muy imaginativo. También se añadieron nuevos videos y recreaciones 3D de cada edificio que podían ser vistas si consultábamos sus datos.
Por desgracia no se dio uso al ratón que estaba disponible para esta consola, sin embargo el control se adaptó bastante bien para sus uso con mando, por lo que no suponía ningún problema controlar el juego. Quizá la única pega sea que cuando disponíamos de una ciudad de gran tamaño, la velocidad del juego bajaba notablemente especialmente si usábamos la cámara más alejada. Esto podía solucionarse pausando la acción, para podernos mover por la ciudad y actuar allí donde queríamos sin que corriese el tiempo. Además de que en este título tampoco es necesaria una gran velocidad de respuesta.
Otro inconveniente era que solo podíamos grabar una ciudad en la memoria interna de la consola, la cuál quedaba íntegramente "secuestrada" por este juego. Para solucionar esto podíamos adquirir un cartucho de memoria adicional, el cuál terminaba de un plumazo con todos nuestros problemas de guardado de partidas, no solamente con este juego, si no con nuestra Saturn en general. Estos problemas de guardado no serían ni mucho menos patrimonio exclusivo de Saturn, como veremos más adelante.
La siguiente versión para consolas fue la de Super Nintendo, llegando ya hacia el final de la vida de esta consola. Adaptar un título de semejante calibre a una consola de 16 bits tenía bastante mérito, y dejaba atrás a su predecesor en este mismo sistema. La lentitud de esta versión supera la de todas las demás, pero es algo comprensible debido a la limitación de hardware, y como decíamos en este juego no es tan importante la velocidad. Otro inconveniente es que tan solo podíamos grabar una ciudad en el cartucho, por lo que si queríamos salvar una nueva ciudad debíamos decir adiós a cualquier partida anterior. Y tampoco aquí se hizo uso del ratón de este sistema.
La versión de PlayStation llegó un año después que la de Saturn, y aunque se basaba en ella, perdió muchas de las características de esta. Para empezar se acabó la evolución de los edificios con el paso del tiempo, también se perdió algún escenario predefinido, y algunos de los videos fueron cambiados, como por ejemplo la intro que fue sacada de la edición especial para Mac. Para colmo esta versión era notablemente más lenta que la de Saturn, sufriendo ralentizaciones desde el principio sin que fuese necesario llegar a tener una gran metrópolis que manejar.
Los periódicos ya solo nos permitían leer los titulares de las noticias, sin poder acceder a su contenido. La banda sonora era la misma que en Saturn, pero los temas sonaban una y otra vez en bucle haciéndose cansinos, y la única opción era desactivarlos. Se habilitó el uso del ratón, pero este periférico era raro y difícil de conseguir incluso en su época. Además la opción de poder usar ratón sirvió como excusa para usar un sistema de control con mando más torpe y peor diseñado, con un inventario de "cajas flotantes" que tapaba gran parte de la pantalla y que uno nunca sabía bien como colocar para que no estorbase.
Una mala legislatura
La única novedad destacable que añadió esta poco afortunada versión para PlayStation fue la de poder recorrer nuestra ciudad en una recreación en 3D de ésta montados en un vehiculo, pero para ello debíamos ser testigos de lo que probablemente sean los peores gráficos que se hayan visto jamás en una PSX, mientras nos desplazábamos en un coche que no manejábamos nosotros y que se movía aleatoriamente por las calles de la ciudad. En cuanto al guardado de partida, esta ocupaba 8 bloques de la Memory Card, lo cuál volvía a imposibilitar guardar más de una ciudad en una sola tarjeta (pues solo disponían de 15 bloques). Para colmo el precio de tener algo de espacio libre en la tarjeta era tener que soportar un lento proceso de compresión del archivo de guardado cada vez que salvábamos partida.
La versión para Nintendo 64 solamente salió en Japón en 1998, y aunque contaba con alguna novedad exclusiva como edificios propios, no es muy recomendable ponerse con ella sin saber japonés (las demás están en perfecto castellano). Dos años después llegaba 'Sim City 64' para el 64DD, un desafortunado add-on para esta consola que solamente vio la luz en Japón y que usaba discos magnéticos. Esta nueva versión era prácticamente un juego distinto, ofreciendo entre otras cosas gráficos en 3D. Es probablemente el mejor juego de este poco afortunado sistema que apenas cuenta con títulos en su catálogo.
La última versión para consola fue la de Game Boy Advance en el año 2003, ya bajo el abrigo de EA. Esta versión es similar a la de Super Nintendo, perdiendo así algunas funciones como la ausencia de distintos niveles de terreno, presentando un escenario totalmente plano. Esto acabó de un plumazo con todas las opciones subterráneas, como el sistema de agua, o el metro. Tampoco podíamos ya por ejemplo construir centrales hidroeléctricas, ya que al no haber montañas tampoco había cascadas de agua donde situarlas.
Una vez más se volvió a repetir el problema de guardado, no permitiendo salvar más que una ciudad a la vez en el cartucho. Amén de otras limitaciones que eran más bien fruto de falta de ganas en la conversión, que de limitaciones del sistema. Aun así el juego seguía siendo divertido, sumando el añadido de poder disfrutar de este título en una consola portátil.
Para jugarlo en la actualidad, los peceros pueden adquirir la versión de PC tanto en Origin, como en GOG. Si sois más de consola, nosotros os recomendamos encarecidamente la versión de Saturn. Pero si no podéis acceder a ella, la más asequible es la versión de PSX, puesto que si conseguís el disco original podréis hacerlo funcionar tanto en PS2, como en PS3. Si no os importa que sea descargable, podéis bajároslo desde la Store para PS3, PSP, e incluso PS Vita. Puede que no sea la mejor versión, pero si es la más accesible de todas las de consola y sigue conservando el encanto del original.
Un título ideal para jugadores de cualquier edad, muy recomendable como juego didáctico para los más pequeños, e ideal como reto para los mayores. Os proporcionará cientos y cientos de horas de diversión que se os pasarán volando sin daros cuenta. Hay títulos posteriores de esta saga, algunos bastante recientes, pero 'Sim City 2000' es quizá el más querido y recordado por los jugadores, por lo que es una estupenda forma de iniciarse con este serie.