Dos años después del lanzamiento del genial 'The Revenge of Shinobi', llegaba su secuela a las redacciones de algunas prestigiosas publicaciones, y de allí no pasó. El juego fue recibido con malas críticas que confirmaron las dudas de Sega sobre la calidad del producto. De este modo se volvió a la mesa de trabajo, y ya en 1993 nos llegaba por fin la versión definitiva (y buena) del esperado 'Shinobi 3'. Dicho nombre en occidente hacía referencia al 'Shinobi' original, que fue tomado como la primera parte de la trilogía, mientras que 'The Revenge of Shinobi' sería la segunda. Algo que no ocurriría en Japón, donde el juego que analizamos recibiría el título de 'The Super Shinobi 2'.
El regreso del Maestro Ninja
Hace ya tiempo que el valiente Joe Musashi puso fuera de circulación a la peligrosa organización Neo Zeed. Tras aquella épica batalla, Musashi regresó a Japón para seguir mejorando sus habilidades como ninja. Pero lo que él no sabía, es que al mismo tiempo Neo Zeed estaba resurgiendo de sus cenizas. El deseo de venganza avivaba sus fuerzas, convirtiéndolo en un enemigo aún más peligroso y mortal que antes. Sus propios hombres fueron amenazados con sufrir indecibles torturas hasta la muerte si fracasaban de nuevo, lo que no les dejaba más opción que la de destruir a Musashi a cualquier precio. Este odio al valeroso ninja está más que fundado, pues él es el único que puede impedir de nuevo los planes de dominación mundial de Neo Zeed. Es hora de que Joe vuelva a entrar en combate y les haga saber a sus enemigos que no se equivocaban al considerarle una seria amenaza.
'Shinobi 3' sigue a pies juntillas el estilo marcado por su predecesor, ofreciendo una explosiva mezcla de acción y plataformas donde deberemos aprovechar al máximo las habilidades de Joe Musashi para superar cada fase. De hecho hasta el sistema de control básico es el mismo, disponiendo de un botón para saltar, otro para lanzar shurikens, y un tercero para emplear ataques mágicos.
También regresa el útil salto doble, que ahora por cierto es algo más fácil de realizar, lo que es muy de agradecer por parte de aquellos que sudamos con los saltos más al límite en la anterior entrega. Los shurikens vuelven a ser limitados, por lo que más nos vale no desperdiciarlos. Y es que quedarse sin armas arrojadizas nos puede dejar completamente vendidos ante el enemigo, especialmente en las batallas contra los jefes de final de fase.
El arsenal de movimientos de Joe ha sufrido algunas mejoras más, destinadas a aumentar notablemente la fluidez del control. Así por ejemplo ahora podemos correr pulsando dos veces hacía un lado, lo que permite ataques rápidos sobre los enemigos. También disponemos de una patada tipo "homing" que nos hace caer en picado sobre el enemigo más próximo, lo que además ser un movimiento espectacular, también viene de perlas si nos quedamos sin shurikens.
Como para subirse por las paredes
Otro útil movimiento nuevo es el salto de pared, con él podremos subir por paredes opuestas alcanzando lugares de otro modo inaccesibles. Este salto doble también será necesario en niveles más avanzados para pasar ciertas partes cubiertas de peligros, teniendo que combinarlo hábilmente con el salto doble para no sufrir daños. Todas estas habilidades se emplean de forma intuitiva, y si fallamos sabremos que ha sido por culpa nuestra al no pulsar lo que debíamos en el momento preciso.
Esto ayuda a suavizar la posible sensación de frustración habitual en este tipo de juegos, a lo que se une una curva de dificultad creciente que en las primeras fases nos lo pondrá fácil, para convertirse en todo un desafío en las últimas. Aún así si el juego nos resulta demasiado cómodo comparado con su predecesor, podemos ajustar la dificultad en las opciones, así como reducir o aumentar la cifra de shurikens disponibles de inicio.
Curiosamente el juego ofrece un sistema de control alternativo secreto, que aprovecha las capacidades del mando de 6 botones de Mega Drive. Esta configuración nos permite por ejemplo realizar ataques físicos sin riesgo de malgastar shurikens, y además añade la función de bloquear proyectiles enemigos, que normalmente solo se puede hacer manteniendo pulsado el botón de ataque al lanzar un shuriken.
Para acceder a esta configuración secreta es necesario introducir un truco en el menú de opciones, lo que resulta un proceso bastante engorroso que requiere el uso de dos mandos diferentes (uno de 6, y otro de 3 botones). No tiene demasiado sentido que este proceso resulte tan complicado, pero por suerte los chicos de M2 lo tuvieron en cuenta al llevar el juego a la serie Sega 3D Classics para 3DS, permitiendo esta útil configuración de serie.
Otra novedad con respecto a su predecesor serán los niveles donde la jugabilidad cambie ofreciendo algún desafío especial, como ir montado a caballo, o sobre una tabla de surf. Cuando se hace esto en un juego se corre el peligro de estropear o entorpecer la jugabilidad haciendo que lleguemos a odiar estas secciones, pero aquí está todo perfectamente ajustado y estas fases ofrecen un punto interesante de diversión y variedad.
En general la jugabilidad que ofrece 'Shinobi 3' es más fluida y rápida que la de su predecesor, lo que hace que enseguida empezamos a cogerle el gustillo y a engancharnos sin remedio a él. Además a pesar de no ofrecer retos adicionales que inciten a rejugarlo, el propio juego en sí se presta bastante a ello, aunque solo sea para mejorar nuestra puntuación. En otras palabras, es de esos juegos que siempre se ofrecen a una buena rejugada.
Aplaudiendo a la pantalla
Gráficamente lo único que puede hacer uno ante el juego, es quitarse el sombrero. Especialmente en lo referente a los fondos, que son sencillamente obras de arte en movimiento que no dudan en tirar de múltiples planos de scroll, o efectos gráficos especiales para dejarnos boquiabiertos frente a nuestra Mega Drive. Destaca especialmente el uso del color, estrujando a tope las capacidades de la consola.
Tampoco se quedan atrás los personajes, como por ejemplo los a veces descomunales jefes de final de fase. Las animaciones del protagonista son también puro arte en movimiento, con un grado de fluidez y detalles pocas veces visto. Además todo esto se consigue respetando totalmente el peculiar estilo visual de la serie, mezclando lo mejor de la antigüedad nipona, con la más avanzada tecnología futurista.
En el apartado sonoro, esta vez por desgracia no se pudo contar con el talento de Yuzo Koshiro como en el título anterior. Pero igualmente encontraremos temas formidables que aprovechan a tope las capacidades de la consola. Puede que los fans más puristas echen de menos los temas del famoso compositor nipón, pero el resto probablemente ni note su ausencia debido a la gran calidad de los temas incluidos.
Si queremos jugarlo en la actualidad, Sega nos lo pone relativamente fácil, ya que el juego ha sido reeditado en múltiples ocasiones. Por ejemplo podemos encontrarlo en recopilatorios como Sega Mega Drive Collection para PS2 y PSP, o Sega Mega Drive Ultimate Collection para PS3 y 360. También está disponible para la Consola Virtual de Wii (compatible con Wii U), y para Steam.
Hace unos años podíamos descargarlo además para iPhone, sin embargo esta versión fue retirada hace tiempo. Esperamos que el recién estrenado servicio de juegos de Sega Forever añada pronto este título a la colección disponible. No obstante la reedición más recomendable hasta la fecha, es la anteriormente mencionada para la serie Sega 3D Classics, donde además del habitual efecto 3D encontraremos las mejoras de control que describíamos hace unas líneas.
Si todo esto no es suficiente para vosotros, y lo que queréis es tener el juego original en vuestra estantería, os advertimos de que se trata de una rareza poco común que en eBay rara vez se ve por menos de 50 euros, llegando a alcanzar incluso precios de tres cifras dependiendo del estado. Las versiones de otras regiones pueden ser incluso más caras, por lo que esta vez no sirve de mucho importar.
Cita ineludible
Sin duda uno de los mejores juegos del catálogo de Mega Drive, y eso es mucho decir. Prácticamente roza la perfección en todos los apartados; gráficos, jugabilidad, sonido, etc. Una obra maestra imprescindible para cualquier amante de lo retro, especialmente si gustó del 'The Revenge of Shinobi' original, al que sucede con total dignidad.