El 17 de Noviembre 2019 | 16:07
En 1989 llegaba el arcade de 'Shadow Dancer', la primera secuela del 'Shinobi' original de Sega. Este juego recibiría conversiones para varios ordenadores de la época, así como para la Master System de la propia Sega. Sin embargo, para su paso a Mega Drive se decidió reinterpretar el juego de arriba abajo, dejando únicamente la base principal y el título original, al que se le añadió el subtítulo de 'The Secret of Shinobi' para diferenciarlo del arcade y dejar bien clara su pertenencia a la serie 'Shinobi'.
El mejor amigo del ninja
Tras erradicar a la malvada organización Neo Zeed, Joe Musashi entiende que su lucha contra el crimen ya no es necesaria, y decide retirarse buscando algo de paz cediéndole el testigo a su amigo y discípulo Kato. Sin embargo, poco después de que Musashi abandone Nueva York, recibe la terrible noticia de que Kato ha resultado gravemente herido durante una misión. Lo que en un principio parecía una simple banda de maleantes acosando ciudadanos, resultó ser algo infinitamente más peligroso, la nueva organización Union Lizard, una banda criminal opera como una secta que sirve a un enigmático líder de origen reptiliano, el cual se ha propuesto tomar la ciudad entera de Nueva York como rehén. Por desgracia, cuando Musashi descubre lo que está pasando es ya demasiado tarde, Kato ha fallecido a causa de sus graves heridas, dejando tras de sí un irrefrenable deseo de venganza tanto en su amigo y maestro, como en Yamato, su fiel perro entrenado en las artes ninja. Ahora Joe Musashi y Yamato recorren las calles para vengar a su compañero y erradicar el mal de Union Lizard. Si no tienen éxito, Nueva York se convertirá en la capital del nuevo orden mundial que la organización pretende instaurar.
Esto que acabáis de leer es la trama que nos contaban en la versión occidental del juego, ofreciéndolo como una continuación directa de 'The Revenge of Shinobi' en la que manejábamos al propio Joe Musashi. Sin embargo, en la versión japonesa nos encontramos con que el protagonista era Hayate, el hijo perdido de Joe Musashi. Más confuso es todavía si nos vamos al arcade original de 'Shadow Dancer', donde la trama es completamente distinta y prácticamente no tiene conexión con el resto de la saga.
A todas luces se puede entender perfectamente este título como una entrega diferente de la saga que poco o nada tiene que ver con la recreativa, pues aparte del nombre, el único nexo que comparten es el uso del perro como parte del set de movimientos del personaje. Este fiel cánido nos ayudará en los momentos complicados, especialmente cuando nos encontremos enemigos atrincherados que no dejan de dispararnos. Si, podemos derrotarlos sin el perro, pero con él correremos menos riesgos.
Salvo por esto, nos encontraremos con un título bastante fiel a la saga en prácticamente todos los aspectos. De hecho recuerda bastante al primer 'Shinobi', ya que contamos con shurikens infinitos y podemos dar un supersalto para desplazarnos entre diferentes planos. No obstante también nos traerá al recuerdo a 'The Revenge of Shinobi', aunque menos de lo que lo hacía su secuela más directa, es decir 'Shinobi 3'.
¿Y éste dónde encaja?
Estos cambios de trama entre Japón y occidente, así como las enormes diferencias con el arcade, hacen bastante complicado el saber dónde encajar este título dentro de la saga. De hecho es algo que parece quedar a nuestra elección, en base a qué vertiente de la trama decidamos aceptar como la principal. De ser así se puede entender este juego como el segundo 'Shinobi' de Mega Drive, a pesar de que el nombre de 'Shinobi 3' obedece a que es la secuela inmediata de 'The Revenge of Shinobi' (que sería el segundo de la serie principal), mientras que el primero de la trilogía sería el 'Shinobi' original.
Al margen de estos líos argumentales, nos encontraremos con juego de acción bastante fluida en el que no bastará simplemente con disparar shurikens a lo loco para exterminar todo cuanto haya en pantalla, sino que deberemos actuar con cautela para que los enemigos no nos pillen desprevenidos, o para sortear las defensas con las que se protegen. Además en cada fase deberemos rescatar a cierta cantidad de rehenes, lo que nos llevará a explorar el nivel en lugar de ir simplemente corriendo hasta el final.
La serie 'Shinobi' se caracteriza por sus enormes jefes con aspectos de lo más estrambótico, y aquí también se mantiene su presencia: Samuráis robot, ruedas de fuego, e incluso una pared viviente que trata de atraparnos con sus brazos, son solo algunos de los esperpentos a los que tendremos que hacer frente, destacando entre todos ellos el espectacular combate a muerte frente a la Estatua de la Libertad.
En lo referente al apartado gráfico nos encontraremos algunos efectos curiosos, como las llamas del fondo en el primer nivel. La ambientación mantiene un carácter sobrio y urbano donde se recrean algunos elementos icónicos de Nueva York, incluidas las Torres Gemelas, elemento que en reediciones posteriores ha tenido que ser "disimulado" para evitar herir sensibilidades. Los enemigos cuentan con animaciones sencillas, pero suficientes para cumplir su papel. Mientras que el protagonista y su mascota están bastante bien recreados y animados.
Ladridos digitalizados
En el apartado sonoro, es bastante fácil haberse "malacostumbrado" a la presencia del gran Yuzo Koshiro en la serie, por lo que algunos pueden echar de menos sus composiciones. Sin embargo, la banda sonora incluida no es ni mucho menos mala, y cuenta con algunos temas bastante cañeros que incluso utilizan samples de voz. Esto es algo que podremos apreciar por ejemplo durante las fases de bonus, en las que descenderemos desde lo alto de un edificio lanzando shurikens a los ninjas que suben en dirección contraria, como si se tratase de shoot'em up de scroll vertical. Hasta podremos escuchar los ladridos de nuestro cuadrúpedo amigo cuando este tenga un enemigo en el punto de mira.
El juego está compuesto por 5 niveles distintos, divididos a su vez en varios actos. Esto puede llevar a creer que no nos va a durar mucho, pero su elevado nivel de dificultad ayuda a compensarlo. No obstante, no nos encontramos ante una dificultad desesperante que nos pueda llevar a abandonarlo en las primeras fases, sino ante una de esas que nos incitan a seguir jugando hasta que logramos pasárnoslo. Básicamente se trata de una cuestión de aprendizaje, y cuando lo dominemos nos parecerá incluso fácil.
Hablábamos antes de los cambios que hubo que hacer en reediciones actuales para "disimular" las Torres Gemelas, y es que este título ha recibido varios relanzamientos, algo que lo hace bastante accesible. Por desgracia, y por motivos desconocidos (probablemente por el tema del perro), este juego ha sido prohibido durante años en Alemania, lo que ha provocado que algún recopilatorio de Mega Drive se quedase sin este título en su versión europea. Este fue el caso de 'Sega Mega Drive Collection' para PlayStation 2 y PSP, ya que la versión europea del recopilatorio omitió este título.
Afortunadamente, a día de hoy parece que este juego ha logrado por fin librarse de ataduras, y podemos encontrarlo incluido en el recopilatorio 'Sega Mega Drive Classics' para PlayStation 4, Xbox One, Switch, y Steam. Lo que nos da la excusa perfecta para jugarlo y comprobar por nosotros mismos como estamos ante el que sin duda una de las mejores entregas de la saga, una muy digna de codearse con los otros 'Shinobi' para Mega Drive, y de llegar incluso a mirar por encima del hombro al arcade con el que comparte nombre.
Todo un maestro del Ninjutsu
Buenos gráficos, buena jugabilidad, una dificultad desafiante pero justa, y un buen apartado sonoro como acompañamiento. Todo esto sumado a los elementos que han caracterizado esta serie, y la han hecho triunfar durante generaciones. Es comprensible que pueda haber cierta reticencia al añadido del perro como nuevo elemento jugable, pero lo cierto es que se adapta perfectamente y simplemente se ofrece como una ayuda más, no siendo obligatorio su uso.
Lo mejor:
El añadido del perro le da un toque fresco a la serie. Gráficos y sonido de gran calidad. Jugabilidad fluida que engancha gracias a una dificultad bien ajustada.
Lo peor:
Quien se esperase una conversión directa del arcade se puede llevar un buen chasco, aunque puede que incluso lo acabe prefiriendo así.