El 10 de Febrero 2013 | 15:06
La política de las compañías japonesas de videojuegos a veces no las entienden ni ellos, es decir, crean joyas en forma de RPG, con una calidad tanto de historia como de gráficos colosal de manera que, se sabe por anticipado que será un juego que se venderá genial en cualquier territorio, pero, acaban por dejarlo escondido en Japón haciendo que el resto perdamos la oportunidad de disfrutarlo.
A día de hoy ya no es tan común que pase esto, pero entre 1995 y 2003, era la tónica habitual
Pues bien, en ese sentido los más deseosos jugadores que busquen solemnes aventuras de corte fantástico-medieval y que, encima, sepan de buena tinta que dicho juego es un título de los grandes y que merece la pena jugarlo y tenerlo, no les queda otra que recurrir al mercado de importación e intentar entender la aventura en un japones indescifrable y rezar porque algún alma caritativa y sin ánimo de lucro dedique su tiempo libre a traducirlo a un idioma occidental más asequible.
Eso pasó en su momento con este 'Bahamut Lagoon', una suerte de rol estratégico por turnos en el que, nuestras tácticas y sobre todo, el buen uso que le demos a los dragones que invoquemos, será la clave para entender su envidiable historia y, además, una forma de comprender los tan usados "Bahamuts" del universo Square Enix.
La historia nos sitúa en el mundo fantástico de Orelus. Este, es un mundo comprendido en islas o, lagunas aéreas que esta consumido por la guerra y, donde el cielo se esta convirtiendo en un color púrpura que denota la tristeza tras la caída del Reino libre de Kahna. Dicho reino esta siendo conquistado por el Imperio de Granbelos, encabezado por el emperador Sauzer que tiene cautiva como prisionera de guerra a la princesa Yoyo, baza que obliga a los defensores del reino a retirarse con derrota.
Después del prólogo, la horrible guerra ha llegado a su fin con el Imperio Granbelos victorioso sobre todas las Lagunas de Orelus. Ahi es donde comienza nuestra historia a lo largo de 27 episodios con sus respectivas sidequests. Así, el capítulo 1 comienza con la creación y unión de la rebelde alianza llamada La Resistencia , encabezada por Byuu, nuestro protagonista, la ayuda inestimable del jefe de seguridad y ex-capitán de la Guardia Real de Kahna, Matelite y Sendak, el mago principal y sabio consejero de Kahna.
Esta curiosa reunión da forma a la resistencia con la ayuda de otros muchos héroes alrededor de los otras lagunas que también han sido conquistadas por el imperio, donde destacaremos a el gran guerrero Taicho del reino de Mahal y sus aliados, entre otros. En este primer acto sucede algo importante y crucial para el devenir de la historia y es que, se procede a recuperar el antiguo buque insignia de la Escuadra Dragón Kahna, llamado Farnheit y, con dicha nave en su poder, se procede a avanzar en pos de liberar a los cielos de Orelus, Laguna a Laguna, de las garras del Imperio Granbelos. Una vez puestos en harina, vamos al lío.
Jugabilidad:
Situémonos en el marco histórico-defensivo que acontece en el juego. 'Bahamut Lagoon' combina la mecánica RPG con combate táctico muy condicionado por la estrategia y que se basa en el movimientos por cuadriculas en el campo de batalla. Los personajes tienen diferentes atributos, desde Puntos de vida, magia, e incluso puntos de habilidad que sirven para realizar diversos ataques especiales de tipo combinado o individual.
Pero la parte principal y que llama más la atención de los combates es la posibilidad de usar a nuestros dragones, que vienen a ser el as bajo la manga de nuestro escuadrón. Ellos tienen sus propias estadísticas y aumentan de nivel ganando experiencia como si de cualquier personaje principal se tratará. En las batallas, cada equipo que dispongamos poseerá un dragón que se le atribuye y se basa en gran medida en la fuerza del capitán del escuadrón.
Si un dragón muere durante el combate, su equipo de ataque perderá la capacidad de utilizar los comandos especiales y habilidades específicas de dicha clase para el resto de la batalla en ese mapeado. El dragón actúa como una unidad autónoma muy poderosa que se mueve justo después de que su equipo haga su movimiento y no puede ser controlado más allá de unas ordenes muy simples , por ejemplo: "¡Ven!".
Fuera de batalla, los dragones se comen cualquier cosa que le demos y dicha forma de alimentarlo será una parte importante del juego. La alimentación puede mejorar sus estadísticas, así como afectar a su comportamiento en el campo o, incluso, variar la forma en la que evoluciona y cambia de forma a medida que crecen por lo que debemos tener en cuenta la comida que le demos ya que puede desembocar en un dragón más orientado al combate cuerpo a cuerpo cuando lo que verdaderamente deseábamos era uno de tipo fuego.
Nosotros como jugador podemos explorar el entorno de los mapas y pueblos, hablar con la gente y visitar las tiendas como en cualquier RPG que se precie pero SOLO, cuando no estemos en combate. De todas formas dicha exploración se hará de manera muy limitada ya que no hay mapa del mundo y solo podemos movernos por la zona en cuestión sin salir de ella salvo para el combate.
Gráficos:
Este juego cuenta con un repertorio de diseños muy acorde a lo que nos tenía acostumbrado Square Enix en los pasados '90. Un mundo realizado completamente con el arte de los sprites, al igual que sus personajes principales y donde, en el mapa de batalla o de ubicación, tienen una vista cenital y un aspecto más desenfadado y, en batallas, la cosa cambia a un scroll lateral donde personajes y enemigos gozan de un diseño más trabajado y que sirve para meternos más si cabe en la lucha.
Los Dragones, la parte capital y principal del sustento de juego, cuentan con una multitud de aspectos visuales dignos de ser casi de los mejores vistos en SNES. Partiendo de la base de un diseño previo en papel que muy celosamente se ha manifestado casi sin editar en su transformación a consola, estos gloriosos guerreros que nos acompañan, gozan de una variable cantidad de formas que irán avanzando conforme los alimentemos, dando pie a diseños cada vez más aguerridos que harán las delicias de todos los que disfrutemos con el juegazo.
Sonido:
Muy a lo que siempre ofrece la compañía nipona, sus piezas no iban a ser menos y muestran un alarde de fantasía épico-medieval en sus notas que más quisieran para sí muchos títulos de la misma índole.
Sonarán fanfarrias, minuetos, baladas, maravillosas composiciones para momentos de acción y, algún que otro destacable soneto que, en determinados momentos de la historia y a coalición de trágicos acontecimientos de la misma, se quedarán grabados en nuestros oídos y corazones transportándonos de manera sublime y haciéndonos partícipes de tan dolorosa pérdida.
Destacar también que los efectos especiales en batalla y, sobre todo, los gritos de ataque de los dragones, para ser 1996 están super bien conseguidos, haciéndonos estremecer por momentos, según la habilidad que dispongamos en combate.
Dificultad:
El juego en sí no es que se caracterice por ser una epopeya casi imposible de concluir, pero si que hay que tener en cuenta la posibilidad de lo que siempre pasa en este tipo de títulos. Si vamos con un nivel no acorde a lo que poseen los enemigos, seguramente nos veamos en la tesitura de dar un paso atrás y entrenar en combates aleatorios para ascender de poder y así, enfrentarnos a nuestro destino con la certeza de salir victoriosos.
En determinadas batallas, los enemigos, que, dicho sea de paso, siempre serán mayores en numero y escuadrones, poseerán tal cantidad de poder o de habilidades que precisaremos de un aumento de tamaño o poder de nuestros apreciados dragones mediante la alimentación antes mencionada.
Dicha alimentación influye muchísimo en la dificultad puesto que, si tenemos un dragón como Salamander de tipo fuego y lo alimentamos para que se desvíe de su camino de habilidades pirotécnicas, seguramente en alguna batalla lo lamentaremos debido a que, al ser dragones elementales, a algunos enemigos nos será más rentable atacarlos con el elemento contrario a su poder si queremos no desfallecer en el combate.
Conclusión:
Poco hay que decir que no sea bueno con respecto a este gran juego de rol-táctico. Se puede disfrutar de el mediante emulador en casi, cualquier plataforma física o móvil y, encima, existe un parche maravilloso de traducción en ingles que hará todo más sencillo si cabe.
Por mi parte, en mi grupo Vagrant Traducciones, estoy llevando a cabo la localización en castellano de dicho título, aunque va más lento de lo esperado y de momento, no tiene fecha de salida. Aunque eso si, algo que podéis tener en cuenta es que este 'Bahamut Lagoon' es un juegazo de los que ya no quedan y que, con sus combates de tipo estratégico, sirve para disfrutar de el en partidas amenas y que gustarán al más pintado.
Lo mejor:
La posibilidad de disfrutar de combates tácticos siempre que se quiera en cualquier lugar.
Lo enigmatico de sus personajes y su historia épica.
El juego que se trae alimentar los dragones, tiene tantas posibilidades que divierte casi tanto como el propio juego.
Lo peor:
Que no saliera de Japón en su día, perdiéndonos los occidentales durante mucho tiempo semejante joya.
Las cotas de dificultad están a veces mal niveladas y algún combate nos costará más de lo necesario.