El 21 de Diciembre 2014 | 17:15
Durante el proceso de creación del primer 'Sonic the Hedgehog' para Mega Drive, el Sonic Team ideó como protagonista una especie de conejo que podía alargar sus orejas para agarrar objetos. Más tarde se cambió el conejo por un erizo y resultó en lo que todos ya conocemos, pero esa idea inicial llamada proyecto "Feel" nunca se desechó del todo. En los años siguientes continuó evolucionando hasta que, tras muchos cambios de nombre y aspecto, nos llegó el juego que hoy analizamos. De este modo 'Ristar' se convirtió en uno de los últimos grandes juegos que nos legó Mega Drive ya hacía el final de su vida allá por 1995.
La guerra de las estrellas
En una galaxia muy lejana existe un sistema solar repleto de planetas fantásticos donde habitan toda clase de criaturas extraordinarias. Durante mil años este lugar ha permanecido en paz y armonía, pero ahora todo se desmorona ante la tiranía del malvado pirata espacial llamado Greedy. Este villano ha corrompido las mentes de los dirigentes de todos los planetas para que le sirvan, y lo que es peor, ha atrapado al único héroe legendario que podía detenerle. Parece que nadie podrá ya detener a Greedy, y siendo conocedores de este hecho, los habitantes del planeta Flora lanzan un rezo desesperado a la estrellas. Estas oraciones sacan de su letargo a Ristar, el hijo del héroe legendario ahora cautivo de Greedy. Aunque el joven Ristar es inexperto y no tiene tanto poder como su padre, no duda en lanzarse a la aventura para salvar a su progenitor y a todo el sistema solar de las crueles garras de Greedy. La única esperanza que queda llega en forma de estrella fugaz, es hora de ponerse en marcha y de hacer que los malvados planes de Greedy acaben "estrellados"
En 1994 Sega se encargaba de promocionar cada nueva mascota que sacaba como si fuese el sucesor de Sonic, así se promocionó por ejemplo 'Dynamite Headdy', e incluso el personaje de Knuckles se nos vendió como sucesor del erizo. Esta práctica se mantuvo también con 'Ristar', sin embargo aquí si que había alguna intención más para decirlo que la mera promoción. Bástese como prueba que 1995 fue el primer año en el que no hubo ningún juego de Sonic en Mega Drive, y es que Yuji Naka y su equipo ya andaban buscando algún nuevo personaje que tomase el testigo del erizo azul por si la fama de este era tan pasajera como algunos pronosticaban.
Pero ninguno de estos personajes (ni otros posteriores como 'Nights') lograron la fama de Sonic, por lo que el veloz erizo siguió siendo el buque insignia de la compañía echando por tierra los pronósticos de algunos "expertos". Y no será por falta de calidad por lo que no consiguieron dicha fama, pues juegos como 'Dynamite Headdy' o este 'Ristar' que hoy nos ocupa, son muy capaces de medirse con los grandes del género de las plataformas. Sea como sea los usuarios de Mega Drive disfrutamos como locos de estos grandes juegos que al fin y al cabo no hicieron más que engrandecer el ya de por sí genial catálogo de esta consola.
El concepto de juego de 'Ristar' es realmente básico, pero muy eficaz. Tan solo disponemos de la habilidad de saltar, y de la de estirar los brazos. Pero con este estiramiento de extremidades podemos hacer casi cualquier cosa, desde agarrar enemigos para hacerlos salir volando de un cabezazo, a agarrarnos a diferentes superficies para trepar, o incluso volar si nos aferramos a algún objeto o enemigo con dicha capacidad. Prácticamente toda la mecánica del juego se basa en esto de agarrar cosas con las manos, pero todo ello realizado con gran maestría para que resulte jugable y divertido a pesar de su sencillez.
No os estrelléis con la dificultad
Los escenarios están repletos de tesoros para incentivar la exploración, por lo que aquí la velocidad para superar las fases quedará completamente a un lado. Podemos superar los niveles directamente si queremos, pero si lo hacemos nos dejaremos por el camino un montón de cosas útiles. A pesar de esta sencillez en el concepto de juego, no penséis ni por un momento que se trata de un juego fácil que os acabareis de una sentada, de hecho su nivel de dificultad es bastante elevado, y más para lo que habitualmente acostumbra el Sonic Team. Puede que superéis el primer nivel sin demasiada complicación, pero pronto empezará a elevarse la cuesta de la dificultad y empezareis a echar de menos las vidas. Esto ocurrirá especialmente con los bosses, pues son bastante duros de pelar.
Será cuando la dificultad suba cuando quizá echemos en falta algo más de precisión a la hora de lanzar los brazos de Ristar, ya que a veces estos no salen disparados en la dirección que nosotros queremos, especialmente con las diagonales. Este es sin duda uno de esos juegos donde el mando que usemos importará y mucho, pues un pad de diagonales complicadas nos hará más difícil el avance. Tampoco habría estado de más que los brazos de Ristar tuvieran algo más de alcance, aunque todos estos problemas se pueden solucionar a base de práctica.
Ristar cuenta con un medidor de salud formado por estrellas que se muestra en la parte superior derecha de la pantalla. Gracias a este medidor podemos recibir más de un impacto antes de perder una vida, y además podemos reponerlo recogiendo estrellas escondidas por los niveles. Sin embargo no es fácil encontrar estrellas que repongan el medidor, especialmente en los niveles más difíciles. Y no esperéis encontrarlas en las duras batallas con los jefes, por lo que todo esto aumenta la dificultad quizá más de lo que gustaría algunos. No se trata ni mucho menos de uno de esos juegos imposibles, pero si que os puede tocar reempezar la partida más de una vez antes de lograr terminar sus siete niveles.
A lo largo de los niveles encontraremos unas manivelas rotatorias o "Star Handles" que nos permitirán por ejemplo llegar a lugares elevados, requieren de una buena sincronización al ser usados, y de pericia con el pad para controlar a Ristar una vez salgamos catapultados. Estas manivelas también marcan el final de fase, pues con ellas saldremos disparados al siguiente nivel. En ocasiones veremos manivelas especiales que nos lanzaran a las fases de bonus, en estos niveles se esconde algún tesoro que deberemos encontrar antes de que acabe el tiempo, y cada una propone un reto distinto y variado suponiendo así un aliciente extra para explorar bien cada fase.
Un juego con buena estrella
Gráficamente nos encontramos ante un título que solo se puede calificar como "precioso", a las cuidadas animaciones de Ristar se unen unos escenarios que explotan en color ante nuestros ojos, llenos de vida y de detalles muy imaginativos. Parece que casi nadie era tan capaz de exprimir el hardware de Mega Drive como el Sonic Team, especialmente en lo referente al colorido. Además este juego pertenece a una época con un estilo visual muy particular de este equipo, estilo que vimos también en 'Knuckles Chaotix' para 32X.
No cabe duda de que 'Ristar' es de esos juegos que entran por los ojos desde el primer momento, pero también nos entrará por los oídos, con unos temas musicales realmente buenos y animados que nos acompañarán durante toda la aventura. Estos temas dejan notar la mano del gran Naofumi Hataya, que ya nos había dejado sus temas en otros juegos como 'Sonic CD', o la versión de 8 bits de 'Sonic the Hedgehog 2'. En el apartado de los efectos de sonido encontramos un amplio repertorio de frases para Ristar y otros personajes, sin embargo estas suenan demasiado comprimidas, algo que en esta etapa de la vida de Mega Drive parecía ya superado.
Hablando de efectos de sonido, seguramente alguno de ellos os resulte familiar por proceder de los juegos de Sonic para esta misma consola. Y es que una de las grandes curiosidades de este título es que está construido sobre el mismo motor de 'Sonic the Hedgehog', motor que ya demostró de sobra sus grandes capacidades en los distintos juegos de Sonic para Mega Drive. El sonido es parte también de este "reciclaje", y de ahí que algunos efectos sonoros estén sacados directamente de los juegos del erizo.
Otra curiosidad sobre este título es que, al igual que pasó con 'Dynamite Headdy', su versión japonesa es bastante diferente de la occidental. Hay cambios en la trama, en los nombres de los niveles, e incluso en el diseño de algunos personajes y enemigos. Hasta podemos encontrar diferentes trucos dependiendo de en qué versión juguemos, trucos que se activan mediante passwords introducidos en el menú de opciones. Menú donde por cierto también podemos cambiar la dificultad, pero solo entre "normal" y "difícil".
Estrellita de bolsillo
Si la versión de Mega Drive es un autentico imprescindible que nadie debería dejar pasar sin jugar, no lo es menos la de Game Gear. De hecho nos atreveríamos a decir que es más meritoria aun que la de Mega Drive, pues su impresionante acabado técnico es capaz de dejar atrás a casi cualquier otro juego de plataformas de esta consola portátil. Además cuenta con algunos elementos propios que lo alejan de ser un mero "downgrade", como las estrellas que hay esparcidas por los escenarios a modo de "anillos de Sonic", o ciertas diferencias en el diseño de niveles, como los bloques destructibles de ciertas partes que no aparecen en la versión de 16 bits.
No cabe duda de que 'Ristar' es uno de los más grandes entre los grandes juegos de plataformas que nos dio la época dorada de este género. Una joya que ningún amante de las buenas plataformas puede perderse, tanto en su versión de Mega Drive, como en la de Game Gear. Lamentablemente 'Ristar' llegó en una época complicada previa al cambio generacional, lo que hizo que en su momento no se le hiciera justicia. Tampoco tuvo nunca una secuela, ni parece probable que la vaya a tener jamás. De este modo 'Ristar' quedó como un juego único perdido en la historia esperando a que os acerquéis a darle una oportunidad.
Si queréis hacerlo lo tenéis muy fácil, pues puede que Sega no se acuerde de él para hacer una nueva entrega, pero siempre lo tiene presente en rediciones y homenajes. Por ejemplo podemos ver a Ristar en ambos 'Shenmue', o en los más recientes juegos de carreras de Sonic, eso si, a modo de cameo tan solo. Su parentesco con el erizo propició su inclusión en el recopilatorio 'Sonic Mega Collection' para Game Cube, PS2, y la primera Xbox. También formó parte del recopilatorio 'Sega Mega Drive Collection', para PSP y PS2.
Ya en tiempos más recientes lo vimos incluido en los recopilatorios 'Sega Mega Drive Ultimate Collection' para PS3 y 360, y en diversas reediciones para PC, tanto físicas como en Steam. No podía faltar en todo esto la Consola Virtual de Wii, que también cuenta con la simpática estrella de Sega entre sus juegos. Por desgracia no podemos decir lo mismo de la versión para Game Gear, pues jamás ha sido reeditada. La Consola Virtual de 3DS sería ideal para ello, pero de momento parece que Sega no está por la labor.
Una estrella fugaz
Si no queréis reediciones, y no os va eso de la emulación, sabed que no es fácil encontrar los cartuchos originales. La versión de Mega Drive suele rondar los 40 o 50 euros en eBay completa con su cajita y manual, pero la de Game Gear es bastante menos común, por lo que os pueden pedir más de 20 euros solo por el cartucho. Si lo veis por ahí a menos de esos precios ni se os ocurra dejarlo pasar, añadiréis así una verdadera joya a vuestra colección.
Lo mejor:
Técnicamente genial en todos los aspectos. La versión de Game Gear es casi hasta más sorprendente que la de Mega Drive (que no es poco).
Lo peor:
Su dificultad puede desesperar a los menos pacientes.